23 de abril de 2024
23 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El debate comienza este jueves en los tribunales federales de 8 y 50
Juzgarán en La Plata a seis ex policías federales por un raid represivo en octubre de 1977
Están acusados de homicidios, secuestros, tormentos, lesiones y robo. Los nombres de los acusados quedaron plasmados en un pedido de ascenso del jefe de la Delegación La Plata, que narró con detalle la persecución a militantes montoneros en cuestión de horas, con procedimientos encadenados.

Seis ex policías federales serán juzgados desde este jueves en La Plata por un raid represivo ocurrido el 11 de octubre de 1977 que dejó un saldo de tres homicidios y el secuestro de otras tres personas que fueron torturadas, una de ellas con graves consecuencias para su salud y otra que además sufrió el robo de objetos en su vivienda. La investigación de los hechos, que fue motorizada por la Unidad Fiscal de La Plata que interviene en los juicios por crímenes del terrorismo de Estado, surgió de las felicitaciones que ostentaban en sus legajos los policías ahora acusados y que fueron denunciadas en 2012 por el Grupo Especial de Relevamiento Documental (GERD) del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Los ex policías federales que van a juicio son el ex comisario y ex jefe de la Delegación La Plata de la PFA, Martín Eduardo Zuñiga (84 años); el ex inspector Rafael Oscar Romero (66); el ex sargento Horacio Alfredo Ortiz (71); el ex cabo Roberto Arturo Gigli (69), también ex integrante del Personal Civil de Inteligencia del Ejército, y los ex cabo 1° José Carlos Sánchez (66) y Jorge Alberto Blanco (69). Todos están detenidos: Gigli y Blanco son los únicos que permanecen en prisión y el resto, en sus domicilios.

Se los acusa por los homicidios de Adela Esther Fonrouge, Juan Oscar Cugura y de un hombre apodado “La Chancha”; la privación ilegal de la libertad, las lesiones graves y tormentos sufridos por Juan José Libralato; la privación ilegal de la libertad de Mauricio Emeraldo Mansilla y de Irma Guzmán de Arteaga, y el robo de objetos en la casa de Mansilla.

El juicio, que dará inicio el jueves a las 10.00 en la sala de audiencias de los tribunales federales de la calle 8 entre 50 y 51, estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de La Plata que por primera vez celebrará un debate por crímenes de lesa humanidad (desde 2004, cuando se celebró el primer juicio en la ciudad, todos estuvieron a cargo del TOCF N°1). Los jueces, todos miembros titulares del tribunal a cargo del proceso, serán Jorge Michelli, Nelson Jarazo y Alejandro Esmoris. El Ministerio Público Fiscal estará representado por la Unidad Fiscal Federal platense, integrada por los fiscales generales Marcelo Molina y Hernán Schapiro y el fiscal ad hoc Juan Martín Nogueira.

Mañana se llevará a cabo la audiencia preliminar prevista en la acordada 1/12 de la Cámara Federal de Casación para organizar el abordaje de la prueba y, a continuación, comenzará el debate.

El informe que pide los ascensos de los policías acusados señala que el grupo de tareas pidió autorización para actuar al área militar 113 y al Destacamento 101 de Inteligencia.

Escuadrón de la muerte

Según la documentación incorporada a la causa y a la investigación posterior de la Fiscalía, en la madrugada del 11 de octubre de 1977, a las 0.30, una brigada de la Dirección General de Inteligencia de la Superintendencia de Seguridad Federal se presentó en la Delegación La Plata de la PFA. Los policías porteños llevaban consigo información que le habían secuestrado el mes anterior en la Capital Federal al militante platense de Montoneros Juan Carlos Rodríguez, de 26 años, a quien habían capturado gracias a la información que le brindaron sus colegas de la capital bonaerense a través de canales de inteligencia.

Los policías dieron aviso de sus operaciones en la ciudad al Área 113, que tenía sede en el Regimiento de Infantería 7, y al Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército, y se lanzaron al domicilio de Rodríguez. Pudieron determinar que a las 5.30 de ese día la víctima iba a tener un encuentro con un compañero en la esquina de 7 y 43. Se trataba de Juan José Libralato, alias "Tito", quien fue emboscado y baleado y luego "hábilmente interrogado", tal como dejaron asentado en la documentación. También plasmaron que la víctima fue trasladada a la Capital Federal. Su cuerpo apareció en 2014 en el cementerio de Berazategui, donde fue inhumado como NN a fines de diciembre de 1977.

Luego, el raid policial continuó en la casa de Libralato, en la calle 80 entre 31 y 32, donde fue asesinada su esposa, Adela Esther Fonrouge, quien de acuerdo a la versión dada por los represores en su informe había ingerido una pastilla de cianuro, aunque su certificado de defunción señala que habría muerto como consecuencia de un disparo en el cráneo. El matrimonio tenía una niña de seis meses que fue auxiliada por los vecinos, que luego la entregaron a sus abuelos.

La individualización correcta de las víctimas se concretó gracias al cruce de fechas y otros datos que figuran en habeas corpus y causas judiciales de la jurisdicción.

El cuerpo de Fonrouge fue desaparecido y mantuvo ese estado durante 27 años, hasta que fue identificado en 2004 por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en una tumba NN del cementerio de La Plata. Los peritajes no pudieron ratificar ni descartar el disparo en el cráneo, pero para la Fiscalía cualquiera de las dos hipótesis -ingestión de cianuro o disparo- constituye homicidio.

Tras realizar el allanamiento ilegal de la casa de la pareja, los policías siguieron con sus procedimientos en un domicilio de la calle 64 entre 120 y 122, donde Rodríguez debía encontrarse con Juan Oscar Cugura, alias Ceferino, quien en esa fecha estuvo desaparecido hasta que en 2007 su cuerpo fue exhumado e identificado por el EAAF en la necrópolis platense. La desaparición de los cuerpos de Cugura y Fonrouge fue posible gracias al accionar policial, que -pese a contar con elementos para identificarlos- denunció las muertes de ambos en el Registro de las Personas como si se tratara de NN, lo cual derivó en que su inhumación posterior se realizara sin que se registraran sus nombres y otros datos.

Los policías federales continuaron con la faena en una casa de 160 entre 48 y 49, donde secuestraron a la pareja de un carpintero que -según sus propias averiguaciones- realizaba "embutes" o "berretines" para Montoneros. La mujer, Irma Guzmán de Arteaga, fue trasladada a Buenos Aires -según la versión policial- y hasta hoy permanece desaparecida.

Dos días más tarde, los policías montaron "un operativo de cerco de similares características al efectuado con el D.S. [en el vocablo represivo, Delincuente Subversivo] 'Ceferino'", en 32 y 23, donde Libralato debía reunirse con "Jorge" o "La Chancha", quien fue baleado y, según el informe, manaba "abundante sangre de la cabeza con pérdida de masa encefálica", por lo que la policía realizó su "inmediato" traslado al Hospital Naval. Murió en el trayecto, consignaron los agentes federales. Se presume que sería su cuerpo el que fue hallado en el cementerio platense en una tumba NN, próxima al lugar donde fue hallado Cugura, pero aún no se pudo establecer la identificación por ADN.

Ese 13 de octubre por la noche, los policías continuaron con los procedimientos en la casa de Mauricio Esmeraldo Mansilla, en 4 bis y 515 de Ringuelet, en las afueras de La Plata, en momentos en que la víctima se sentaba a cenar con su familia. La banda revisó el domicilio, robó objetos, se comió la comida y se llevó a Mansilla, tras lo cual lo entregó al Área Operacional 113. Mansilla, que sobrevivió, fue confinado en el centro clandestino de detención La Cacha, en Olmos, al oeste de la capital bonaerense.

Los cuerpos de dos de las víctimas fueron exhumados e identificados en tumbas NN del cementerio de La Plata. Otra fue hallada en el cementerio de Berazategui.

Los nombres para los crímenes

El informe que revela y describe los crímenes y que pide el ascenso para los policías que participaron de los procedimientos fue suscripto por el ex comisario Zúñiga y encontrado en el legajo del único policía aún prófugo en la causa, el agente Emilio Alberto Rimoldi Fraga.

Zúñiga fundó los pedidos de ascenso en la entonces ley orgánica de esa policía, que preveía reconocimientos para quien "lleve a cabo actos de arrojo o de habilidad profesional, cuyas consecuencias sean de gran importancia moral o material, y, en general el que ejecute acciones encomiables dignas de premio a juicio de la superioridad".

La identidad de las víctimas, que el informe policial no individualiza de modo completo, fue concretada por la Fiscalía platense mediante el cruce de fechas y datos de las causas abiertas en la jurisdicción, tanto en los juzgados federales como en la Cámara Federal de La Plata, que administra desde 1998 un gran acervo constituido por más de dos mil habeas corpus y los expedientes abiertos en el denominado Juicio por la Verdad.

El ex comisario Zúniga llegó acusado como autor mediato de los homicidios agravados de Cugura y de Jorge o "La Chancha", la privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas de Libralato, Guzmán de Arteaga y Mansilla, las lesiones graves e imposición de tormentos a Libralato, el robo doblemente calificado en perjuicio de Mansilla, y en carácter de coautor mediato del homicidio agravado de Fonrouge.

El ex inspector Romero, el ex sargento Ortíz, los ex cabos Gigli, Blanco y Sánchez, en tanto, fueron acusados en grado de coautores de los mismos hechos.