Con la intervención del fiscal General ante los Tribunales Orales Criminales de la Capital Federal, Oscar Antonio Ciruzzi, comenzó hoy el debate oral y público que se sigue contra el músico Cristián Gabriel “Pity” Álvarez Congiu, acusado de los delitos de amenazas coactivas cometidas mediante el empleo de armas, portación de armas de guerra sin la debida autorización legal y daño simple (todos en concurso real) y de portación de arma de fuego de uso civil condicional, en concurso real con encubrimiento agravado.
Álvarez es juzgado para determinar su responsabilidad en dos hechos. El primero ocurrido el 3 de julio de 2010, en el interior del barrio Samoré, cuando María Ester Niveiro, su hija Ruth Ayelén Lupiano, y Johana Díaz se acercaron al músico para pedirle que les firmara autógrafos y se sacara fotos con ellas. Ante la negativa del rockero, la joven habría sacado la foto con su celular, lo que molestó al cantante, quien le arrebató el teléfono y destrozó contra el suelo.
Niveiro habría intercedido, pero entonces el ex líder de la banda "Viejas Locas" la amenazó con un arma de fuego. La pistola, con siete balas y la numeración limada, fue secuestrada pór el subinspector Fernández quien detuvo al músico a pocos metros del lugar.
El segundo suceso tuvo lugar el 19 de enero de 2012, cuando Álvarez fue hallado por personal de la Comisaría N°48, en una plazoleta del mismo barrio, portando una pistola calibre 45, también con la numeración limada, con cinco balas y sin la autorización legal.
Si bien las investigaciones de los dos hechos, tramitaron separadamente, al encontrarse elevadas a juicio, el Tribunal decidió acumularlas por cuestiones de economía procesal y realizar un sólo debate, en el que interviene el titular de la Fiscalía General N°7 ante los TOC, interinamente a cargo de la Fiscalía N°20 ante los Tribunales Orales Criminales de la Capital Federal.
Frente a la cuestión preliminar planteada por la defensa de Álvarez, a cargo de Hernán Carluccio y Bárbara Barlett, respecto a un peritaje sobre la salud mental del cantante -quien fue declarado inimputable en otros procesos- el Tribunal presidido por Pablo Laufer, e integrado por Patricia Mallo y Luis Niño, hizo lugar a la solicitud y dispuso la citación de los peritos médicos.
Luego, se leyeron las acusaciones contra Álvarez, quien se negó a brindar su declaración indagatoria. Sin embargo, en el interrogatorio personal, el ex líder de “Viejas Locas” e “Intoxicados”, refirió que durante 2010 fue su “peor momento, no tenía problemas con la droga sino con la dependencia a ella”, por lo que decidió voluntariamente internarse para rehabilitación, continuando en la actualidad con tratamiento ambulatorio.
Preguntado por el fiscal Ciruzzi respecto a los efectos que le producían los estupefacientes en relación a su trato con la gente, el “Pity” sostuvo: “la droga lo activaba a trabajar más, e incluso a estar dos días despierto”, pero que no le daba trascendencia a lo que ocurriera con la gente, pues “iba a donde tenía que ir del laburo”.
Los testigos
En la audiencia de hoy, declararon los policías Sebastián Fernández y Mariano Torchia, quienes brindaron precisiones sobre las detenciones del cantante en cada hecho que se le atribuye.
En julio de 2010, Fernández era subinspector en la Comisaría N°48, cuando fue derivado por el comando radioeléctrico para concurrir al Barrio Samoré, ubicado en la colectora de la Autopista Dellepiane Sur y la Avenida Escalada. Allí, se entrevistó con María Ester Niveiro, quien denunció que Álvarez le había sacado el celular a su hija, Ruth Ayelén Lupiano, y que se lo había roto, por lo que decidió interceder y que el cantante la amenazó.
Según sus dichos, el rockero se encontraba a unos veinte metros de las víctimas en su auto y estaba consciente, aunque refirió que “seguro estaba bajo los efectos de un estupefaciente, por la forma de hablar, arrastraba las palabras”. Recordó además haber secuestrado el arma y el Chevrolet Impala del músico, pero no el celular.
En relación al hecho de 2012, el agente Torchia dijo que estaba de consigna de la Comisaría N°42, en el barrio Samoré, cuando un vecino lo alertó sobre la presencia de un hombre descompuesto en la plazoleta de la zona. Al llegar, pudo ver a un muchacho inconsciente, al que no se le veía la cara, que vestía unas calzas transparentes, a través de las cuales se observaba que portaba un arma en la cintura, por lo que dio aviso al 911. Sostuvo que se quedó en el lugar para que nadie toque el arma, y que el cantante recién reaccionó cuando llegaron unos amigos.
El fiscal señaló una contradicción entre sus dichos y lo que había declarado en la Comisaría N°48: en el debate sostuvo no haber visto el secuestro del arma, ni haber convocado a los testigos, aunque en la sede policial indicó lo contrario.
Concluido el testimonio del oficial, el Tribunal Oral N°20 dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles 14 de mayo, a las 9:00, cuando declararan más testigos.