Mientras por detrás del sencillo escenario, con espacio sólo para los cinco cuerpos de la batería, los músicos de la villa 31 se iban sucediendo uno tras otro, los aviones del Aeroparque Jorge Newbery parecían aminorar la marcha del despegue para espiar desde el aire el Festival Cultural de ATAJO en el playón de la canchita de fútbol 5, situada frente al Jardín Bichito de Luz, del barrio Carlos Mugica.

La actividad prevista para la tarde del domingo debió realizarse a la misma hora del lunes feriado, debido a la fuerte lluvia caída sobre Buenos Aires. “La música es el lenguaje que relata la vida en estos barrios, y para nosotros es muy importante que ustedes acompañen la tarea que hacemos en ATAJO”, alentó Julián Axat, director del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia, a los músicos reunidos en círculo a un costado de la canchita, minutos antes de comenzar el festival. En la ronda, los artistas definían el orden de actuación de cada uno de ellos.

Sobre el alambrado de la canchita, el equipo ATAJO había colocado una exposición fotográfica, que daba cuenta de la multiplicidad de actividades formativas y recreativas desarrolladas durante el año en los barrios donde realiza su labor jurídica y comunitaria. Enfrente, el inmenso mural con el rostro de Saúl Aguayo, un joven asesinado en mayo en la villa 31, testimoniaba una de las demandas más urgentes de los vecinos: el fin de la violencia, para hacer realidad la consigna “Ni un pibe menos”.

Si bien se realizó en la villa 31, el recital reunió músicos de las villas 1.11.14 y Barrio Mitre, además de los artistas locales. La extensa grilla, variada en ritmos musicales y barrios de origen de cada uno de los músicos, dio cuenta de la extensión territorial que tiene el Programa ATAJO, a seis meses de su puesta en marcha. Así, fueron alternándose El Chechén de Barrio (Pablito Gómez), del Bajo Flores; los talleristas de rap de la agrupación barrial Fuerza Callejera, de la villa 31, y el dúo de hip-hop Brian & Marcos, del Barrio Mitre, en Saavedra, entre otros.

El Festival, organizado por el ATAJO de la villa 31, fue parte de las actividades previstas para cerrar el primer año de vida institucional del Programa del MPF. A la actividad asistieron todos los trabajadores y trabajadoras de ATAJO, algunos con sus hijos; miembros del área de Comunicación del MPF, y el secretario de Coordinación Institucional de la Procuración General de la Nación, Lisandro Pellegrini. Tampoco faltaron los estudiantes avanzados de la carrera de Derecho de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, encabezados por el profesor Guillermo Gatti, quienes hacen sus prácticas preprofesionales en los ATAJOS, en virtud del convenio firmado entre la Procuración y esa casa de altos estudios.

Uno de los momentos más vibrantes de la jornada correspondió al largo set de rap y hip-hop. La fuerza expresiva de los músicos, que lanzaban sus rimas sobre una base rítmica grabada, provocó los primeros y más encendidos aplausos de la tarde. El escenario fue compartido por LV 31, Ángel de Barrio (Dani Ozuna), Piru Rap, Reimon El Diamante, Luna MC (Moreno Corral) y Negro MC (Carlitos), quienes se prestaban el micrófono para improvisar moralejas, “tirar freestyle” y dar cuenta de la vida en esos barrios con la monotonía rítmica y la métrica veloz de las letras de hip-hop. “Somos Argentina/ somos Pueblo Unido/ Sigamos rapeando y/ peleando a Estados Unidos”, rimó Negro MC, vestido con la camiseta del Manchester United.

Enseguida vinieron Brian & Marcos (Brian Rodríguez y Marcos Carbón) y el rock de Inseparables. La formación rockera de la villa 31, con sus guitarras, bajo y batería altísimos, estremeció con su hit “Date cuenta”.

Un imprevisto corte de luz impidió la actuación de los experimentales Cardenales de la Gloria, encabezados por el guitarrista Víctor Mayta, docente de la escuela de formación musical EMAOEC. La contingencia, sin embargo, no impidió el cierre con Karamelo Santo, esta vez en formato acústico.

El set de la banda mendocina consistió en una zapada compartida con los hip-hoperos de la villa, a los que se sumó el reconocido Sergio Sandoval, uno de los raperos más destacados de la escena argentina. El invitado, vanagloriado por los jóvenes amantes de ese género musical, acababa de compartir escenario con el venezolano Canserbero, quizás el rapero más importante de América latina.