23 de abril de 2024
23 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervino la fiscal Ana Helena Díaz Cano
Condenaron a tres años y seis meses de prisión a un hombre que golpeó y amenazó a su pareja en reiteradas ocasiones
El hombre de 26 años aceptó su responsabilidad en un acuerdo de juicio abreviado y ya está detenido. Para los jueces, mostró “una persistente voluntad de sostener la humillación, obediencia y avasallamiento de la autonomía de la mujer”.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº9 condenó a tres años y seis meses de prisión a un hombre que golpeó y amenazó a su pareja en reiteradas ocasiones. Jonathan Portela asumió su responsabilidad en cuatro hechos de violencia de género en un acuerdo de juicio abreviado con la fiscal Ana Helena Díaz Cano. También, se declaró culpable por otros tres delitos. El hombre está detenido en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza.

El 9 de agosto de 2013, la víctima se despertó porque el hijo que tiene con Portela, en ese momento de dos meses de vida, lloraba. El hombre le dijo que se corriera, por lo que la mujer se acostó en el suelo con unas frazadas. Minutos después, Portela la agarró de los pelos y comenzó a pegarle en la cabeza mientras el bebé lloraba al lado.

“Hija de puta, te voy a matar, te voy a reventar el encendedor en el ojo”, la amenazó mientras la golpeaba. La encargada del hotel donde vivían, en Flores, estaba en la habitación de al lado y al escuchar los gritos y llantos, dio un par de golpes en la pared. Una vez que Portela volvió a dormir, la joven tomó sus cosas y fue hasta el Hospital Álvarez donde la entrevistó una trabajadora social. Luego, fue a declarar a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema.

Un mes y medio después, el 25 de septiembre cerca de las 14:00, Portela pateó a su pareja, la tiró al suelo y comenzó a patearla en sus costillas y brazos, para luego golpearla en la cara. Toda esta secuencia sucedió después de una discusión en la casa que compartían en el barrio de Constitución. La víctima fue hasta la Comisaría 28 a presentar la denuncia. “No es la primera vez que pasa, Jonathan es una persona muy posesiva y agresiva”, dijo en aquel momento. El policía dejó asentado en su informe que podía advertir a simple vista las lesiones de la mujer.

El 22 de diciembre de 2013, aproximadamente a las 00:30, Portela llegó a la casa donde convivía con su pareja. Habían peleado el día anterior y el hombre se había ido. La joven, al darse cuenta que su novio quería entrar, intentó impedírselo por el miedo que le tenía. No lo logró. Una vez adentro, Portela comenzó a golpearla mientras le gritaba: “por qué no me dejás entrar, te voy a matar, si me volves a hacer esto te voy a sacar el nene”.

Las agresiones no terminaron allí: la golpiza incluyó piñas y patadas por todo el cuerpo. La arrastró por el piso, le colocó un vidrio en el cuello y la amenazó: “si me denuncias te mato”. La joven logró escapar luego y fue nuevamente a la comisaría. En la denuncia, quedaron registradas las visibles lesiones en su cuerpo: raspaduras en sus brazos, sangre en su boca, hinchazón en su rostro y piernas.

Seis meses después, cuando la pareja ya se encontraba separada, Portela fue a buscar a su hijo cerca del mediodía a la casa de la mujer, en Flores. Cuando ella pasó a retirarlo por la esquina donde el acusado pasaba las noches, en Lafuente y Rivadavia, el hombre le dijo que no se lo iba a devolver. En ese momento, comenzó una discusión entre ellos, que luego derivó en una nueva situación de violencia: Portela la golpeó en la cara y tras tirarla al piso, la pateó varias veces en la cabeza.

Estos cuatro hechos fueron considerados por el Tribunal como lesiones leves agravadas por su comisión contra su pareja y mediando violencia de género en concurso ideal con amenazas simples; lesiones leves agravadas por su comisión contra su pareja y mediando violencia de género; lesiones leves agravadas por su comisión contra su pareja y mediando violencia de género en concurso ideal con amenazas coactivas agravadas por el uso de un arma; y lesiones leves agravadas por su comisión contra su ex-pareja y mediando violencia de género.

Para los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, los hechos son de gravedad ya que Portela “busca en todo momento menoscabar la integridad física y moral de la mujer, que es instrumentada con el fin de conseguir su sometimiento y subordinación”.

Consideraron que “la reiteración, progresividad y acumulación de violencia” por parte del hombre pone en evidencia “una persistente voluntad de sostener la humillación, obediencia y avasallamiento de la autonomía de la mujer”. Y agregaron: “no es menor la manipulación emocional y el involucramiento de un niño de cortísima edad en los hechos promovidos por el imputado”.

Para el Tribunal, los otros tres delitos por los que fue condenado (lesiones leves, hurto y resistencia a la autoridad) no son de mayor complejidad. Aunque cabe destacar uno de los hechos. El 16 de agosto de 2015, un hombre en Flores observó como Portela golpeaba a un niño en la calle y lo increpó: “qué le pegás a esa criatura, si querés pegarle a alguien pegame a mí”. En ese momento, el ahora condenado sacó un cuchillo y se lo clavó directamente en el hombro.