Marcelo Martínez Burgos, a cargo de la Fiscalía General N°22 ante los Tribunales Orales en lo Criminal, pidió 14 años de prisión para el hombre acusado de prender fuego a su vecino en noviembre de 2012 en el barrio porteño de Las Cañitas. Se trata de Jorge Serrano quien habría encendido con un combustible a Alejandro Vindver, lo que provocó a la víctima quemaduras en un 65% de su cuerpo. El próximo miércoles 14 de mayo se conocerá el veredicto.

En sus alegatos, la querella detalló que Vindver hacía cuatro años estaba de novio con Tamar Koll, quien antes había sido pareja de Serrano. Desde que ella lo "había dejado”, el acusado había amenazado a Koll y a su entorno familiar. Cuando el imputado se enteró de la relación que ella tenía con la víctima, las intimidaciones se incrementaron en intensidad y frecuencia tanto contra la mujer como a su pareja.

La querella recordó que el día de los hechos hubo reiteradas llamadas a los trabajos de Tamar como al del Vindver. “Amenazaba y cortaba, no daba tiempo a entablar diálogo. Por eso, cuando la víctima terminó su tarea se dirigió al domicilio, ingenuamente creyendo que al no estar Tamar quizás hablaría de 'hombre a hombre'. Habían hecho dos denuncias previas pero no habían obtenido resultado. No veían otra forma de contener el conflicto y aquí fue que sucedió el hecho que se está juzgando”, agregó el abogado.

En los alegatos, el fiscal Martínez Burgos intentó describir “en la medida de lo posible”, lo que se convirtió en la vida de Tamar Koll, ex pareja de Serrano, y Alejandro Vindver, con quien la mujer había comenzado una nueva relación amorosa. El representante del Ministerio Público detalló que ambos vivían “una vida turbulenta, provocada por quien no supo soportar un desamor”. “Eso fue lo que lo que sucedió aquí, un desamor que desembocó en una tentativa de homicidio”, aseguró el magistrado.

Los informes médicos abordaron dos direcciones, uno hacia el damnificado y otro hacia el imputado. El primer informe realizado por los médicos forenses sobre Vindver señaló que la víctima sufrió quemaduras en el 65% de su cuerpo. La conclusión más importante, que dejó sentada el doctor Gustavo Dones era que las lesiones sufrió pusieron en peligro su vida. Los análisis sobre la comprensión de criminalidad del agresor concluyeron que los parámetros son de carácter normal. Los informes de Laboratorio Químico indicaron que Serrano no estaba drogado ni alcoholizado sino que gozaba de un perfecto estado de salud.

“Vindver contó las amenazas previas, la visita anterior, y explicó por qué ese día estaba ahí, la multiplicidad de los llamados telefónicos; Tamar dijo que ese día iban a ir a la noche, pero él se adelantó. Seguramente la situación ya no era más tolerada, esto venía de hacía rato, hubo denuncias previas; aguantó y aguantó hasta que fue a buscarlo para decir basta. El imputado sabía quién era, porque lo vio, había un visor”, describió el fiscal.

El representante del Ministerio Público agregó que “cuando le abrió y lo hizo pasar le tiró un baldazo de líquido, que lo hizo patinar, se cayó al piso y allí le ‘gatilló’ el "magic clik", lo prendió fuego y se fue. No había nadie más para ayudarlo. Una frialdad pocas veces visto en hechos de esta naturaleza”.

Luego, Martínez Burgos enumeró la cantidad de pruebas que fueron recolectadas a lo largo de la instrucción y cómo la víctima contó con la ayuda de testigos que se encontraban en el lugar para poner a salvo su vida.

“Las lesiones del 65% del cuerpo y la relación sentimental y hostigamiento que se realizó a Tamar y Vindver conformaban un círculo inexorable de que esto fue de esta manera y no de otra. Lo quiso matar y no lo logró por razones ajenas a su voluntad.”, sintetizó el fiscal, quien solicitó que se le impusiera a Jorge Enrique Serrano, la pena de 14 años, accesorias y costas.

Los hechos

La causa se originó el 5 de noviembre de 2012, cuando Serrano incendió el cuerpo de Vindver en el interior del departamento de la víctima, ubicado en la calle Chenaut 1970.

Un día después, se realizaron dos allanamientos en los departamentos A y B del edificio y se secuestró un tambor que contenía aguarrás que se encontraba en la cocina de la unidad B. En la vivienda contigua, se incautaron dos encendedores y un "magic click".

El 4 de marzo de 2013, el fiscal Nacional en lo Criminal de Instrucción Carlos Velarde calificó la conducta del imputado como delito de homicidio agravado por ensañamiento en grado de tentativa y elevó la causa a juicio.