La ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, declaró hoy durante más de cuatro horas como testigo en el juicio por el encubrimiento y desviación de la investigación del atentado a la AMIA que lleva adelante el Tribunal Oral Federal Nº2. Desde las 10:30, comenzó a contestar las preguntas formuladas por la Unidad Fiscal AMIA, cuyos cotitulares Sabrina Namer y Roberto Salum, junto al fiscal ad-hoc Miguel Yivoff, representaron al Ministerio Público Fiscal en la audiencia. Luego, respondió las consultas de las querellas y defensas, hasta pasadas las 15:30. La convocatoria para que brinde testimonio fue circunscripta a su rol como integrante de la Comisión Bicameral para el seguimiento de los Atentados a la Embajada de Israel y Amia, en calidad de legisladora, entre 1996 y 2000.

La comisión de seguimiento

La ex mandataria explicó que la Comisión  legislativa “se creó porque había demandas públicas de la sociedad sobre la marcha de la investigación”. Y en ese sentido, precisó que “eran los familiares quienes tuvieron la voz cantante de los reclamos”. Su función era de “contralor” de lo que sucedía en la pesquisa judicial, y entre sus integrantes recordó a Carlos Soria -en calidad de presidente-, Melchor Cruchaga, Juan Pablo Cafiero y Marcelo Stubrin. Sus apreciaciones fueron vertidas en una serie de dictámenes, de los cuales firmó algunos en minoría, pero “con críticas comunes a los organismos de seguridad e inteligencia”. “Había algunos (integrantes de la comisión) que hablaban con (Juan José) Galeano con más frecuencia que otros”, deslizó.

En cuanto a su disidencia en esos dictámenes, más precisamente sobre la labor del Juzgado, manifestó que “había cosas que no iban a pasar el filtro de un juicio oral”, y entre los ejemplos mencionó la existencia de testigos “reservados”. “No se trataba de que la investigación se cayera o no, sino saber la verdad”, continuó. Y añadió: “Mi único objetivo siempre fueron los familiares".

La declaración de Lifschitz

En ese sentido, respondió que con el testimonio del prosecretario del Juzgado Federal interviniente, Claudio Lifschitz, se “unían las piezas del rompecabezas”, porque “era la primera persona que había tenido acceso al expediente” que lo hacía. “Quedaba la sensación de que se había querido ocultar o que hubo información previa al atentado”, consideró. En esa línea, definió a esa declaración como “un parteaguas” y “lo que definió mi disidencia”, graficó.

Una reunión "borrascosa”

Así, calificó la ex presidenta de la Nación a la segunda reunión que mantuvo junto a sus compañeros de comisión con el ex juez federal Juan José Galeano y algunos otros funcionarios. La testigo no recordó si estuvieron presentes los fiscales Eamon Muller y José Barbaccia. La reunión, que poco tiempo duró, se había llevado adelante en una sala del subsuelo de los tribunales federales de Retiro en Comodoro Py 2002.

Según sus dichos, el entonces magistrado había llevado a la reunión los cuerpos de la causa AMIA porque “quería impresionarnos con el volumen de la causa”, estimó. Luego, relató que como integrantes de la bicameral tomaron un expediente al azar, “como muestreo”, que en su mayoría estaba lleno de fotos de un taller.  “Soy abogada y si tomo un expediente del atentado terrorista más grande de la Argentina, y veo hojas y hojas de fotos de un taller, de arriba y de abajo, y nada más, que no tenían la menor importancia (…) había hecho “un trabajo para juntar papeles”, contó la ex mandataria.

Asimismo, narró que se acercó a Galeano y le preguntó acerca de la información a la que habían accedido respecto a un llamado telefónico de Munir Menem, hermano del entonces presidente y acusado Carlos Menem, interesándose por la situación de un imputado. "Accedimos a ese conocimiento por intermedio de Lifschitz y yo quería confirmarlo con el propio juez. Había tomado estado público el llamado”, dijo Fernández de Kirchner.

Sobre el video y el acuerdo para el pago a Telleldín

En cuanto al video que registra la conversación entre el por entonces juez instructor de la causa, Juan José Galeano, y el reducidor de autos Carlos Telleldín, señaló que tomó conocimiento de él cuando se hizo público y lo vio “por los canales de televisión”; también contestó que en los medios de comunicación se decía que el presunto acuerdo -investigado en este juicio, es decir la falsa imputación de los efectivos de la provincia a cambio de 400 mil dólares- habría sido “para no detener a la compañera de Telleldín”, Ana Boragni. Además, dijo no haber estado presente en la reunión en la que la Comisión le habría exhibido el video al juez.

Teatro de operaciones

Ante una de las preguntas de Memoria Activa, contestó que “lo único comprensible en toda esta historia es la actitud de los familiares”, por cuanto los representantes de la dirigencia comunitaria, en su opinión, hacían una “defensa monolítica de Galeano y los fiscales”. “Ninguno de los tres fiscales -en referencia a Eamon Mullen, José Barbaccia y Alberto Nisman- tenían críticas”, sostuvo.  “La causa AMIA fue un teatro de operaciones políticas”, aseveró.

Por otra parte, la defensa del ex titular de la SIDE e imputado en este debate, Hugo Anzorreguy, le consultó por la información que la comisión recibía respecto de la intervención de la agencia de inteligencia en la investigación, y supuestas “internas” . La ex presidenta indicó que “el área 85” “era el sector que nos dijeron que intervenía”; al respecto evaluó que hay un “grado de autonomización interna” de la conducción política “que las vuelve permeables. Muchas veces incontrolable”. “Pero la SIDE era una sola”, resumió. Asimismo, refirió que junto a otros legisladores participó de dos reuniones informativas, una en la sede de 25 de mayo y otra sobre Coronel Díaz, de la que participaron Anzorreguy y Antonio Stiuso “flanqueado por dos mujeres” que serían especialistas en terrorismo, pero de las que no supo el nombre.

Si bien se excedía del objeto de la convocatoria al juicio, ante una serie de preguntas del defensor de Juan José Ribelli, la ex mandataria opinó que con la acusación a los ex policías de la bonaerense se buscó “desprestigiar al entonces candidato presidencial Eduardo Duhalde”.

El debate oral y público se reanudará el jueves 15 de diciembre, a las 10:30. Para esa jornada, se prevé la declaración de un testigo. Además, Galeano podría ampliar su indagatoria ese mismo día.