25 de abril de 2024
25 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El hecho ocurrió en mayo de 2015
Femicidio en Caballito: la Fiscalía pidió prisión perpetua para el acusado por el homicidio de Gabriela Parra
Para el fiscal Marcelo Saint Jean, Alejandro Bajeneta aprovechó la indefensión de la víctima y la acuchilló por la espalda. Descartó la inimputabilidad del acusado: “no quedan dudas de que actuó con conocimiento, voluntad y dominio de sus acciones”. La querella solicitó la misma pena mientras que la defensa requirió su internación en un centro psiquiátrico.

El fiscal Marcelo Saint Jean pidió hoy que se condene a Alejandro Bajeneta a prisión perpetua por el femicidio de Gabriela Parra, ocurrido en mayo de 2015. El representante del Ministerio Público lo acusó del delito de “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra una persona con la que mantuvo una relación de pareja, por alevosía y por haber mediado violencia de género”. El Tribunal Oral en lo Criminal Nº4 anunció que el veredicto se conocerá el próximo 4 de mayo.

El 2 de mayo de 2015, el acusado y la víctima habían acordado verse en el restaurante “Plaza del Carmen”, ubicado en Rivadavia 4502, a las 16:30. Según estableció la fiscal Estela Andrades durante la instrucción, cerca de las 17:45 el hombre de 54 años aprovechó el momento en que la mujer se colocaba un abrigo para irse y la hirió por la espalda con un cuchillo. Gabriela Parra murió antes de llegar al Hospital Durand.

Ante los jueces Julio Báez, Ivana Bloch y Adolfo Calvete, el fiscal repasó lo sucedido previamente al hecho. Explicó que Bajeneta conoció a Gabriela en 1985, según los testigos, y que en esa época mantuvieron una relación sentimental que se prolongó por tres años aproximadamente. Antes del verano de 2015, el acusado intentó reanudar esa relación y comenzó a llamar por teléfono a la víctima y a enviarle mensajes constantemente. “La insistencia era lo que caracterizaba la actitud de Bajeneta”, sostuvo.

“La negativa de la mujer a reiniciar un vínculo fue lo que derivó en el acoso por parte imputado”, recalcó el fiscal y marcó diferentes afirmaciones del hombre donde expresó que Gabriela “era la mujer de su vida”, así como también afirmó que si no accedía a lo que pedía, se iba a suicidar. Esto generó miedo y preocupación en la víctima. Con la intención de terminar con esos intentos fue que consintió en asistir a la reunión en Plaza del Carmen.

Un amigo de la víctima fue quién la acompaño hasta el lugar y se quedó en el “Starbucks” ubicado frente a la confitería. Esto le permitiría tener una visión de lo que sucedía en el encuentro. Cuando Bajeneta llegó, cerca de las 16:30, se sentó al lado de Gabriela y mantuvieron una extensa charla. En las filmaciones que aportó el local, se puede observar como gesticulaba el acusado y como, en un momento, él la quiere tocar y ella se tira hacia atrás.

Cuando la reunión parecía terminada, Bajeneta se ofreció, en un gesto aparentemente caballero, a colocarle la campera que Parra había llevado. Una vez de espaldas, el imputado aprovechó el estado de indefensión y le infringió ocho heridas en el cuerpo. El fiscal hizo hincapié en la violencia desplegada por el hombre y destacó que, ya en el suelo, Gabriela intentó sacárselo de encima pero él continuaba con su ataque.

La situación se dio frente a todos los que se encontraban en la confitería en ese momento. Un hombre intervino, ante el grito de la víctima, y le arrojó a Bajeneta una silla, lo que le hizo perder el equilibro y atravesar el vidrio del local. Una vez fuera de la escena, el  acusado cruzó la Avenida Rivadavia e intentó autoinfligirse varias heridas con el mismo cuchillo que había utilizado minutos antes.

El amigo de Gabriela se acercó a Plaza del Carmen al notar el tumulto de gente. En el juicio, declaró que la víctima le había señalado su cartera en reiteradas ocasiones. Dentro de ese bolso, se secuestró una carta de Bajeneta a la víctima que decía: “Gaby jamás hubiera ni penzado (sic) que te toque otro hombre cumplo con la promeza (sic) que nos hicimos te amo mi nena”. Esa nota y una cadenita, también encontrada en la cartera, fueron la excusa del acusado para lograr el encuentro con Gabriela.

El fiscal destacó, además, el hallazgo de una navaja en la ropa del acusado que tenía una cinta blanca con la inscripción “con todo mi amor para Gaby” y lo calificó como un “preanuncio del desenlace fatal”. Hizo hincapié en el testimonio del amigo de la víctima, quién describió los constantes llamados y mensajes que recibía la mujer. El hermano de Gabriela, por su parte, negó que mantuviera en ese momento una relación con Bajeneta, tal como había afirmado el hombre en su indagatoria.

En esa declaración, el acusado afirmó que no recordaba nada de lo sucedido, ni siquiera de los momentos previos al ataque, así como aseguró que hacía más de diez años que tenía una relación con la mujer. El fiscal cuestionó esa versión e incluso, tuvo en cuenta algo que dijo el hombre sobre un intento de suicidio en diciembre de 2014 y del que la víctima no se habría enterado. “Si el imputado mantenía esa relación tan íntima, ¿cómo puede ser posible que Gabriela no supiera de ese hecho que protagonizó?”, se preguntó.

También, cuestionó la amnesia de Bajeneta al afirmar que no podía abarcar todos los hechos anteriores sino que debería, en todo caso, estar circunscripta al momento del ataque. “No puede la amnesia alcanzar los actos preparatorios de la situación: la confección de la carta; llevar el mensaje y la navaja; y la elección del lugar de encuentro”, resumió.

“No hay dudas de que esta situación fue preconcebida y planeada y que la amnesia es sólo una mera excusa para mejorar su situación”, afirmó. Consideró que no quedaron dudas de que actuó con conocimiento, voluntad y dominio de sus acciones y que quedó probado por los estudios médicos y por el informe de la Junta Médica realizada en la causa. Analizó las consideraciones de los profesionales: lo fácil que resultaba simular la amnesia, la marcada teatralización. Marcó que no surge que se haya tratado de una conducta automática.

“No hay dudas de que esta situación fue preconcebida y planeada y que la amnesia es sólo una mera excusa para mejorar su situación”, afirmó Saint Jean sobre la estrategia del imputado.

Al momento de explicar el porqué de los agravantes, citó la Convención de Belém do Para, que define lo que debe entenderse como violencia contra las mujeres: “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

En esa misma línea, recordó la sanción en 2009 de la ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres, cuya denominación de violencia se ajusta, según su consideración, a lo que se vio en la causa. Además, destacó lo manifestado por la ONU sobre las diferentes modalidades de femicidio.

Al fundamentar los agravantes, el representante del MPF citó la Convención de Belém do Para, que define lo que debe entenderse como violencia contra las mujeres: “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer".

Sobre la alevosía, explicó que Bajeneta actuó de forma segura, de imprevisto, con cautela y que buscó la indefensión de la víctima para que el ataque no le produjera riesgo alguno. Rechazó, además, que se puedan plantear en el caso la emoción violenta o las circunstancias extraordinarias de atenuación. “No fue un estallido emocional lo que ocurrió, no hubo una actitud de la víctima que pudiera provocar lo sucedido”.

Alegatos de la querella y la defensa

El abogado que representa a la familia de Gabriela valoró también los testimonios que dieron el amigo de la víctima, el hermano y dos personas que estaban dentro de Plaza del Carmen al momento del hecho. “Bajeneta preparó, planeó y consumó este hecho”, manifestó. 

La defensa, por su parte, pidió la internación del acusado en un centro psiquiátrico por considerarlo inimputable. Consideró que su conducta estaba seriamente comprometida por el consumo de drogas además de tener un trastorno de personalidad. “Quedó demostrado que no puede comprender la criminalidad de los actos”, cerró.