24 de abril de 2024
24 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Interviene la Fiscalía General Nº7 ante los Tribunales Orales Criminales y Correccionales
Comenzó un juicio contra dos policías acusados de falsedad ideológica y privación de la libertad
Está a cargo del juez Gustavo Rofrano, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº7. Los policías le habrían atribuido falsamente la comisión de un delito a dos jóvenes, en agosto de 2014.

El juez Gustavo Rofrano comenzó la semana pasada el juicio oral contra Roberto Carlos Maulín e Italo Sebastián Trombi, dos policías de la Comisaría N°26, en orden a los delitos de “privación ilegal de la libertad por detención ilegal con abuso de sus funciones” y “falsedad ideológica”, por haber detenido ilegítimamente a dos jóvenes y atribuirles falsamente un delito. El debate, en el cual interviene el titular de la Fiscalía General Nº7 ante los Tribunales Orales Criminales y Correccionales, Oscar Antonio Ciruzzi, continuará el próximo 2 de marzo.

Según el requerimiento de elevación a juicio realizado por el fiscal Julio Argentino Roca, el 7 de agosto de 2014 cerca de las 20, Maulín y Trombi pararon a tres jóvenes en la intersección de las calles Herrera y Araoz de Lamadrid, en el barrio de Barracas. Ante esto, uno de los jóvenes –que aún no fue identificado- comenzó a correr, por lo que Trombi lo persiguió.

Durante la huida, el joven descartó un arma 9 milímetros, pero el policía no pudo detenerlo, por lo que juntó la pistola y volvió a la esquina donde estaba Maulín con los otros dos jóvenes. Con el consentimiento de su colega, Trombi le colocó la pistola en las manos a uno de los detenidos. Sin embargo, ante su resistencia, le colocó el arma en la cintura y le afirmó que “todo sería más rápido” si le decía donde vivía “el pibe” que se había escapado.

Ante esta situación, y luego de media hora, fueron convocados dos testigos que observaron cuando los policías sacaban el arma de entre las ropas de uno de los detenidos. Después, se formalizó la detención y se los trasladó a la comisaría, con la correspondiente confección de actas de secuestro y de actuación, incorporadas en ese momento al sumario que llevó adelante el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº34.

En el debate, declaró uno de los damnificados, quién aclaró primero que el joven que huyó no era amigo suyo sino que jugaban a veces a la pelota juntos, al tiempo que indicó que cuando vieron el patrullero, se quedaron en la esquina y obedecieron al policía que les ordenó ponerse contra la pared y luego tirarse al piso.

Recordó que el policía, cuando volvió a la esquina después de la persecución, mencionó la pistola y que luego escuchó a su amigo gritar “que no le pongan nada”. Asimismo, señaló que no pudo ver porque le pusieron la capucha y lo tenían mirando el suelo, y agregó que luego habló con el otro chico y que éste le refirió que para ponerle el arma le habían puesto la rodilla en la espalda.

Otro de los testigos –que al momento del hecho se desempeñaba como empleado de seguridad- sostuvo que aquella noche estaba con un compañero de trabajo y salían de un club de la zona, cuando vio, desde la vereda de enfrente, la persecución y cómo el policía tomó la pistola que había descartado el hombre que huía.

Al llegar a la esquina vio a los dos jóvenes en el suelo y escuchó que uno gritaba y se quejaba: “qué haces, que me estás metiendo”. Ante esto, se quedaron mirando hasta que uno de los policías les gritó que se vayan y decidieron alejarse. Contó que, al tiempo, vio un cartel en la zona donde se pedían testigos y que por ello fue a hablar de lo que había presenciado.

El debate contó, además, con las declaraciones de seis policías que hablaron sobre la relación de la Comisaría 26 con el barrio y cómo había sido el hecho aquella noche. Todos coincidieron en que arribaron al lugar cuando los jóvenes ya estaban en el suelo.

Para la próxima audiencia, que se realizará el 2 de marzo próximo, están previstos tres testimonios y se definirá la fecha de alegatos.