26 de abril de 2024
26 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Los hechos ocurrieron entre marzo de 2012 y noviembre de 2013
Condenaron a siete años y seis meses de prisión a un hombre que abusó sexualmente de su sobrina
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº16 consideró que J.C.S. se aprovechó de la edad de la chica y de que ambos convivían en la misma casa. El fiscal Fernando Fiszer había solicitado que se lo condene a ocho años y seis meses de cárcel.

Los jueces Sergio Real, Inés Cantisani y Gustavo Javier González Ferrari condenaron a un hombre a siete años y seis meses de prisión por el delito de “abuso sexual con acceso carnal, aprovechándose de la inmadurez sexual de la víctima, agravado por la situación de convivencia preexistente”. El fiscal de juicio Fernando Fiszer había solicitado que se le fije una pena de ocho años y seis meses, en tanto que la querella que representa a la madre de la víctima había pedido diez años.

Según los jueces, y tal como sostuvo el fiscal en su alegato, J.C.S. abusó de su sobrina de 14 años entre marzo de 2012 y el 14 de noviembre de 2014, por lo menos en nueve oportunidades. Las situaciones se dieron tanto en la vivienda que compartían, en San Telmo, como en un albergue transitorio de la zona y en dos hoteles de la Ciudad.

Las situaciones de sometimiento concluyeron cuando los padres de la víctima descubrieron que les mentía con respecto a los lugares a los que iba. La adolescente recalcó además durante su testimonio que el ahora condenado le decía que la amaba y que era su “enamorada”. Al preguntarle por cómo se sentía luego de los hechos, la chica indicó: “No puedo vivir tranquila, lo odio, arruinó mi vida, no me puedo divertir, siempre tengo que estar preocupada”.

Tanto el Tribunal Oral en lo Criminal Nº16 como la Fiscalía valoraron el testimonio de la joven, al que calificaron de contundente y destacaron que no incurrió en ninguna contradicción durante el juicio. También, destacaron el relato de la madre de la joven y el informe médico interdisciplinario que determinó que la situación en la que se encontraba la víctima era de “alto riesgo psicofísico”. En el escrito, las profesionales advirtieron que había una “manipulación emocional” por parte de J.C.S. y que éste prestaba “especial atención a las necesidades de la víctima para lograr su cariño, interés y lealtad” para “mantener impunes sus comportamientos abusivos”.

En su alegato, Fiszer hizo hincapié en que el acusado se aprovechó de su condición de tío y que la convivencia “le facilitó una frecuencia de trato con la víctima, provocando inicialmente confianza, incluso al resto de la familia”. En esa misma línea, los jueces sostuvieron que el imputado “la fue seduciendo hasta entablar con ella una relación afectiva más sólida caracterizada por los encuentros furtivos con él para mantener relaciones sexuales”.

Al momento de la condena, el Tribunal ordenó que se mantenga la prohibición de acercamiento que tiene el hombre y el impedimento para salir del país.