El responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°30, Gustavo Pierretti, procesó el jueves pasado a una joven de 19 años que está acusada de haber captado a un turista estadounidense a través de una aplicación de citas, para drogarlo y robarle sus pertenencias, en un hecho ocurrido en septiembre de 2024 en un departamento que la víctima alquilaba temporariamente en la calle Humboldt al 2400, en el barrio porteño de Palermo. En el caso, interviene la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº10, a cargo de Alberto Adrián María Gentili, y las huellas dactilares halladas en la escena fueron clave para identificar a la sospechosa.
La imputada fue procesada como coautora del delito robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda, previsto en el artículo 167 inciso 2 del Código Penal, que establece una pena de entre 3 y 10 años de reclusión o prisión. Además, el juez trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 15 millones de pesos.
La investigación de la fiscalía continúa con el objeto de identificar y buscar a otros dos hombres que ayudaron a la mujer a llevarse las pertenencias de la víctima.
El caso
La investigación se inició luego de que personal de seguridad del edificio donde alquilaba el turista diera aviso al sistema de emergencias 911 por la presencia de personas extrañas y para auxiliar a la víctima. Así, se desplazaron efectivos la Comisaría Vecinal 14B de la Policía de la Ciudad, que se entrevistaron con un custodio.
En ese contexto, el hombre le refirió que cerca de las 22.20 una mujer se acercó a la reja y les flanqueó el acceso a otros dos hombres. Minutos después, los tres volvieron a bajar y el empleado les abrió la puerta para que se fueran. Sin embargo, notó que los hombres portaban mochilas que no tenían al ingresar, ante lo cual les consultó de qué departamento venían. Tras responderle, los sospechosos comenzaron a correr por la calle Humboldt, se subieron a un vehículo y huyeron del lugar.
El custodio revisó las grabaciones y vio que, a las 20.30, la mujer había entrado al edificio junto a un turista estadounidense que alquilaba uno de los departamentos. Así, se dirigió a la unidad, tocó timbre y, ante la falta de respuesta, llamó a la policía.
Una vez arribado el personal policial, y dado que el inquilino seguía sin responder, se convocó al Cuerpo de Bomberos que abrió la puerta de la vivienda. Allí encontraron al hombre tendido en la cama, quien volvió en sí tras unos instantes.
El representante del Ministerio Público Fiscal entendió que la imputada ejerció violencia y “anuló la defensa de la víctima, mediante el uso de una sustancia narcótica y/o hipnótica” y “aprovechó el estado de vulnerabilidad del mismo sustraer sus pertenecías las cuales no fueron halladas”.
En su declaración ante la policía, la víctima relató que había alquilado el departamento entre el 11 y el 30 de septiembre a través de la plataforma Airbnb. También señaló que el 13 de septiembre contactó por la aplicación de citas Tinder a una mujer que se hacía llamar “Candi”, con quien concertó un encuentro en su vivienda para el día siguiente.
El día del hecho, la sospechosa llegó al departamento y comenzaron a consumir un vino espumante, tras lo cual perdió el conocimiento y, cuando lo recobró, advirtió que le habían sustraído dos celulares marca iPhone, una computadora MacBook Air, unos auriculares Bose, un reproductor de música JBL, un cargador, un reloj Bulgari, ropa y calzado, una mochila y viagra.
Ocho huellas en una copa
La clave para identificar a la imputada estuvo en el trabajo pericial del personal de la Sección Gabinete Científico Área IV Norte de la Policía de la Ciudad. Los expertos levantaron rastros en el departamento y obtuvieron varias huellas digitales, algunas de ellas en una copa de vidrio hallada junto a la cama, que eran aptas para cotejo.
Gracias a la base de datos del Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (SIBIOS), la División Papiloscopía y Patronímica de la Policía de la Ciudad identificó ocho rastros dactilares obtenidos de esa copa como pertenecientes a la acusada: dos de su dedo índice derecho, otro de su pulgar izquierdo y tres del índice de su mano izquierda.
Otras dos víctimas, misma modalidad
La consulta con diversas bases de datos reveló que la joven identificada como la presunta autora del hecho de Palermo ya había sido detenida en octubre de 2024, en el marco de otra investigación desarrollada por la Unidad Funcional de Instrucción N°1 de La Plata, por otros dos robos cometidos bajo esta misma modalidad, vulgarmente conocida como “viuda negra”.
El primero de los hechos fue otro robo agravado por ser cometido en poblado y en banda, que está en etapa de juicio ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 del departamento judicial de La Plata. En este caso, el 18 de agosto de 2024, la mujer contactó por Tinder a otro hombre y luego intercambiaron mensajes a través de la aplicación WhatsApp, y concertaron un encuentro. La víctima buscó a la mujer en la esquina de San Juan y Boedo, y se dirigieron a su vivienda en La Plata, donde sedó al hombre y les franqueó el acceso a otros tres cómplices. En ese momento, la víctima recobró la consciencia, por lo que los tres hombres lo golpearon y le causaron lesiones. Tras ello, los cuatro implicados se fueron del lugar con un botín que consistió en seis relojes, perfumes importados, tarjetas de crédito y débito de la víctima, tres iPhone y otros objetos de valor.
El segundo caso, calificado como robo agravado por su comisión con llave verdadera previamente sustraída, ocurrió el 22 de agosto de 2024, bajo la misma modalidad y también con una víctima oriunda de La Plata. En esa ocasión, le robaron una camioneta Nissan Frontier blanca, una billetera con documentación y tarjetas bancarias, un celular Motorola, una notebook Dell, U$S 8.000, $300.000 y otros objetos de valor.
La clave para identificar a la imputada estuvo en el trabajo pericial del personal de la Sección Gabinete Científico Área IV Norte de la Policía de la Ciudad. Los expertos levantaron varios rastros en el departamento y obtuvieron varias huellas digitales, algunas de ellas en una copa de vidrio hallada junto a la cama, que eran aptas para cotejo.
Procesamiento
El 11 de septiembre pasado, el fiscal Gentili le solicitó al juez que indagara a la joven como coautora del robo en poblado y en banda, que damnificó al turista estadounidense.
Para así proceder, el representante del Ministerio Público Fiscal entendió que la imputada ejerció violencia y “anuló la defensa de la víctima, mediante el uso de una sustancia narcótica y/o hipnótica” y “aprovechó el estado de vulnerabilidad del mismo sustraer sus pertenecías las cuales no fueron halladas”.
Ahora, el juez Pierretti tuvo por probada la intervención de la joven en el hecho investigado y dispuso su procesamiento con prisión preventiva, al tiempo que trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 15 millones de pesos.
En tal sentido, el responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°30 consideró que “la imputada realizó publicaciones en la red social Tinder bajo el falso nombre de ‘Cande’ con el fin de lograr una cita con alguna persona y, de tal modo, el damnificado se contactó el día anterior al hecho con la encausada, quien en todo momento ocultó su verdadera identidad, para lograr un encuentro en el domicilio de la víctima el día 14 de septiembre de 2025”.
Agregó que, en una distracción de la víctima, la mujer “le habría colocado en la bebida que ingirió la víctima algún psicotrópico, estupefaciente, narcótico o alguna otra sustancia que no se pudo establecer con precisión, pero que claramente, por los síntomas que padeció a continuación el nombrado, resultaría ser un inductor del sueño”. Así, el damnificado “se mantuvo en un estado de profunda inconsciencia durante al menos más de tres o cuatro horas, toda vez que en ningún momento despertó pese a que ingresaron tres personas quienes le sustrajeron sus pertenencias, y que fue llamado en reiteradas ocasiones a su puerta” por el personal de seguridad del edificio y la policía, que recién accedió al inmueble luego de que los bomberos forzaran el acceso.
En su resolución, Pierretti también consideró que “la imputada se encuentra involucrada en otros dos episodios cometidos con una antelación de poco menos de un mes, en los que los damnificados fueron víctimas también de la violencia ejercida por la autora del hecho mediante el suministro que realizó sin sus consentimientos de una sustancia psicotrópica inductora del sueño”, en sus viviendas de la localidad bonaerense de La Plata.
“El suceso fue desplegado en un plan previamente orquestado por la imputada junto con la clara coautoría de al menos otras dos personas del sexo masculino, por cuanto la encausada desde el inicio se identificó bajo un nombre falso ‘Cande’ en las redes sociales y luego, frente a la víctima para lograr una cita en su vivienda”, señaló el juez y añadió que “una vez allí lo indujo a un estado de inconsciencia para, seguidamente, en clara connivencia con los coautores del hecho, sustraerle sus elementos de valor junto con estos últimos, quienes aguardaban en las inmediaciones del edificio en horas de la noche, franqueándole el acceso la propia encausada a los dos individuos no identificados con quienes ingresó al departamento del damnificado, mientras éste dormía y se apoderaron de los objetos del delito para seguidamente darse a la fuga a bordo de un rodado”.