20 de abril de 2024
20 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Continúa el juicio contra Jorge Marngeri por la muerte de la joven
Declararon los padres de Ángeles Rawson
Luego de la inspección ocular realizada ayer en el edificio de la calle Ravignani, se retomó el debate oral por la muerte de la adolescente. La madre reconoció a su hija en el video de las cámaras de seguridad.

Jimena Aduriz y Franklin Rawson recordaron el momento en que se enteraron de la muerte de su hija ante el Tribunal Oral Criminal Nº9; los fiscales Julio César Castro, Sandro Abraldes y Fernando Fiszer, y el acusado del crimen Jorge Mangeri. “Ese día me levanté más temprano que de costumbre. Los lunes, Ángeles tenía muchas actividades, eran días muy cargados. A la nochecita iba a un instituto de inglés, ubicado en la esquina de avenida Cabildo y Palpa, hasta las 21:00. La última vez que hablé con ella, fue esa mañana, cerca de las 8:00, cuando llamé al teléfono fijo de mi casa y ella me atendió. Le recordé que comprara café porque no había más”, recordó la mujer. Agregó que en su casa trabajaba como empleada Dominga Torres los lunes, miércoles y viernes de 9:00 a 13:00", detalló, conmovida, la mujer. El hombre, por su parte, afirmó que la chica se hubiese defendido ante un ataque sexual. Por la mañana, y a pedido de los representantes del Ministerio Público, se realizó una inspección ocular en el departamento donde vivía Mangeri, el sótano del edificio y en una unidad de la planta baja de Ravignani 2360.

Aduriz continuó: “Ese día llegué a mi casa cerca de las 17:30, más temprano de la habitual. Estaba Sergio Opatowsky, mi marido, charlamos un ratito y seguí trabajando desde mi casa. A las 21:20 me percaté de que la nena no había vuelto. A las 21:40 la llamé al celular, alguien atendió y cortaron. Después, seguí intentando pero me saltaba directo el contestador”. La madre de la adolescente afirmó que luego llamó al padre de la joven para preguntarle si sabía algo de su hija y que el hombre le sugirió llamar al instituto de inglés. En el lugar, le dijeron que Ángeles no había asistido, por lo que los padres decidieron llamar algunas de sus amigas y ahí se dieron cuenta que tampoco concurrido al colegio. “Ella tenía dos morrales que solía usar. Uno con pines de colores y otro de color negro en el que llevaba pocas cosas. Cuando entré a su cuarto, vi que sólo estaba el primero”, describió.

Esa noche, Franklin Rawson se dirigió a la comisaria a realizar la denuncia por la desaparición de su hija mientras Jimena intentaba reconstruir lo que había sucedido ese día. Habló con Dominga, la empleada doméstica, y quiso comunicarse con Mangeri pero no pudo. Por la madrugada, se contactó con los medios de comunicación para que la ayudaran en la búsqueda de su hija y a la mañana sus hijos y sus amigos colgaron carteles con las fotos de Ángeles por todo el barrio. Al día siguiente, luego de las 14:00, recibió la noticia de que había aparecido un cuerpo que coincidía con el de su hija por el uniforme del colegio.

El fiscal Fizser le preguntó por la forma en que Ángeles cargaba sus morrales, sobre la ropa de gimnasia y el cuidado que le daba a sus uñas. “Se las pintaba porque era muy coqueta”, destacó la madre de la joven.

“Ese martes, al rato de conocerse la noticia, mi casa era un hervidero de gente. Estaban todos los medios”, recordó la mujer. Y agregó: “El miércoles, en un momento salí a hablar con la prensa en la puerta de mi casa. No recuerdo haber visto al encargado ni a su esposa. Esa noche, durante el velatorio, hubo un allanamiento en mi casa”.

Finalmente, ese viernes, dos o tres policías de civil fueron a buscar a Jimena a la casa de su hermano, ya que ella no fue más al departamento de la calle Ravignani, hasta seis meses después. “Me dijeron que fuera a declarar a la Fiscalía. Fui con mi marido y mis otros dos hijos. Llegamos al mediodía y nos fuimos cerca de la 1:00. Cuando terminé de declarar, llegó Mangeri con su señora Diana. Mi sensación fue la de ver una cara amiga. Lo saludé y me dio el pésame. Le agradecí y la señora se quedó con nosotros. Diana me dijo que no podía hablar mucho”, sostuvo Jimena.

Ante las preguntas del fiscal Castro, la mujer relató que ese mes, a diferencia de otros, dispuso de la plata para pagar las expensas con anterioridad y que el recibo solía dejárselo Mangeri por debajo de la puerta.

La mujer relató que ese lunes 10 de junio lo vio a Mangeri cuando volvió de trabajar, a las 5:30. “Tenía un buzo marrón de polar a pesar de que no hacía mucho frío y le pregunté si se sentía mal”, puntualizó. Antes de finalizar su declaración, los fiscales le consultaron sobre la posibilidad de pasar las grabaciones de las cámaras de seguridad de la cuadra ante lo cual ella accedió. “Es mi hija”, dijo de forma contundente Jimena al ver las imágenes. Mangeri, duro, solo pestañaba,

La audiencia continuó con la declaración de Franklin Rawson, quien también reconstruyó la semana del 10 al 15 de junio y cómo fueron los primeros momentos de la búsqueda de su hija. Contó que, gracias a la charla con amigas de sus hijas, pudo saber que de la clase de gimnasia, Ángeles salió con dos compañeras y que fueron caminando juntas por la calle Costa Rica hasta Dorrego, cuando la joven siguió por su cuenta.

El hombre se refirió a la hallazgo del cuaderno de comunicaciones. “Apareció en General Paz y Balbín el martes o el miércoles a la noche, luego de que encontraran el cuerpo de Ángeles”, destacó.

“Al edificio de la calle Ravignani, nos mudamos a fines de 2001 y yo viví ahí hasta fines de 2003, principio de 2004, cuando me divorcié. Cuando nos mudamos, Ángeles tenía cinco años y en ese momento el encargado era un señor mayor que se estaba por jubilar. Mangeri empezó a trabajar ahí, aproximadamente, seis meses después de mudarnos nosotros. Nuestro vínculo era muy bueno, él era muy servicial” detalló.

Al finalizar, el abogado de la familia, Pablo Lanusse, le pidió disculpas al preguntarle, si conociendo cómo era Ángeles, cómo cree que hubiese reaccionado ante un intento de abuso sexual. “Se hubiese resistido, era muy educada pero no era sumisa”, aseguró.

El próximo miércoles 4 de marzo continuará el juicio oral y el Tribunal dispuso que declare Diana Saettone, la esposa de Mangeri.