15 de mayo de 2025
15 de mayo de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervino el fiscal Carlos Marina
Condenaron a tres años de prisión a un hombre que golpeó a otro durante un incidente de tránsito y le provocó la muerte
El hecho ocurrió el año pasado. La víctima falleció tras dos meses de internación.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº19 condenó a tres años de prisión en suspenso a un hombre que golpeó a otro y le ocasionó la muerte luego de que el damnificado cayera al suelo y se golpeara la cabeza. La pena por “homicidio preterintencional” que propuso el fiscal Eduardo Marina es la máxima para este clase de delitos. La condena, a través de un juicio abreviado, fue aceptada por el imputado e incluye la realización de un tratamiento psicoterapéutico.

El 10 de julio de 2015, cerca de las 10:00, la víctima de 71 años intentaba cruzar la Avenida Monroe a la altura de la calle Valdenegro, ya que se dirigía a la parada de colectivos que se encuentra allí. Según los testigos que se presentaron en la causa, la tarea se le dificultaba ya que aquella esquina no tiene semáforos y la víctima utilizaba, además, un bastón.

Al llegar a la mitad de la avenida, el hombre se detuvo cuando un auto a gran velocidad le pasó por al lado, por lo que le arrojó un paraguas sobre el parabrisas. Según uno de los testigos, el auto  le habría pisado uno de los pies. Tras ese momento, Carlos Ayesa, de 62 años, estacionó su vehículo a dos cuadras del lugar, fue a buscar a la víctima y, sin intermediar ningún tipo de conversación, lo golpeó en la cabeza.

El hombre cayó al suelo, comenzó a convulsionar y a salirle sangre de sus oídos. Ante esta situación, el ahora condenado se dirigió a su auto con la intención de fugarse pero fue perseguido e interceptado por varias personas que vieron lo ocurrido.

Como consecuencia del golpe y la caída, la víctima sufrió fractura de cráneo, contusiones y hemorragia encefalomeningia. Tras ser atendido por el SAME y llevado al Hospital Pirovano, fue trasladado luego a un sanatorio privado, donde falleció el 11 de septiembre de 2015.

Para los jueces Horacio Barberis, Eduardo Fernández y Enrique Gamboa, Ayesa, “tuvo claramente la intención de lesionar a la víctima; tuvo el ánimo de dañar a la persona a quién dio muerte, sin que pudiera preveer ese resultado, además de no haberlo querido”. Sostuvieron que ese “ánimo de daño” quedó probado cuando se acercó al hombre y “le dio un golpe de puño sin mediar palabra” y establecieron que la muerte fue causada por la imprudencia del imputado.

Consideraron como agravante la superioridad física de Ayesa en relación al damnificado y el aprovechamiento de la diferencia de edad entre agresor y agredido, más cuando el último “aparentaba ser mucho mayor de edad”.