El Tribunal Oral en lo Crimimnal Federal N°1 de La Plata condenó esta tarde a 25 años de prisión a los cuatro ex policías bonaerenses llevados a juicio por el secuestro el 24 de junio de 1977 del poeta Daniel Omar Favero y de la estudiante de Bellas Artes, María Paula Álvarez, hecho que calificó como desaparición forzada y genocidio.

Los condenados, en grado de coautores, son el ex oficial de la Brigada de Investigaciones  Raúl Oralndo Machuca, el ex cabo Julio César Argüello, y el ex subcomisario de esa dependencia, Fernando Svedas. En tanto, el ex director general de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, fue condenado en grado de coautor mediato y su pena fue unificada con la anteriormente impuesta por el mismo tribunal en 2006. De tal forma, le fijaron una única pena de prisión perpetua.

Los jueces subrogantes Germán Andrés Castelli (presidente), César Álvarez y Roberto Agustín Lemos Arias postergaron la publicidad de los fundamentos de la decisión para el próximo 1° de abril a las 17.00.

Los fiscales Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira habían pedido anteayer la condena de los cuatro acusados a 25 años de prisión por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, pero el tribunal -por mayoría compuesta por Álvarez y Lemos Arias- adoptó la calificación legal solicitada por la querella, que pidió la misma pena pero por el crimen de desaparición forzada de personas.

En el juicio quedó acreditado que Daniel Favero y María Paula Álvarez fueron secuestrados el 24 de junio de 1977 de su departamento ubicado en la calle 57 entre 12 y 13 de La Plata por un grupo de policías de la Brigada de Investigaciones, entre quienes se encontraban Machuca y Argüello.

La detención ilegal fue producto de una emboscada que prepararon los policías, quienes vigilaron a la pareja desde un departamento contiguo al que vivían y aguardaron el momento propicio para sorprenderlos y luego llevárselos a los golpes en autos no identificados. La persecución se remontó a varios meses previos, en los que las familias de las víctimas sufrieron allanamientos ilegales e incluso fueron secuestrados algunos de sus miembros.

Favero, de 19 años, y Álvarez, de 22, militaban en la Juventud Universitaria Peronista.