La Procuración General de la Nación fue sede el lunes pasado de la jornada “Cooperación internacional en narcocriminalidad: intercambio espontáneo y entregas vigiladas”, que contó con la participación de jueces y fiscales con competencia en lo penal económico. El encuentro fue coordinado por el fiscal federal cotitular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) Diego Iglesias, y el direcctor General de Cooperación Regional e Internacional de la Procuración General, Diego Solernó, y tuvo como expositores al titular de la Fiscalía Especial Antidroga del Reino de España y Coordinador de la Red de Fiscales Antidrogas de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, Ignacio Miguel de Lucas Martín, y al agregado adjunto de la DEA en la oficina con sede en Buenos Aires, Michael Tooley.

En su discurso de apertura, Iglesias destacó que el objetivo del encuentro era que tanto los panelistas como los magistrados presentes pudieran compartir experiencias y prácticas en el terreno de la narcocriminalidad en base a tres ejes: comunicación, coordinación y cooperación. “Nos toca una tarea en la cual nos enfrentamos a bandas organizadas que no respetan fronteras, entonces tenemos que abordar el problema integrándonos entre nosotros. Si hay algo que aprendimos es que formando equipos y alianzas hemos podido superar dificultades que nos presentan las distintas jurisdicciones”, agregó.

En su presentación titulada “Investigación 3.0 de la delincuencia organizada”, Ignacio de Lucas Martín hizo énfasis en las dificultades que presentan para las investigaciones el uso de las nuevas tecnologías y la criminalidad organizada. Destacó que entre los errores más comunes se encuentra la aplicación de medios de investigación dirigidos a la delincuencia común y marcos procesales y de investigación que no siempre responden a la urgencia que estos casos ameritan. También puso de relieve la importancia de contar con la Red de Fiscales Antidrogas para el intercambio de información y la vinculación entre puntos de contacto, lo que permite incrementar la cooperación entre los países. “Es vital sumar la confianza, para poder compartir información sensible con otros fiscales”, agregó.

Antes de dar paso a la mesa de trabajo entre expositores, fiscales y jueces presentes, Tooley detalló cuál es el rol que ejerce el organismo al que pertenece. En ese sentido, destacó que al tratarse de una fuerza policial, la cooperación es un factor clave con los operadores judiciales de los setenta países en los que la DEA tiene oficinas fuera del territorio de los Estados Unidos. Además, relató la experiencia de su oficina en la realización de entregas vigiladas o controladas, y señaló la necesidad de incrementar la utilización de estas figuras para desarticular organizaciones criminales.

Finalmente, se realizó un debate entre los distintos expositores respecto a las dificultades operativas que se encuentran al momento de disponer una entrega vigilada. Todos remarcaron la necesidad de articular conjuntamente entre los organismos involucrados para dar cumplimiento a las obligaciones establecidas en las convenciones internacionales en materia de cooperación.