20 de abril de 2024
20 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervino el Programa de Políticas de Género y una profesional de la Dovic
Condenaron a un hombre por lesiones y daños a su ex pareja
El imputado tenía una condena previa por otro hecho de violencia de género. Deberá cumplir tres años de prisión con ejecución condicional. El hombre fue encontrado culpable de agredir física y psicológicamente a su ex novia.

Ayer, el Juzgado Nacional en lo Correccional Nº14, a cargo del juez Luis Alberto Schelgel, condenó a dos años y medio de prisión con ejecución condicional a un hombre acusado de agredir física y psicológicamente a su ex pareja en reiteradas oportunidades. El hombre ya contaba con una pena previa por un hecho de violencia de género pero contra otra víctima, ocurrido el 1° de junio de 2013, por lo cual, se unificaron ambas condenas y deberá cumplir tres años de prisión de ejecución condicional.

Durante el debate oral, intervino la fiscal ad hoc María Luisa Piqué, representante del Programa de Políticas de Género, y Natalia López, psicóloga de la recientemente creada Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas del Ministerio Público Fiscal (Dovic).

El caso

Durante la audiencia, la víctima, una médica de 33 años, detalló que los hechos de violencia comenzaron luego de un año y medio de relación. “Paulatinamente empezamos a vivir juntos en mi departamento. Él no estudiaba pero en ese momento trabajaba. El 20 de julio de 2011, quedó desempleado y comenzó a buscar, pero ponía demasiadas condiciones y trabas. Buscaba cosas muy específicas y sólo veía los avisos clasificados los domingos. Entonces, le terminaba buscando trabajo yo a él”, declaró la víctima. Además, la mujer describió que el hombre solía beber alcohol e ir al bingo y que, a diferencia de ella, él venía de una familia de clase media alta.

“De a poco fue tomando control de todos mis movimientos. Llamaba a mis compañeros de trabajo y llegué a darle mi contraseña de Facebook de donde me borró fotos y contactos. En agosto de 2011, llegó a fisurarme una costilla”, describió la mujer. Y continuó: “Todo siguió hasta que el 28 de febrero de 2012, tuve el valor de dejarlo luego de estar internada por una intervención quirúrgica. El cuerpo habla”, concluyó.

Fue en ese momento cuando la mujer decidió cambiar la foto que tenía de ellos dos como fondo de pantalla en su computadora. Al advertir este cambio, el agresor arrancó el enchufe de su notebook y la estrelló contra el piso. Asimismo, se dirigió hasta el Sanatorio Anchorena, donde la víctima estaba internada y la golpeó a ella y a su madre que se encontraba cuidándola en el post operatorio.

La mujer relató que luego de finalizar la relación el imputado se quedó con su sello de médica, su recetario, muestras de medicamentos, dinero y una agenda telefónica. "Llamaba a mis conocidos y hasta llegó a enviarle a mi jefe fotos privadas”, destacó la mujer.

El agresor, además, pese a tener dictada una prohibición de acercamiento por orden del Juzgado Civil Nº76 en marzo de 2012, violó la media en tres oportunidades. En una oportunidad, intentó mantener una charla con la mujer, y ante la negativa de ella, le dio un golpe de puño en la frente y en el ojo izquierdo.

“Yo hago guardias en un consultorio pegado al baño. Un día, a las 4 de la tarde, en el medio de mi horario de trabajo, termino de atender a un paciente y cuando salió, entró el agresor a increparme. Estuve tres meses con gas pimienta pero en ese momento no lo tenía. Le recordé que contaba con una prohibición de acercamiento y me dio un golpe de puño y salió corriendo”, describió.

“Llego a esta instancia porque esta persona no dejó de molestarme. Desde febrero de 2012 hasta que fue procesado, en octubre de ese mismo año, fuí víctima de un constante hostigamiento por parte del imputado”, aseguró.

A la hora de realizar los alegatos, la fiscal Piqué afirmó que “los hechos relatados configuran violencia de género no sólo porque la víctima es mujer sino por el contexto de relación que los unía. Son hechos que se produjeron en el ámbito intrafamiliar, donde uno tiene que sentirse respetado y cuidado”.

La representante del Ministerio Público añadió que “las lesiones se van pero las secuelas psicológicas demoran más tiempo en irse”. También, se tuvo en cuenta que él tenía una condena por otro hecho de violencia de género y que los casos que se estaban juzgando ahora habían ocurrido mientras él tenía vigente una suspensión de juicio a prueba por una tercera agresión contra otra mujer.

Por esos motivos, la representante del Ministerio Público solicitó la pena de dos años y medio de prisión y sugirió la unificación con la sentencia anterior para un total de tres años.

Finalmente, el juez, en línea con lo señalado por la fiscal ad hoc, señaló que los episodios de violencia “sucedieron en el contexto de violencia intrafamiliar y de género”. Asimismo, se lamentó de la ausencia en los establecimientos carcelarios que existe de instituciones dedicadas a los temas de violencia para delincuentes “primarios”.

El magistrado destacó también que coincidía con la fiscal ad hoc en que los hechos habían revestido de especial gravedad y afectado hondamente a la víctima.

Por ese motivo, condenó al imputado por los delitos de lesiones leves, daños y desobediencia a dos años y seis meses de prisión con ejecución condicional unificando esta pena con la dictada el 4 de septiembre de 2013 por el Juzgado Nº8 de Lomas de Zamora a seis meses, lo que resulta en un total de tres años.

A su  vez, ordenó la prohibición de acercarse de la víctima y allegados por cualquier medio por un período de cuatro años, la concurrencia al lugar de trabajo de la mujer, adoptar un oficio o profesión y el tratamiento psicológico, tal como había sugerido la fiscal para en caso de que se impusiera una pena en suspenso.