El Tribunal Oral Federal N°2 de San Martín condenó hoy a los cuatro acusados por el delito de contrabando de estupefacientes por haber intentado en 2012 ingresar a Portugal un cargamento de 1235 kilogramos de clorhidrato de cocaína disimulado en el interior de tambores de pulpa de pera congelada. Las penas fueron de 9 años para Carlos Alberto Mulé y de 12 para Ariel Hugo Nieves Otero, Fabián Osvaldo Campagna y Ariel Gustavo Spadoni, junto con las accesorias en función de lo establecido en el Código Aduanero.

En su alegato, el fiscal general ante el Tribunal Oral Federal Nº2 de San Martín, Alberto Gentili, quien contó con asistencia de la Procuraduría de Narcocriminalidad, había solicitado que se condene a 10 años a Mulé y a 12 para el resto de los imputados, por considerarlos coautores del delito de contrabando agravado por la pluralidad de intervinientes y por tratarse de estupefacientes elaborados que por su cantidad se encontraban destinados a su comercialización, junto al decomiso de varios efectos incautados en diversos allanamientos, como teléfonos celulares, tres automóviles de alta gama e importantes sumas de dinero, que habían sido empleados para la comisión del delito.

Durante la investigación a cargo de Juzgado Federal de Campana, a cargo de Adrian Gonzalez Charvay, con intervención de la Fiscalía Federal de esa ciudad, a cargo de Pedro Rebollo y Fabián Matilla, se determinó que en 2012 los cuatro acusados junto a Carlos Alberto Ruvolo y otras personas aún no identificadas organizaron la exportación desde el Puerto de Zárate hacia la República de Portugal de 1235 kilogramos de cocaína, distribuidos en 1122 panes compactos. La droga había sido disimulada en el interior de tambores que contenían pulpa de pera congelada para burlar los controles aduaneros argentinos y esperando hacer lo propio al llegar a destino. La maniobra fue detectada en el puerto de Alcántara, en Lisboa, el 14 de diciembre de ese año y motivó la investigación llevada adelante por la División Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policia Federal Argentina.

Además, se contó con la colaboración de la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional del Ministerio Público Fiscal para obtener infomación que había sido solicitada por vía diplomática a España y Portugal.

Para el Ministerio Público Fiscal, los ahora condenados diseñaron y ejecutaron –de común acuerdo, de modo coordinado y con una clara asignación de roles- un plan criminal con pluralidad de intervinientes destinado a colocar en territorio europeo una ingente remesa de material estupefaciente que –tanto por su naturaleza como por su cantidad- no podía tener otro destino que su ulterior introducción al circuito ilícito de su comercialización. Nieves Otero, Campagna y Spadoni colaboraron en las tareas de acondicionamiento del cargamento en un galpón de la ciudad bonaerense de Zárate.

El plan incluyó la puesta en escena de una operación fraudulenta de comercio exterior mediante el artificio de crear un aparente cliente en territorio europeo (Belfer Tex SL, a cargo de Mulé), a través de una mercadería exportable con la que NIEVES OTERO y Campagna se encontraban vinculados de larga data: la pulpa de fruta, de complejo y difícil control para la autoridad aduanera por sus características sanitarias

Uno de los agravantes considerados por la Fiscalía para Nieves Otero fue la condición de oficial jefe retirado de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, junto con la circunstancia de que llevase adelante tramos relevantes de la actividad en el ámbito donde desempeñaba tareas jerárquicas.

Los jueces del Tribunal Oral, Daniel Petrone, Daniel Cisneros y Diego Leif Guardia, informaron que los fundamentos del fallo se conocerán el 11 de marzo.