19 de abril de 2024
19 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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La DOVIC intervino para que compareciera en cámara gesell
Un niño de 12 años declaró como testigo del maltrato policial a sus padres
El Programa Especial de Atención a Víctimas de Violencia Policial de la DOVIC brindó asistencia e información a la familia y acompañó durante el procedimiento. En la causa se investigan los malos tratos y la detención arbitraria de los padres del niño en la vía pública por parte de la Policía Metropolitana.

La Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas del Ministerio Público Fiscal (DOVIC) acompañó, contuvo y guió a un niño de 12 años que debió prestar declaración testimonial en una cámara gesell en el marco de la investigación de los malos tratos y detención arbitraria que sufrieron sus padres durante un procedimiento policial en Villa Urquiza.

El alcance de la labor de la DOVIC, que intervino a través de su Programa Especial para la Atención de Víctimas de Violencia Policial, se extendió a los familiares del niño testigo, a quienes proporcionó información sobre el tenor y la importancia de la medida. La declaración se produjo en una investigación preliminar abierta por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), a raíz de la derivación del caso por parte de una de las sedes de la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO) de la Capital Federal.

El niño -que declaró en el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación- fue convocado por la Procuvin porque había estado presente cuando un día de agosto de 2014 agentes de la Policía Metropolitana detuvieron el automóvil en el que viajaba junto a sus padres, su hermana de dos años y un amigo de la familia.

Aquél día, los policías interceptaron el vehículo en el cruce de Balbín y Crisólogo Larralde. Instantes antes, el conductor del auto -y padre del niño- había participado de un incidente menor con el chofer de un colectivo, a raíz de una maniobra que casi produce una colisión. De acuerdo con la investigación de la Procuvin, los padres de los niños y su amigo fueron tirados al piso y esposados, y en esa posición sufrieron la presión de los agentes que se apoyaron con la rodilla sobre sus cabezas.

La escena se dio en el marco de un espectacular despliegue de móviles y de personal policial. Los adultos fueron llevados a la comisaría una vez que una tía de los niños se hizo presente en el lugar y se hizo cargo de ellos. Los padres y su amigo detenidos fueron liberados rato después, pero les abrieron una causa por el delito de atentado, resistencia contra la autoridad y lesiones y una causa contravencional.

Una vez liberados, los padres hicieron la denuncia en la ATAJO, que puso en conocimiento de los hechos a la Procuvin, a cargo del fiscal general Abel Córdoba, para que se investigue si se trató de un caso de violencia institucional. Antes de judicializar el caso, la Procuraduría inició una investigación preliminar y, en ese contexto, dispuso diferentes medidas de prueba, entre ellas recepcionar la declaración de los tres adultos víctimas y del niño de doce años.

La citación del menor de edad resultaba importante para el Ministerio Público Fiscal por diferentes aspectos: porque fue testigo presencial de los hechos, lo cual permitirá contrastar su versión con la del resto de las personas que declararon, y porque era necesario verificar si -como consecuencia de esos hechos- había padecido algún trauma o secuela. Por esos motivos y también para evitar la revictimización del niño, la declaración fue tomada en una cámara gesell por un psicólogo. En caso de una secuela psicológica, que fue descartada, la DOVIC hubiera intervenido para su correcta derivación a un servicio de salud mental o un equipo de trabajo social.

El niño no concurrió a la primera citación realizada por la Procuvin, pero la intervención de DOVIC logró con éxito el testimonio, que se llevó a cabo el lunes pasado. Una integrante del Programa Especial para la Atención de Víctimas de Violencia Policial tomó contacto con su padre para constatar su situación, informarle del avance de las investigaciones, comunicarle la metodología y dinámica de la declaración a la que se convocaba a su hijo y explicarle la importancia.

También, se le propuso acompañamiento y se le ofreció una certificación que acredite el cumplimiento de la obligación de testimoniar, así como interceder ante su empleador a fin de explicar la llegada tarde a su trabajo. Se le explicó además la naturaleza de la declaración testimonial como una carga pública y se le adelantó que seguramente sería nuevamente convocado en caso de no asistir. En ese contexto, también se le remarcó que si se postergaba el acto luego sería más difícil recordarlo por la distancia temporal.