27 de julio de 2024
27 de julio de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El hecho ocurrió en abril de 2012 en Recoleta
Comenzaron las declaraciones de testigos en el juicio contra un presunto sicario
Jonathan Emmanuel Aristimuño está acusado de asesinar a Héctor Jairo Saldarriaga Perdomo. El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 deberá decidir si se trató de un crimen por encargo, tal como se sostiene en el requerimiento de elevación a juicio.

Los jueces Martín Vazquez Acuña, Luis Roberto Salas y Alberto Huarte Petite comenzaron esta semana a tomar declaraciones testimoniales en el debate donde interviene la fiscal Mónica Cuñarro. El juicio comenzó el 1° de junio pasado y se prevé que se extienda por varias jornadas. Aristimuño está acusado de “homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria”, que tiene estipulada la pena de prisión perpetua.

El hecho ocurrió el 17 de abril de 2012, en Marcelo T. de Alvear y Talcahuano, cerca de las 18:30. La víctima, quien tenía documentos a nombre de Carlos José Brausin García, resultó ser Héctor Jairo Saldarriaga Perdomo, alias "Mojarra" o "Guajiro, quién, según la investigación, tenía contactos con el narcotraficante Daniel "El Loco" Barrera Barrera

La causa y los contactos narcos

Saldariaga Perdomo –Ex FARC-, de 39 años, recibió esa tarde siete disparos de arma de fuego por la espalda. Durante su huida, el victimario disparó, además, tres veces contra un policía federal que se encontraba a pocos metros de la escena. Según los fiscales Juan Necol (a cargo de la causa durante la instrucción) y Cuñarro, el hecho estaría vinculado con un ajuste de cuentas entre bandas colombianas relacionadas con el narcotráfico.

La víctima habría ingresado al país junto con su familia con una identidad falsa, luego de escapar de un atentado en Colombia. Con el fin de radicarse en el país, se contactó con el “duque Salazar” quien le brindó los datos de su abogado. Ese hecho se habría dado como consecuencia de haberse quedado con el dinero de una operación de 500 kilos de cocaína que tenía como destino Estados Unidos.

Para los fiscales, la muerte de Saldariaga Perdomo se trató de un homicidio planeado “por personas colombianas vinculadas a la maquinaria del narcotráfico, con vinculaciones en el interior del país y con laboratorios químicos en dónde se procesa y luego se transporta la droga”. Durante la investigación, surgieron diferentes conexiones de la víctima con otras personas colombianas que están siendo investigadas actualmente por la justicia federal por comercialización de estupefacientes, que tenían como destino final Europa.

En una investigación realizada por la Procuraduría contra la Narcocriminalidad (Procunar), se rastrearon los bienes de Saldariaga Perdomo y se descubrieron actividades “tendientes al tráfico de estupefacientes” a Europa. La droga era ocultada en contenedores desde la empresa “Terminal Río de la Plata”. Si bien esa causa comenzó en Concepción del Uruguay, ahora tramita en el Juzgado en lo Penal Económico N°8

Por su parte, Aristimuño también está vinculado con una organización narco colombiana. El imputado tiene antecedentes de condenas por robo con armas y también un homicidio en ocasión de robo en el partido de Avellaneda. Fue clave en la investigación la moto que utilizó Aristimuño esa tarde y que dejó abandonada en la escena del hecho, así como una serie de entrecruzamientos telefónicos.