18 de abril de 2024
18 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
Menu
Interviene el fiscal Ignacio Mahiques
Continúa el juicio contra el joven acusado de matar a una estudiante chilena
Declararon seis testigos, entre ellos una chica que fue agredida por Lucas Azcona en agosto de 2014. Al final de la audiencia, el imputado le dijo a los jueces que “fue atacado” en la Unidad de Detención Nº28, ubicada en el Palacio de Tribunales.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº15 continúa con el juicio contra Lucas Azcona, acusado de matar a una estudiante chilena en julio de 2014. Declararon seis testigos, entre los cuales estuvo una joven agredida por el imputado un mes después de la muerte de Nicole Teresa Sessarego Borquez. El debate, en el que interviene el fiscal Ignacio Mahiques, sigue hoy con las declaraciones de tres mujeres, dos de las cuales habrían sido abusadas sexualmente por el acusado.

Azcona está detenido en el Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza, y se lo acusa del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido en razón de odio de género”, que prevé una pena de prisión perpetua. Al finalizar la audiencia de ayer, aseguró ante los jueces Patricia Llerena, Adrián Martín y Hugo Decaría que había sido “atacado” en la Unidad 28, ubicada en el Palacio de Tribunales. “Alguien les dijo quién era yo y me escupieron y me tiraron agua”, aseguró. Ante esta situación, la presidenta del Tribunal ordenó un resguardo físico especial para que se vele por la seguridad del acusado.

El primero de los testigos fue el policía Leonardo Nieto, que pertenecía en aquel momento a la División Homicidios de la Policía Federal Argentina. Ante las preguntas de la fiscalía,

explicó que la situación “no resultaba nada clara”, que les llamó la atención que la víctima tuviera todas sus pertenencias con ella, por lo que “podían descartar que el móvil del homicidio fuera un robo”. Recordó que, por el tipo de lesiones y la cantidad de heridas, tenían la hipótesis de que el autor del crimen podía ser alguien “con un vínculo cercano”:

Destacó que la presencia de “varias manchas de sangre sobre el edificio lindero a Don Bosco 4109 y sobre la esquina de la calle Treinta y Tres Orientales”. Indicó que tomaron muestras de lo encontrado para poder determinar de quién era esa sangre y que luego comenzaron a buscar cámaras de seguridad de la zona que pudieran ayudar a dilucidar lo ocurrido.

En base a ese relevamiento, se encontraron varias cámaras en las que se pudo visualizar a Nicole y a su atacante primero sobre la avenida Rivadavia. Según explicó Nieto, primero se puede observar un merodeo de Azcona y luego una persecución a la víctima. Estimó que había unos 9 segundos de diferencia entre ambos. Explicó que luego del ataque a Nicole, Azcona fue captado por una cámara donde se lo ve limpiándose con un trapo sus manos.

Mauro Allende era el jefe de servicio externo de la Comisaría Nº10, que tiene jurisdicción en la zona donde ocurrió el homicidio y le explicó a los jueces su intervención al llegar al lugar. Luego de una pregunta del juez Decaría, dijo que ante el panorama de una persona “sumamente agredida, con 11 lesiones” se podía suponer “que no era algo simple, sino que tenían un tinte de mayor gravedad”.

Blanca Rosa Villagran y Laura Vanesa Sandoval trabajaban con Azcona en el Hospital “Julio Méndez”, ubicado en Avellaneda y Acoyte. La primera era su supervisora y declaró que no tenía mucha relación con el imputado. Recordó que el día de los hechos, llegó una hora más tarde, cerca de las siete de la mañana y que aseguró que lo habían asaltado. “Tenía un corte en la mano y sangre en la cara y el cuello” detalló.

Sandoval realizaba tareas de limpieza en el mismo piso que Azcona, en la Unidad Coronaria del hospital. Aseguro que el día del homicidio de Nicole, el acusado llegó con la cara, el cuello y las manos con sangre y que dijcontóo que lo habían asaltado pero que él “se había defendido”. “Yo estaba muy nerviosa porque pensaba que toda esa sangre era suya pero él estaba muy tranquilo” expresó.

Explicó que no era muy sociable ni hablaba mucho, que sus compañeros creían que era “raro” y que siempre se vestía de negro. También relató que solía llevar ropa de mujer para vender y que en ese momento si hablaba con enfermeros, médicos y otros empleados. También dijo que traía celulares nuevos “que supuestamente le conseguía un amigo” pero que ella sospechaba “que eran robados”.

La joven manifestó que si bien tenían una buena relación, una vez el acusado intentó abrazarla y que ella tuvo que “frenarlo” porque no tenían confianza para eso. Aseguró que el episodio se repitió una vez más y que ella le reiteró que no le gustaba y que se había enterado de otra compañeras que habían pasado por lo mismo.

Ante las preguntas de la Fiscalía, contó que varias veces tomaban el colectivo 84 desde Constitución para ir al trabajo pero que Azcona se bajaba una parada antes, en la avenida Rivadavia “para caminar” y que a veces tardaba mucho en llegar al hospital. Aseveró que nunca fue agresivo con ella pero que sabía que su traslado al hospital fue por un episodio de agresividad en el Hospital Rivadavia.

La siguiente en declarar fue Debora Cruz, una joven que habría sido abordada por el imputado el 13 de agosto de 2014, casi un mes después de la muerte de Nicole, en la localidad de Rafael Calzada. Su testimonio fue en presencia sólo de las partes para proteger su integridad.

Milagros Azcona, la hermana del acusado, fue la última en declarar.  Al igual que su padre, que declaró la audiencia anterior, dijo que reconoció a Lucas cuando la televisión comenzó a mostrar los videos de las cámaras de seguridad. Contó que le preguntó varias veces a su hermano si era el del video y que luego de ponerse a llorar, Azcona le contestó que sí. “Le dije a mi papá que lo entregara porque esa chica podría haber sido yo; Lucas no está bien, si lo estuviera no habría hecho lo que hizo” concluyó.

El hecho

El 15 de julio de 2014 a las 05:40, Azcona fue registrado por un cámara mientras salía de la estación “Castro Barros” de la línea A de subte. Caminó dos cuadras por Rivadavia, “merodeó” por la zona y volvió a la estación, donde esperó a Nicole. La chica salió del subte a las 05:51 y el acusado la siguió en el recorrido hasta su casa del barrio de Almagro.

Cerca de las seis de la mañana, Azcona se acercó a la víctima cuando estaba por ingresar al edificio donde vivía, en Don Bosco 4109. Según el requerimiento de elevación a juicio realizado por la fiscal Ana Cristina Yacobucci, el acusado le propinó once lesiones de arma blanca “por placer y aprovechando el estado de indefensión de la víctima”. La joven logró ingresar al edificio pero murió a causa de las heridas en la cara, cuello, tórax y el miembro superior izquierdo.

Azcona huyó por Don Bosco hacia la calle Treinta y Tres Orientales para dirigirse después hasta la Avenida Rivadavia, en donde intentó parar un taxi pero no lo logró. El acusado llegó a su trabajo y para justificar la sangre que tenía en su ropa y en su cuello y la herida de su mano derecha dijo que habían intentado robarle.