La semana pasada, el fiscal federal de Corrientes, Flavio Ferrini, le solicitó al juez Carlos Vicente Soto Davila que dicte el procesamiento de dos acusados de secuestrar a una niña de dos años. El hecho ocurrió en junio de este año, cuando la víctima (nieta de un reconocido empresario correntino) fue retirada del jardín de infantes por alguien que se hizo pasar como empleada de la familia. Los secuestradores habían pedido un como “rescate” seis millones de pesos, aunque finalmente, luego de seis horas, liberaron a la nena sin poder cobrarlo.

A los presuntos autores se les imputa el delito de “secuestro extorsivo doblemente agravado por haber participado más de  tres personas y por ser la victima menor de 18 años”.  El representante del Ministerio Público pidió, además, que se dicte la falta de mérito para un tercer imputado, ya que consideró que no hay elementos de prueba suficientes para procesarlo o sobreseerlo. En un primer momento, la investigación estuvo a cargo de la fiscalía provincial pero luego de 15 días, y sin haber podido individualizar a las autores, fue derivada a la justicia federal.

En el expediente, colaboró la División Delitos Complejos de la Policía Provincial, que se focalizó en los registros de las comunicaciones utilizados por los imputados. Intervenciones telefónicas, seguimiento de activaciones de antenas y equipos celulares fueron parte de la tarea. El gran entramado de interconexiones, tras un mapeo y análisis pormenorizado, permitió determinar la identidad de los autores y el rol que ocupó cada uno durante el cautiverio de la víctima.

Los hechos

El secuestro comenzó a ejecutarse pasadas las 08:30 del 4 de junio de 2014, cuando uno de los imputados se comunicó, reiteradamente y desde dos números de celular diferentes, con una mujer. Luego de las llamadas, las antenas telefónicas los ubicaron en el domicilio de la acusada, desde dónde se dirigieron al centro de la ciudad. Desde el auto en el que se transportaban, se comunicaron el jardín “Luna Gorda”, haciéndose pasar por el padre de la víctima. En ese dialogo, el hombre le dijo a la secretaria del establecimiento que una empleada iba a retirar a la niña porque tenía que ir al médico.

Cinco minutos después, la imputada pasó a buscar a la nena. Alrededor de las 11:30, los captores se comunicaron con la madre: “La tenemos secuestrada nosotros, junta seis millones de pesos y te vuelvo a llamar a las 9 de la noche”. A partir de ese momento, se montó un operativo policial para intentar ubicar a los autores. Cerca de las 14:30, los autores mandaron otro mensaje donde aseguraban que la nena estaba “bien” y que alejaran a la policía porque si no la iban a matar.

Finalmente, dos horas después de esa comunicación, la niña fue hallada en el barrio “San Jerónimo” y trasladada a la Jefatura Central de Policía de Corrientes, donde se constató que estaba sana.

En la causa, figuran los testimonios de las autoridades del jardín de infantes y, además, se realizó un allanamiento en el lugar donde estuvo secuestrada.

En el escrito donde solicita el procesamiento, Ferrini destacó la declaración testimonial de la madre de la nena, quien aseguró que conoce a la esposa del imputado y agregó que su otro hijo concurría al jardín “Luna Gorda” con uno de los hijos del acusado. Contó también que la pareja era clienta de su local y que tenía el número de su celular, ya que ella se lo había otorgado. Para el fiscal, el testimonio acreditó que el hombre se valió de la amistad que pudieran tener las dos mujeres, “a fin de obtener información personal e información correspondiente al establecimiento”.

Desde la fiscalía destacaron que las medidas probatorias (testimonios, inspecciones judiciales, reconocimientos en rueda de personas), fueron llevadas a cabo por el Ministerio Publico Fiscal con el conocimiento del juez y realizadas el marco de las atribuciones conferidas por el Código de Procedimientos, “se vislumbran como las tareas que serán cotidianas a la luz de la reforma del Código Procesal Penal”.