25 de abril de 2024
25 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Bajo Flores: talleres para promover la continuidad escolar
ATAJO realiza una serie de encuentros para desalentar la deserción en la escuela secundaria
La propuesta surgió a partir de la inquietud de los docentes de una escuela primaria y otra de educación media, ante los altos índices de abandono entre un nivel educativo y otro. Los encuentros incluyeron formación en derechos humanos, visita a la ex ESMA y producción de textos por parte de los y las estudiantes.

El área de Formación y Promoción de Derechos de la Dirección de Acceso a la Justicia y la agencia ATAJO del Bajo Flores realizaron por segundo año consecutivo una serie de actividades vinculadas a las problemáticas más recurrentes observadas en los barrios vulnerables, entre ellas la deserción escolar.

Los talleres respondieron a un pedido formulado por docentes de la Escuela de Educación Media Nº 3, Profesor Carlos Geniso, que el año pasado fue sede de una serie intensiva de actividades formativas, de tres meses de duración, dividida en dos cursos, que finalizaron con un programa radial cuyos contenidos fueron producidos íntegramente por los y las estudiantes, con la coloración de la Dirección de Comunicación Institucional del MPF.

Para el actual ciclo lectivo, y ante la solicitud de la EMEM Nº 3, ATAJO propuso un nuevo proyecto, que involucre a la Escuela de Educación Primaria Nº 12, “José Enrique Rodó”. La iniciativa recogía las inquietudes planteadas por dos docentes de ambas escuelas, quienes notaron un porcentaje demasiado alto de niños y niñas que no terminan la escuela primaria, o no continúan en la secundaria tras aprobar séptimo grado.

De allí surgió, entonces, el armado de talleres y actividades conjuntas, para que participen alumnos de 6º grado de la escuela primaria, y del primer año de la escuela media, con el objetivo de que ambos grupos valoren la importancia de educación escolar, conozcan la estructura de los colegios secundarios, sus horarios y materias, y crearan un puente entre los diferentes niveles educativos, para acercarlos y facilitar su continuidad.

El resultado fue una serie prolongada de encuentros, en los que los niños, niñas y adolescentes participaron sobre debates en derechos humanos, y próximamente otros similares relacionados con los estereotipos y la violencia de género, a cargo de la Dirección de Políticas de Género del MPF, y otro sobre violencia institucional, dictado por la Procuvin.

Visita a la ex ESMA

Los talleres sobre derechos humanos incluyeron una visita a la ex ESMA, realizada gracias a la colaboración del área talleres educativos del Espacio Memoria y que fue guiada por la fiscal de la mega causa que investiga los crímenes de Estado cometidos en ese centro de tortura y exterminio, Mercedes Souza Reilly.

Unos días después, la magistrada fue a la escuela primaria, en la que encabezó un nuevo taller sobre las implicancias sociales, económicas y culturales de la última dictadura cívico-militar, haciendo especial hincapié en los secuestros y desapariciones ocurridas en las villas y universidades y destacando la condición de jóvenes que tuvieron las víctimas de la represión.

Producción de textos

Los contendidos trabajados durante los encuentros motivaron las siguientes reflexiones por parte de los y las estudiantes. Los escritos pertenecen a preadolescentes que cursan el primer año, del turno tarde, del EMEM Nº 6, y fueron coordinados y seleccionados por el profesor de Educación ética y ciudadana, Sergio Díaz.

“En la ESMA hablamos de los derechos, después terminamos de hablar, salimos al patio y nos mostraron el centro de vigilancia. La fiscal nos contó que no dejaban pasar autos y si un auto se paraba en la puerta de la ESMA, los militares le disparaban y lo perseguían. Y después nos fuimos a un centro de tortura en donde se quedaban los presos. Nos mostró el sótano y también el lugar donde nacieron los niños que fueron separados de sus padres. Algunos niños fueron apropiados, robados, los desaparecidos eran 5000 hombres y mujeres, militantes políticos y sociales. A los detenidos se los llevaban a un sótano, los dejaban en un cuartito en donde sólo entraban ellos. Los dejaban encapuchados y atados y les pegaban”.

“Luego bajamos al sótano donde nos contaron que bajaban a todas las víctimas para tapar las escaleras y el ascensor, y la fiscal nos contó que ahí golpeaban a las personas, señoras mayores, etcétera. Las torturaban brutalmente y luego nos sacamos una selfi con la fiscal y nos vinimos a la escuela, llegamos 17.10 pm y nos fuimos a nuestras casas”.

“Fue una experiencia inolvidable, llenas de sorpresas y curiosidades, algo nuevo. Me encantó, me divertí y aprendí mucho de la ESMA. Estaba lindo”.

“En el Casino Militar eran donde vivían los militares. Los jefes más altos”.

“Los que eran torturados vivían en el suelo encadenados de manos y pies”.

“Y después nos mostró un video de jueces que eran condenados y después entramos a un cuarto en donde había una carta de los desaparecidos. Y después de ahí nos fuimos porque ya era tarde y lo último que nos mostró fue un sótano que era grande y de ahí nos fuimos y nos despedimos de las profes y nos sacamos una foto con todos para tener de recuerdo. Nos fuimos al micro y regresamos a la EMEM tipo 17.25. La pasamos re bien.”

“La ESMA era una zona de la dictadura militar en donde se torturaba a los que se rebelaban o se oponían a ellos. Caminando por esa zona militarizada hace años, había en la pared y vidrio fotos de todos los desaparecidos en esa época, tanto hombres como mujeres y niños. No sólo ahí torturaban y mataban, también a mujeres embarazadas se les quitaban los bebés y lo pasaban a otras familias, o sea, violaban el derecho a la identidad. Los militares también vigilaban toda la base y hacían pasar en auto negro y con una bolsa en la cabeza a los secuestrados. El edificio tenía tres pisos y un sótano de torturas con un ascensor que para esa época era muy avanzado. En el tercer piso encerraban a los secuestrados y los hacían dormir en pequeños espacios, en el segundo y primero había una sala de partos y unas salas en donde vigilaban los guardias. Ahora el ambiente del lugar es muy tétrico y deprimente sabiendo que cientos de personas fueron torturadas y matadas con la crueldad de la dictadura militar”.

“Vimos las imágenes de los desaparecidos, fuimos al costado donde se decidía quién iba a ser secuestrado. Vimos el centro de control, también vimos los cuartos de los militares, vimos el lugar donde torturaban a los secuestrados. Nos contaron que grandes empresas de autos estaban implicadas. Esas empresas les daban las listas de los empleados que pensaban distinto y que de algunos militares sus juicios siguen en proceso. Y sentí curiosidad por saber qué había pasado en la ESMA”.

“Luego fuimos a un centro detención. Entrar fue como vivir ese momento. Ver los dedos marcados en las paredes, sentí tristeza. Luego nos contaron que los militares trataron de borrar las evidencias de todo lo que decían las madres de las víctimas. Sacaron el ascensor que iba al sótano y pusieron un cajón con un escudo”.