Tras casi ocho horas de alegato, el defensor le solicitó a los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas que dicten la nulidad de los alegatos de la Fiscalía y la querella, además de la nulidad del llamado a indagatoria y de los exámenes médicos y de ADN que se realizaron. Tenca pidió también que se absuelva a Mangeri “por el beneficio de la duda” y descartó la imputación por femicidio que realizaron tanto los fiscales como el representante de los padres de Ángeles, Pablo Lanusse.

Subsidiariamente, pidió una recalificación de los hechos y que, en todo caso, se condene a Mangeri por el “mínimo de la escala penal”. Por un lado, planteó que se cambie la acusación a “homicidio simple en grado de tentativa en concurso real con homicidio culposo”, cuya pena más baja sería de cuatro años. Por otra parte, requirió que se lo juzgue por la tentativa del delito de “abuso sexual seguido de muerte” (previsto en el artículo 124 del Código Penal), que tendría una pena de diez años. Tanto la Fiscalía como la querella habían solicitado, en sus respectivos alegatos, prisión perpetua para el encargado.

El juicio continuará el miércoles que viene, cuando el Tribunal tiene previsto escuchar el argumento de las partes con respecto a las diversas nulidades planteadas. El miércoles 15 de julio, Mangeri tendrá la posibilidad de decir sus últimas palabras y, luego de ello, se conocerá el veredicto.

El alegato

El defensor proclamó la inocencia de su defendido y criticó la instrucción de la causa realizada por la fiscal Paula Asaro y el juez Javier Ríos: “no hubo independencia en la investigación”. Durante la segunda parte de su exposición, concentró sus cuestionamientos en el trabajo realizado por el Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) de la UBA y el Servicio de Genética Forense del Cuerpo Medico Forense (CMF) de la Corte Suprema. Específicamente, se refirió a la “prueba madre de la causa”: el material genético hallado bajo tres uñas de la mano derecha de Angeles que coincide con el ADN de Mangeri.

Reiteró que hubo contaminación entre las muestras de evidencia y referencia y que todo lo relacionado con el ADN “se hizo de manera irregular”. "No hubo ningún certificado de la cadena de custodia hasta que la defensa lo pidió", indicó. Recalcó que “no se puede condenar a una persona con una prueba realizada de este modo” y que ambos servicios “trabajaron a espaldas de la justicia”.

Con respecto al homicidio de la adolescente de 16 años, Tenca aseveró que “no se produjo en ningún lugar del edificio” y que la familia mintió sobre lo sucedido “para evitar que la investigación se dirigiera hacia el circulo íntimo”. Sostuvo que ni el hermanastro de la chica, Axel Opatowski, ni la empleada doméstica, Dominga Torres, estaban en el departamento el lunes 10 de junio de 2013, tal como declararon en el juicio. Además, puso en duda que el horario que figura en las cámaras de seguridad sea “fidedigno”.

También, criticó la junta médica y hacia las conclusiones a las que llegó: “Se hizo con la prueba un traje a medida de Mangeri”. Aseguró que la muerte de la niña se produjo en la “compactadora” y reivindicó la autopsia realizada por el médico Héctor Konopka, cuyas conclusiones fueron cuestionadas primero por los peritos de la querella y luego por los profesionales del Cuerpo Médico que participaron de la Junta Médica.