Ayer, la Fiscalía Federal de Primera Instancia de Azul realizó una denuncia contra los dueños de un campo de la ciudad de Tandil por explotación laboral. La causa se originó luego de la fiscalización realizada por el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA), la Administración Federal de Ingresos Públicos(AFIP), la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), los ministerios de Trabajo de Nación y de la Provincia de Buenos Aires en distintos establecimientos rurales de la zona.

Los organismos constataron graves irregularidades en un predio que se utiliza para la cosecha de la papa. Se encontraron trabajadores rurales que realizaban sus tareas en deplorables condiciones de trabajo, seguridad e higiene. Los mismos empleados denunciaron que no cobraron sus salarios desde que iniciaron sus labores hace más de dos meses, que no recibieron alimentos y, que cuando se los dieron, se los descontaron de sus sueldos con sobreprecios. Tampoco existen en el predio lugares adecuados ni para vivir, ni para higienizarse.

Además, los inspectores encontraron que las maquinarias de trabajo no cuentan con las medidas de seguridad apropiadas y verificaron que los trabajadores no poseían la ropa de trabajo debe ser provista por el empleador.

Como consecuencia de estas serias irregularidades, el RENATEA se presentó ante la Fiscalía Federal de Tandil como denunciante de la causa en la que se investiga el delito de trata de personas con fines de explotación laboral.

Asimismo, la Fiscalía solicitó las órdenes de allanamiento al predio y al domicilio legal de la empresa que fueron autorizadas por el juez Martín Baba. El operativo en la sede de la firma fue realizado hoy junto con la Policía Federal, representantes de la Fiscalía y personal de la AFIP.

Finalmente, dos personas fueron rescatadas y deberán declarar ante el Juzgado Federal de Azul en las próximas horas. En tanto, del domicilio societario de la empresa, se secuestró documentación relacionada que deberá ser investigada.