29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Un relevamiento de todas las sentencias dictadas por crímenes del terrorismo de Estado
Hay sólo 114 condenas firmes dictadas en 51 sentencias contra represores
La radiografía de la labor de los tribunales durante la vigencia del Estado de Derecho en los últimos treinta años revela puntualmente la mora actual de los tribunales revisores de sentencias.

La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad estableció que, desde el Juicio a las Juntas de 1985 hasta hoy, quedaron firmes 114 condenas por crímenes del terrorismo de Estado, que comprenden a un conjunto total de 108 personas juzgadas en 51 procesos. Las sentencias firmes son aquellas que deben cumplirse porque ya no quedan más recursos que puedan ponerlas en cuestión.

La cantidad de condenados en esa condición es poco más del 20 por ciento de condenas dictadas, que ascienden a 520. Pero, en ese contexto, debe tenerse en cuenta que en los últimos años se dictó la mayor cantidad de sentencias y que 160 fueron sólo en 2013.

La Procuraduría a cargo del fiscal general Jorge Auat, con la coordinación de Carolina Varsky, agrupó las condenas firmes por año en que fue dictado el veredicto. La variable permite cruzar esas cifras con las otras sentencias dictadas -en cada uno de esos años- que aún no adquirieron firmeza, lo cual echa luz sobre el crecimiento de la mora en los tribunales revisores, como la Cámara Nacional de Casación Penal y la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el último lustro.

Fiscales comparó la cantidad de veredictos dictados y los firmes en cada año, en base a relevamientos anteriores de la Procuraduría. El resultado revela que en 2008 hubo 29 condenas y de todas ellas hoy están firmes 26; en 2009 la relación entre sentencias dictadas y firmes es de 30 a 15, respectivamente; en 2010, la distancia se multiplica, con una relación de 99 a 15; en 2011 la situación empeora ostensiblemente, con 168 veredictos dictados y sólo 10 firmes, hasta llegar a 2012, cuando los números indican que hay sólo dos firmes de las 112 del año.

Datos singulares

La agrupación anual de las condenas firmes también refleja claramente los vaivenes en la política de persecución de los crímenes contra la humanidad de los últimos treinta años. Queda en evidencia que a partir de 2003 se incrementa la acción de los tribunales con la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y, sobre todo, después del 2007, con la creación de la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de Causas por Violaciones a los Derechos Humanos durante la época del Terrorismo de Estado, hoy Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, cuya política desde entonces fue promover juicios por circuitos represivos, para abarcar la mayor cantidad de víctimas y victimarios en cada proceso.

La cronología de sentencias firmes también muestra la vigencia casi total de impunidad en la década del '90, en la que sólo se arribó a siete en cuatro causas, todas por apropiación de niños y niñas.

Tal como lo indica el cuadro que acompaña esta edición, la agrupación de condenas firmes por año en que fueron dictadas es la siguiente: cinco de 1985; seis de 1986; cuatro de 1988; una de 1992; dos de 1993; dos de 1994; una de 1996; una de 1998; cinco de 2000; tres de 2001; dos de 2004; tres de 2005; dos de 2006; nueve de 2007; 26 de 2008; quince de 2009; quince de 2010; diez de 2011; dos de 2012.

Otro aspecto relevante del trabajo aparece en la figura de los condenados. De 108 represores que ya no cuentan con instancias de apelación, sólo hay cuatro que tienen más de una: el espía chileno Enrique Arancibia Clavel (dos), el médico de la Policía bonaerense Jorge Antonio Bergés (dos), el ex comisario general de la Policía bonaerense Miguel Osvaldo Etchecolatz (tres) y el ex agente de la SIDE Eduardo Alfredo Ruffo (dos).

En la lista de condenados con sentencia firme resaltan por contar con sólo una condena en esa condición los ex generales Luciano Benjamín Menéndez (quien suma diez en tribunales del centro y norte del país) y Jorge Rafael Videla, quien murió el año pasado mientras cumplía tres sentencias y estaba procesado en otras 21 por casi 1300 víctimas.

El informe también da cuenta de la cantidad de veredictos por jurisdicción. Por juicios realizados en la Capital Federal, hay 45 condenas firmes; en Mendoza, nueve; en General Roca, ocho; en Bahía Blanca, siete; en San Martín y Rosario, seis; en Córdoba, Corrientes, La Plata, Mar del Plata, cinco; en Morón y Posadas, cuatro; en Resistencia, una; y en Salta y Tucumán, dos.

El relevamiento de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad es el único de carácter oficial existente, aunque el Centro de Estudios Legales y Sociales, organización no gubernamental, también tiene el suyo. Es un registro de muy difícil elaboración, teniendo en cuenta que una sentencia puede cobrar firmeza con el último pronunciamiento del máximo tribunal o por el consentimiento de los condenados de las sentencias en etapas del proceso anteriores.