El juicio a los cinco procesados por el contrabando de más de mil kilos de cocaína a Europa en contenedores de carbón vegetal, en la conocida causa "Carbón Blanco", fue suspendido durante diez días hábiles hasta el próximo 3 de julio, a raíz de una enfermedad que aqueja el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Resistencia, Rubén David Quiñones.

La novedad fue comunicada en la audiencia celebrada esta mañana, cuando por secretaría se hizo público el parte de un médico de la Gendarmería Nacional, quien minutos antes había examinado al juez y le recomendó reposo durante siete días como consecuencia de una "neumopatía obstructiva aguda", informó a Fiscales el fiscal general Carlos Amad, quien coadyuva en este juicio a su colega Federico Carniel.

El Tribunal, que junto a Quiñones integran Ramón Luis González y Eduardo Ariel Belforte, decidió entonces posponer el debate por diez días, el máximo que habilita el Código Procesal vigente para la suspensión de un proceso oral y público.

De esta forma, las audiencias se retomarán el 3 de julio, cuando se les recibirá declaración a los testigos que estaban previstos para hoy. Tras la realización de esa audiencia, el juicio continuará con otras testimoniales el 28 y 29 de julio, con el receso mediante de los días inhábiles de las dos semanas de la feria judicial de invierno, que en Resistencia comienza el 10 de julio.

El jueves 11 de junio, al día siguiente del comienzo del proceso, el juicio había sido suspendido durante tres días por el cambio del abogado del procesado Héctor Ángel Roberto y la necesidad de que su nueva letrada pudiera analizar el voluminoso expediente antes de ingresar al juicio. Durante esta semana, el debate oral tuvo audiencias el martes, miércoles y jueves.

En el proceso, están siendo juzgados el abogado Carlos Alberto Salvatore, sindicado como jefe de la organización, quien está alojado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza y es el único de los imputados que tiene autorización -por problemas de salud- para no participar de las audiencias, los empresarios Patricio Daniel Gorosito y los comerciantes Rubén Félix Esquivel, Carlos Pérez Parga y Roberto.

Todos están imputados de haber cometido, en distintos grados de participación, el delito de contrabando de estupefacientes doblemente agravado por el destino de comercialización, como así también por la participación de tres o más personas en un total de tres hechos que sumaron más de una tonelada de cocaína entre marzo y abril de 2012. La droga era camuflada en cargamentos de carbón vegetal que salían desde la planta de la empresa Carbón Vegetal del Litoral S.R.L., con sede en Quitilipi. Dos de los cargamentos llegaron a destino a Lisboa, Portugal, mientras que el restante fue interceptado en el Puerto de Buenos Aires.