El juez federal de garantías de Azul, Gabriel Di Giulio, dictó la prisión preventiva para tres de los cinco imputados de integrar una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes y dispuso el arresto domiciliario de dos mujeres, quienes fueron detenidos y detenidas el domingo pasado en un boliche del centro de esa ciudad, luego de que la Policía incautara drogas de diferentes tipos que tenían para la venta.

Las medidas de coerción, que tendrán una extensión de 20 días -tras los cuales el Ministerio Público Fiscal deberá argumentar la necesidad de su continuidad, en caso de que lo considere necesario-, fueron dispuestas este lunes en el marco de la audiencia de formalización de la investigación.

El titular de la Sede Descentralizada de Azul, Santiago Eyherabide, y la auxiliar fiscal María José Buglione expusieron previamente ante el juez las características de la organización que fue desbaratada con los procedimientos del domingo y cuyo funcionamiento venía siendo investigado desde principios de junio pasado. Señalaron que -de acuerdo con los elementos reunidos- al menos cuatro de los miembros del grupo organizaban fiestas electrónicas en las que se vendían pastillas de éxtasis, cocaína, tusi y LSD.

El juez también -a pedido del MPF- estableció el plazo de investigación en 120 días y ordenó peritajes en los teléfonos celulares y pen drives secuestrados, entre otras medidas como el levantamiento del secreto bancario y el secuestro de un vehículo. Asimismo, dispuso la inhibición general de bienes por 5 millones de pesos en relación con cada persona imputada.

Buglione explicó que los procedimientos se llevaron a cabo en el local Sara, el templo, ubicado en Yrigoyen 540, durante la fiesta electrónica organizada este domingo por la productora Berracos Producciones, firma que dependía de al menos dos de los hombres detenidos, oriundos de la ciudad de Tres Arroyos.

Añadió que el procedimiento en el local bailable fue simultáneo con allanamientos realizados en los domicilios de las personas investigadas, situados en Tres Arroyos y Azul, y que se incautó variedad de material estupefaciente, teléfonos celulares y dinero en efectivo. En los operativos participaron fuerzas especiales del Cuerpo de Infantería de Azul de la Policía bonaerense y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Tres Arroyos.

En este marco, explicó que en el local bailable se secuestraron 40 envoltorios de tusi, 36 de metanfetamina, 24 pastillas de éxtasis, 19 pequeñas dosis de cocaína, plantas de Cannabis Sativa y marihuana, tanto en baguyos como también en frascos y en cigarrillos armados.

El procedimiento en el local bailable Sara fue simultáneo con allanamientos realizados en los domicilios de las personas investigadas, situados en Tres Arroyos y Azul. Se incautaron estupefacientes, teléfonos celulares y dinero en efectivo.

Buglione indicó que en las tareas de inteligencia criminal previas al allanamiento del local se habían constatado “numerosas maniobras compatibles con la venta de estupefacientes”, y que se había identificado a los imputados como miembros de la organización.

Precisó que la investigación que derivó en los procedimientos de este domingo se había iniciado el 6 de junio, cuando la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Azul tomó conocimiento de que el 14 de junio se llevaría adelante una fiesta electrónica en esa ciudad en una ubicación secreta, donde se comercializarían pastillas de éxtasis, tusi (cocaína Rosa) y “pepas” (LSD).

Agregó que, a partir de la investigación desarrollada, se pudo establecer que dos de los organizadores integraban la productora encargada de organizar la fiesta Karnival, que se llevó a cabo el 14 de junio en el local Cacique Catriel, de Azul, y que durante el evento se registraron maniobras compatibles con la venta de estupefacientes llevadas a cabo por los dos principales investigados y se identificó a otro hombre y a una de las mujeres ahora imputada.

A partir de ello, sostuvo, se analizaron los movimientos de dinero que registraban los miembros de la organización y se interceptaron sus comunicaciones telefónicas, que permitieron establecer que el sábado 9 de agosto tendría lugar la fiesta en Sara, el templo, donde fue desbaratada la organización.

A su turno, el fiscal Eyherabide imputó a los tres hombres y a una de las mujeres la condición de integrantes de una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes agravada por haber ocurrido en un espectáculo público, mientras que a la restante imputada le atribuyó la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización con la misma agravante, ya que al momento de su detención en el local llevaba en su poder 17 gramos de tusi y marihuana ocultos dentro de una zapatilla y en los bolsillos de su campera.

Al momento de resolver, el juez Di Giulio evaluó las circunstancias particulares de cada imputado. Para dictar la prisión preventiva de los tres varones consideró la gravedad de los hechos, su rol protagónico en la organización y los riesgos procesales.

En el caso de las dos mujeres sobre la que se dispuso la prisión domiciliaria, tal como lo solicitó la fiscalía, se valoró que la imputada por tenencia con fines de comercialización no cuenta, en principio, con posibilidades de entorpecer la investigación y que la otra acusada tiene a su cuidado a un niño.