24 de abril de 2024
24 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El hecho ocurrió en julio de 2012
Pidieron 12 años de prisión para tres acusados del secuestro extorsivo a un empresario
La fiscal federal Mónica Cuñarro reclamó ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 que los integrantes de la supuesta banda sean condenados por los delitos de “secuestro doblemente agravado por haberse cobrado el rescate y por haber sido consumado por tres o más personas” en concurso real con “robo agravado por el uso de armas”. El próximo viernes se conocerá el veredicto.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°1, compuesto por los jueces Luis Salas, Martín Vázquez Acuña y Gabriel Vega, escuchó los alegatos de las partes y comunicó que el viernes 17 de julio los acusados dirán sus últimas palabras y luego se conocerá el veredicto. Durante el juicio, que comenzó el 16 de junio pasado, declararon la víctima del secuestro, su hermano y los policías que participaron del operativo para liberarlo.

La fiscal comenzó su exposición con la descripción de lo sucedido la tarde del 28 de julio de 2012. La víctima salía de visitar un geriátrico en Villa Urquiza para su padre y, cuando marcaba el número de teléfono de su hermano, fue abordado por tres hombres armados. Los victimarios lo colocaron en la parte de atrás de su auto (un Peugeot 408) y le robaron dinero, dos celulares, un reloj, sus tarjetas de crédito y debito y documentos.

Con una de esas tarjetas, se realizó una extracción por 1500 pesos en un Banco Galicia ubicado a pocas cuadras del abordaje. Cuñarro hizo hincapié en la importancia tanto de las cámaras que están dentro del banco como las de afuera del cajero automático. Recordó que en las filmaciones se observaba como pasaba por la Avenida Constituyentes el auto de la víctima y, detrás, un Peugeot 206, de dónde salió el hombre que realizó la operación bancaria. Ese Peugeot es propiedad de uno de los acusados y luego sería encontrado en las inmediaciones del lugar de cobro del rescate. Allí se halló también el boleto de compra-venta del vehículo a nombre de Álvarez, lo que permitió luego establecer su número de celular y las comunicaciones que había realizado ese día.

Mientras sucedía todo esto, el hermano del hombre (que llegó a escucharlo cuando le decía “me están robando”) fue a realizar la denuncia por robo a la comisaría N° 39. Cuando estaba allí, recibió el primer llamado de los captores, que le exigían el pago de un rescate a cambio de la libertad de su familiar.

Durante su cautiverio, la víctima pudo identificar, por momentos, los lugares en los que estaba, según declaró en el juicio. Para la representante del Ministerio Público, su testimonio fue coincidente, por ejemplo, con los registros de los peajes, que dieron cuenta de los ingresos y egresos que hacían los acusados en el auto de la víctima.

Asesorado por la División Antisecuestros de la Policía Federal Argentina, el hermano finalmente pactó un lugar de pago del rescate, cercano al Shopping Unicenter. Para ese momento, la División tenía varias brigadas asignadas al caso, que intentaban monitorear los movimientos del auto de la víctima y del otro vehículo.

El hermano de la víctima llegó al lugar indicado y allí lo despojaron no sólo del dinero que juntó (5000 pesos y 300 dólares) sino también de unas pulseras de oro, 200 doláres más que había en la guantera de su auto y de su propio auto, un Volkswagen Gol. Mientras esto sucedía, otra brigada de la División Antisecuestros se tiroteó con los ocupantes del Peugeuot 408. Uno de los disparos dio en la goma del automóvil, por lo que luego de circular algunas cuadras, lo abandonaron con la víctima dentro.

Para la fiscal, todo esto sucedió en el lapso de tres horas, entre las 19:30 y las 22:30 del sábado. Consideró que Pablo Javier Alvarez, Leonardo Javier Scarfone e Iván Douglas Cuttiz formaron parte de un pan que procedió a “sustraer, privar de la libertad y secuestrar a la víctima”. Detalló que había un reparto de tareas y que todos tenían un dominio del plan general.

Cuñarro repasó las comunicaciones que hubo aquél día entre los tres acusados y las activaciones de las celdas y antenas telefónicas en lugares clave en la investigación, realizada en la instrucción por los fiscales Gerardo Di Masi y Fabián Céliz. Detalló que el celular de Álvarez fue ubicado en Capital Federal, luego cerca de dónde se pagó el rescate y, por último, se activó en las inmediaciones de dónde fue hallado su auto, el Peugeot 206.

Álvarez se comunicó con Cuttiz, acusado de haber estado con otro cómplice aún no identificado en el auto de la víctima. Esta comunicación se dio cerca de las 21, cuando se estaban ultimando los detalles del pago del rescate. En esa misma línea, el celular de Scarfone también fue registrado en la zona del Unicenter a esa misma hora.

La fiscal repasó los objetos que fueron hallados en los allanamientos a las casas de los acusados. En el caso de Álvarez, para el que pidió que se lo declare reincidente ya que tiene condenas por privaciones ilegales de la libertad en la provincia de Buenos Aires, recordó que se encontraron más documentos del auto Peugeot 206.

En el allanamiento realizado en San Fernando, en la casa de Cuttiz, se secuestró uno de los teléfonos de la víctima. El aparato fue reconocido por el hombre durante la audiencia. En el procedimiento a la casa de Scarfone, ubicada en Tigre, se hallaron elementos que lo relacionaban con los otros dos acusados y se secuestró un suéter similar al que llevaba el hombre que extrajo dinero del cajero con la tarjeta de la víctima.

Por su parte, las defensas los acusados reclamaron la absolución de los tres. Todos hicieron hincapié en la “inocencia” de sus defendidos y en que, a su criterio, no hay evidencia que los vincule con el secuestro.