21 de diciembre de 2025
21 de diciembre de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Declararon dos manifestantes y cuatro ex jefes policiales
19 y 20 de diciembre: "El operativo fue improvisado"
El ex director de Investigaciones Judiciales de la Policía Federal José Daniel Portaluri afirmó que los agentes apostados en la zona de Plaza de Mayo “no estaban adiestrados para el control de disturbios”.

Esta tarde, uno de los testimonios que escucharon los jueces José Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Javier Anzoátegui durante una nueva audiencia por la represión ocurrida a lo largo de la Avenida de Mayo, entre la 9 de Julio y la Plaza de Mayo, durante la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 sorprendió tanto a la fiscalía a cargo de Mauricio Viera como a los querellantes, y sobre todo al ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos. Se trata del ex director del departamento de Investigaciones Judiciales José Daniel Portaluri, dependiente de la Superintendencia de Asuntos Internos de la PFA, quien calificó como "improvisado" el operativo de aquellos días.

"Se lo dije a todos cuanto me lo preguntaron. Sin dudas lo hablé”, afirmó ante la mirada de disgusto de Santos. Además, expresó que los policías y los manifestantes “estaban en peligro”. Portaluri tampoco pudo precisar si el acusado y por entonces responsable del Departamento de Control e Integridad Profesional de la Fuerza Orlando Olivero estuvo en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, aunque aclaró que por comentarios sí habría estado.

Ante la consulta del fiscal ad-hoc Mariano Domínguez, Portaluri –el último en declarar- dijo haberse enterado de que se formaron brigadas en la Superintendencia, lo que le llamó la atención porque los agentes de esa área "no estaban adiestrados para el control de disturbios". “Fue improvisación”, concluyó.

Fue una audiencia en la que no estaban previstas grandes sorpresas. No era la primera vez que las partes escucharon las declaraciones de víctimas y de los policías que participaron de la represión que concluyó con la renuncia del ex presidente Fernando De La Rúa.

El primero de la lista fue Federico Rotztein, quien fue detenido sobre la calle Reconquista y trasladado a la Comisaría 4ª. Rotztein y los amigos con los que se había acercado al lugar “para manifestar por lo que pasaba en el país” llevaban la cara tapada para evitar los efectos de los gases lacrimógenos. En un momento, llegaron a divisar que la Plaza de Mayo estaba vacía y que no podrían ingresar. Al darse vuelta para retroceder, fueron aprehendidos por los policías. Dentro del camión celular, advirtió “gente lesionada, golpeada y con marcas de balas de goma”. Además, expresó su “incertidumbre" sobre lo que les pudiera pasar al llegar a la dependencia policial.

Luego fue el turno de Jorge Luis Villegas, que por su trabajo transitaba frecuentemente por Tacuarí y Avenida de Mayo. Luego de refugiarse en el hall de un hotel, salió nuevamente a la calle y se encontró con una persona herida, con los pies apuntando “hacia la Plaza y la cabeza para la 9 de Julio”. Durante su testimonio, narró que se acercó para intentar reanimarlo con maniobras de Resucitación Cardio Pulmonar (RCP), pero que prefirió hacerse a un costado al pensar "el pibe se va” mientras la víctima se ponía morada. ”Fue más que una bala de goma, evidentemente”, evaluó. El joven herido, quien luego falleció, era Gastón Riva.

Tras ellos, brindaron testimonio los jefes policiales el ex jefe de la Superintendencia General de Bomberos Agustín Alberto Divenosa y su par de la Superintendencia de Policía Científica Roberto Eduardo Giacomino. Divenosa fue preguntado por el tribunal y por el fiscal Viera sobre la función de la dependencia a su cargo durante aquellas jornadas y sobre la reunión de la “plana mayor”, entre quienes participó el imputado y ex jefe de la Dirección General de Operaciones de la fuerza Raúl Andreozzi. Según el testigo, desde esa junta provenían las órdenes.

Giacomino, por su parte, desconoció si estaba “amenazada la presidencia” y no dijo no recordar los sucesos en la zona. Además, expresó que se disponía a intervenir con el área a su cargo si se lo solicitaban, lo que no habría sucedido. Preguntado sobre si sabía de la existencia de un protocolo que establezca cuándo y en qué circunstancias la policía puede portar armas, dijo desconocerlo y no querer “enterarse”, porque se es “policía las 24 horas”.

Tras un cuarto intermedio, fue el turno de Oscar Froilán Sayago, quien rememoró aquel día como “un momento muy difícil” y dijo no acordarse si habían recibido instrucciones particulares para proceder luego de la reunión en la superintendencia. Además, coincidió con Portaluri en no poder determinar con precisión si Orlando Oliverio estuvo en la calle. “Puede ser que haya salido”, estimó. Como es costumbre en las audiencias, dijo no recordar si se conformaron brigadas, aunque sí habría circulado un memorando para permanecer “en apresto”, lo que implica quedar a la espera de directivas. Por otra parte, señaló que al día siguiente firmó una nota “propiciando una investigación administrativa”, al enterarse de los hechos por televisión.