El pasado lunes 2 noviembre, el equipo del Programa Especial para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Maltrato y Abuso Sexual, dependiente de la Dirección de Orientación y Acompañamiento a la Víctima (DOVIC), participó del tercer encuentro con docentes de la escuela comercial Nº 15, de Saavedra, en el marco de la serie de actividades que el área de Formación y Promoción de Derechos de ATAJO realiza desde hace algún tiempo en esa institución escolar.
El encuentro fue coordinado por María Ana Martínez y Natali Goldberg, y participaron alrededor de treinta docentes, quienes acercaron inquietudes en relación a los protocolos de intervención ante la detección de situaciones de abuso o maltrato de adolescentes.
Desde la DOVIC se hizo énfasis en la importancia de cesar de inmediato con la situación de abuso y dar urgente intervención al Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires, organismo encargado de revertir la vulneración de derechos.
Uno de los puntos que más interés concitó el taller fue el relativo a los indicadores que deben ser observados a la hora de advertir una situación de abuso. En tal sentido, los docentes, en tanto referentes de los y las jóvenes, son quienes pueden notar algún indicio o bien ser receptores de la confianza de algún adolescente a la hora de narrar situaciones particulares.
La importancia de escuchar a los jóvenes que se acercan, sin ahondar en el relato de la situación y dando credibilidad a sus dichos, resultan un paso relevante en la interacción con las víctimas. Las especialistas destacaron que la posibilidad de nombrar lo sucedido y ponerlo en palabras son un logro para quien fue víctima de una situación traumática.
En virtud de ello, Martínez y Goldberg coincidieron en que la construcción del relato será un paso posterior, que la persona hará en su debido momento, según el caso.
Asimismo, destacaron que toda vez que un docente sea puesto en conocimiento de una posible situación de abuso es una obligación de la institución escolar ponerse en contacto con el Consejo. En tal circunstancia, se debe prever que el o la joven no vuelva al lugar donde se habría cometido el hecho hasta tanto no esté garantizado que no volverá a ocurrir una situación similar.
El encuentro finalizó con el compromiso de continuar trabajando durante el año próximo de manera conjunta con la escuela, los docentes y también los estudiantes delegados de los cursos, como posibles replicadores de los contenidos de cada charla.