El fiscal de Morón Leonel Gómez Barbella solictó sobreseer a las tres personas que se encuentran detenidas en un pabellón del Complejo Federal de Jóvenes Adultos de Marcos Paz acusadas de ser “cabecillas” de una pelea en la que se dañaron mesas, sillas plásticas, cuatro teléfonos y una pileta tipo “bacha” del penal. El representante del Ministerio Público argumentó que no se determinó cómo y por qué se ocasionaron los daños y cuál habría sido la conducta de cada implicado.
El Servicio Penitenciario había denunciado que un grupo de internos comenzó una discusión cercadel sector de los teléfonos públicos. Los uniformados afirmaron que en medio de la pelea, los detenidos intercambiaron golpes y palazos, que se arrojaron parte del mobiliario durante las corridas y que comenzaron el incendio.
El juez interinamente a cargo del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 1 de Morón, Juan Pablo Salas, había dictado el procesamiento de tres de los detenidos por considerarlos coautores penalmente responsables del delito de daños, decisión que confirmó la Sala II de la Cámara Federal de San Martín.
Sin embargo, el fiscal Gómez Barbella consideró que "la imputación que se formula es un tipo penal doloso, que debe ser cometido por el autor con intención y a sabiendas de su antijuridicidad". El representante del Ministerio Público, quien contó con la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), agregó "no está acreditado que los autores hubieran actuado con dolo en su conducta, es decir que su obrar estuviera direccionado a dañar bienes de uso público, pues no se encuentra acreditado el mecanismo de producción de la rotura de la pileta y teléfonos, y menos aún, si estaba dirigida a cometer los daños que se les achacan".
La filmación del penal muestra los teléfonos ya arrojados al suelo y la pileta deteriorada, sin poder observarse el modo en que esos bienes habrían sido rotos. Se suma a ello que no se cuenta con declaraciones testimoniales ajenas al personal del Servicio Penitenciario, como por ejemplo, en lo que respecta a cómo culminó con el secuestro de elementos punzantes.
De las declaraciones testimoniales tomadas durante la instrucción, se desprende que ninguno de los testigos del Servicio Penitenciario presenció el momento en que se iniciaron las discusiones, sino que se tomó conocimiento del mismo cuando ya era de magnitud.
Un testigo declaró que recibió un disparo de escopeta en el muslo de su pierna izquierda durante el hecho investigado. Según el testimonio "uno de los escopeteros, casi cuando estaba terminando el problema, comenzó a tirar para abajo”. Además, denunció que el Servicio Penitenciario Federal le hizo “firmar un acta de lesión diciendo que se lastimó ‘yendo al montón’”. A raíz de este testimonio, el fiscal Gómez Barbella decidió investigar el accionar del personal penitenciario que participó de la represión dentro del pabellón, para lo cual le requirió al juez que se forme causa por separado.