El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 condenó a 2 años y siete meses de prisión en suspenso a Alberto Otazú por tenencia de armas de guerra en concurso ideal con encubrimiento. La investigación se había iniciado el 5 de octubre de 2008, cuando Otazú fue detenido a la salida de un partido de fútbol en el Club Atlético Boca Juniors con dos pistolas calibre 9mm, una de ellas con silenciador. La fiscal que intervino en el juicio, Mónica Cuñarro, había solicitado tres años de prisión, también de ejecución condicional.

El proceso comenzó el 24 de febrero y culminó con la sentencia del jueves pasado. Desde la Fiscalía de juicio destacaron el resultado del trabajo coordinado con su par de primera instancia de La Boca, Susana Calleja, que implicó cruce de información de causas, objetos, bienes e imputados que aparecen disgregados en diversas investigaciones.

Durante el debate, declararon testigos y peritos y fue determinante la participación de la Gendarmería Nacional, que descubrió la rotura “ex profeso” de las armas incautadas que debían ser custodiadas en la Comisaría 24. Esos hechos también fueron investigados por Calleja, y la causa ya fue elevada a juicio por destrucción de medios de prueba y enriquecimiento ilícito.

Con el dictado de la sentencia condenatoria a Otazú, “se cumple con el objetivo de Política Criminal y las instrucciones generales vigentes de la Procuración General en materia de delitos complejos en coordinación con las fiscalías de primera instancia y oral, a la luz de los instrumentos internacionales vigentes contra la corrupción”, sostuvo la fiscalía.

Causas conexas
Hay varias causas abiertas vinculadas entre sí y que tienen como imputados a integrantes de las hinchadas de fútbol. En ese sentido, el lunes ante el TOC N°1 -el  mismo tribunal que juzgó a Otazú- comenzó el debate oral y público contra Rafael Di Zeo y Hugo Melo por tentativa de homicidio contra Richard Laluz Fernández, en un episodio que ocurrió el 12 de marzo de 2011 en el local bailable “Cocodrilo”.