25 de abril de 2024
25 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Interviene la Fiscalía General ante el Tribunal Oral Federal de Paraná
Contundentes testimonios en el juicio a dos hombres acusados de explotar sexualmente a una adolescente
La víctima, que declaró por medio de cámara Gesell, aseguró que “fue vendida” a uno de los imputados a los 13. También relató "las reuniones" y "fiestas" a las que la llevaban para mantener relaciones sexuales con "los invitados". El próximo 10 de marzo alegará el fiscal José Candioti.

Los días 24, 25 y 26 de febrero se llevaron a cabo las audiencias del juicio oral contra dos hombres, identificados como José Cándido Manzanares y Dardo Rubén Darío Campoamor, imputados por el delito de trata de personas, al haber captado y trasladado a una joven menor de edad para explotarla sexualmente

Los hechos

La causa se originó la madrugada del 5 de diciembre de 2011, cuando Gendarmería Nacional realizaba un operativo documentológico de un automóvil que se desplazaba desde la ciudad de Victoria, ubicada en Entre Ríos, hasta Rosario, Santa Fe. En ese momento, se pudo constatar la presencia de dos hombres mayores de 60 años y una menor de edad dentro del vehículo.

Las declaraciones acerca de los motivos del desplazamiento fueron contradictorias, sumado a que la joven no tenía la documentación que acreditara la autorización de sus padres para realizar el viaje. Asimismo, las autoridades se comunicaron con la madre de la menor, quien expresó no tener conocimiento del viaje que su hija estaba realizando ni de sus acompañantes.

Ya en la sede judicial, la adolescente indicó que conocía a los imputados desde hacía dos o tres años, momento en que ella tenía 16, y que ya habría realizado viajes a diferentes provincias con ellos. Agregó que la habrían llevado a realizar diferentes actividades que consistían en comer asados, fiestas y reuniones en las que luego habría sido explotada sexualmente.

Como consecuencia, el representante del Ministerio Público Fiscal solicitó la elevación de la causa a juicio, “entendiendo que surge con claridad la situación delictiva imputada”.

Declaraciones

Durante el testimonio surgido a partir de las declaraciones en Cámara Gesell, la víctima de la causa aseguró que “Campoamor me vendió a Manzanares a los 13 años. Él me dijo que ahora Manzanares era dueño mío. Que él me había comprado y que yo tenía que hacer lo él me dijera”.

Y continuó: “una vez que fui rescatada me sentí aliviada pero sabía que no tenía que hablar. Manzanares me decía que nadie se tenía que enterar, que no hablara. Él me había dicho que si llegaba a pasar algo cambiara el chip del celular y que pusiera otro que no sea por el que habitualmente me llamaba o me mandaba mensajes. Cuando el juez me pidió el celular, acá en Paraná, me lo metí en el bolsillo, le cambié el chip y se le dí con otro que me había dado Manzanares”.

Más adelante, la víctima agregó que “cuando Manzanares salió de la cárcel, me dijo que iba a tener que trabajar el doble para pagarle lo que él había tenido que pagar de fianza”.

Finalmente, con respecto al otro de los imputados, Campoamor, declaró que no se siguió comunicando luego de "la venta". Sin embargo, reconoció que “tiene miedo” de cruzárselo en su camioneta porque recibía amenazas.

Asimismo, aseguró que, en agosto de 2013, Manzanares la amenazó haciendo gestos con su mano como si le fuese a cortar la cabeza.

Otra de las personas que declaró fue una testigo que conoció a la víctima y a los imputados cuando tenía 16 años, a través de una amiga. En ese momento, ella se había ido de su casa luego de una pelea con su madre. “Íbamos a asados, fiestas y peñas con un montón de gente grande, entre ellos abogados, médicos, empresarios y  mujeres, de entre 17 y 20 años, que llevaban Campoamor y Manzanares”.  Entre ellas, se encontraba la víctima de esta causa. Los encuentros se realizaban atrás del cementerio y en la zona de la terminal de ómnibus, en casas de los amigos de los imputados. Luego, las llevaban a hoteles ubicados en las afueras de la ciudad de Gualeguaychú y “les pagaban para tener relaciones con ellos”. Manifestó, además, que “tenían  varias relaciones en una misma noche”.

Además, la testigo señaló que sus primeras experiencias sexuales fueron con Campoamor, quien le pagaba 250 pesos, pero que también tuvo relaciones con Manzanares a los 13 años, quien le pagó 300 pesos. Agregó que Campoamor supo que había salido con Manzanares pero “no le dijo nada, le pareció bien”.

La madre de la víctima también declaró como testigo. Detalló que se encontraba en una plaza cuando su hija le comunicó que iba a realizar un viaje a la ciudad de Concepción del Uruguay con una amiga y que necesitaba saber dónde estaba guardado su documento. Cuando la mujer regresó a su vivienda, notó que su hija ya no estaba y que se había llevado la mochila de otro hijo.

Luego, agregó que cerca de las 3 de la mañana recibió un llamado de Gendarmería Nacional en el que le informaban que su hija se encontraba en el cruce Rosario-Victoria, camino a la ciudad de Córdoba junto a dos hombres mayores de edad y sin la autorización de sus padres. Al ser indagada, la madre de la menor aseguró que la joven no tenía autorización para dirigirse a esa provincia.

Por ese motivo, la víctima fue trasladada al Juzgado Federal en Paraná donde sus declaraciones acerca de los motivos del desplazamiento fueron contradictorias, lo que dio origen al inicio de la causa.

Finalmente, la mujer contó que en diciembre de 2013 fue interceptada en la calle por Manzanares, quien la amenazó ante las declaraciones de su hija en el juicio. Además, le entregó un papel, escrito a mano, con el nombre de un abogado a quien le dijo que tenían que ir a ver. A partir de esta declaración, el fiscal Candioti solicitó la realización de una pericia caligráfica a la policía provincial para constatar los dichos de la madre de la víctima.

Esta no fue suficiente para determinar si es o no el autor ya que habría que mandar a ampliar un cuerpo de escritura.

El próximo 10 de marzo se conocerán los alegatos de la fiscalía y de la defensa, y luego el juzgado estará en condiciones de dictar sentencia.