27 de julio de 2024
27 de julio de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El fiscal Jorge Lopez Lecube había solicitado esa misma pena
Condenaron a 11 años de prisión a dos personas por un secuestro extorsivo
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 24 consideró que los dos hombres formaron parte de la banda que mantuvo cautiva por más de ocho horas a una adolescente en abril de 2014. La joven fue liberada luego de que su familia pagara un rescate de 22 mil pesos y 5 mil dólares.

Los jueces Marcelo Roberto Alvero, Raúl Horacio Llanos y María Cecilia Maiza condenaron a Raúl Chipana Panuera y Miguel Ángel Galindo Contreras a 11 años de prisión por el delito de “secuestro extorsivo agravado por la participación de más de tres personas”, la misma pena que había requerido el fiscal de juicio Jorge Lopez Lecube durante sus alegatos. Según el fallo, los dos hombres formaban parte de la banda que secuestró a una joven de 17 años en abril de 2014. La chica fue liberada al día siguiente, luego de que la familia pagara un rescate de 22 mil pesos y 5 mil dólares.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº24 destacó el testimonio de la adolescente y de la madre, quién fue quien recibió las llamadas de los captores. Ambos relatos tuvieron una relación directa con los testimonios de los policías que intervinieron en la causa y con el registro de las intervenciones telefónicas, desde donde surgía con claridad que los captores exigían dinero a cambio de la liberación.

El 26 de abril de 2014, la joven de 17 años salía de la sede del CBC de Barracas. Cuando se dirigía hacia su casa, en el barrio de La Boca, fue interceptada por un auto Peugeot 306, en el cruce de calles de Isabel la Católica y Aráoz de Lamadrid. Esta escena fue observada por dos testigos, que avisaron a la policía. Minutos después, los secuestradores se comunicaron con la madre de la adolescente y le reclamaron 500 mil pesos.

Desde las 18:00 hasta las 00:15, la madre de la víctima recibió cuatro llamadas. En la última, y luego de que los secuestradores aceptaran el dinero que ella ofrecía, le indicaron que fuera hacia la Avenida Calchaquí al 3300, en Quilmes. Tras más intercambios telefónicos, le dijeron que debía poner el dinero en una bolsa junto a una parada de colectivos. Luego de que un hombre (que luego sería identificado como Chipana Panuera ) retirara el botín y se subiera al auto Renault Sandero que manejaba Galindo Contreras, la víctima fue liberada.

Toda esta escena era observada por la División Antisecuestros de la Policia Federal, que siguió a los dos autos que estaban involucrados en el hecho. El Peugeot 306 fue perdido de vista mientras que el Renault en el que se manejaban los dos condenados se dirigió nuevamente hacia Capital Federal. Al llegar a La Boca, Chipana Panuero bajó del vehículo y fue detenido. Los policías le encontraron parte del rescate: los 22 mil pesos y 4003 dólares. Galindo Contreras fue detenido luego de dejar el auto y salir de su casa.

En su alegato, el fiscal Lopez Lecube había destacado el conocimiento que tenían los secuestradores sobre las actividades que realizaba la víctima, según el relato de la joven y de su madre. En esa misma línea, los jueces establecieron que existió una planificación previa del delito. Detallaron que los captores le realizaron comentarios sobre la rutina diaria, sus horarios y hasta de su vestimenta. A la víctima le dijeron, en un momento de su cautiverio, que su secuestro “si no era ese día, iba a ser otro”.

Los jueces sostuvieron que esta clase de hechos requieren de una “infraestructura básica y una lógistica”, en referencia a la planificación del hecho. Indicaron que se realiza una selección de la víctima, de un sitio donde mantenerla cautiva y oculta mientras se negocia con la familia y de un lugar para, finalmente, cobrar el rescate.

Para defenderse, los dos acusados dijeron que no tenían nada que ver con el hecho. Chipana Panuero dijo que fue hasta Quilmes porque le dijeron que su hijo estaba “en problemas” y que al llegar al lugar, éste le pidió que tomara una bolsa del suelo. Galindo Contreras respaldó esa versión y dijo que él sólo manejó hasta allí por pedido de su amigo.

Para el fiscal, la indagatoria de los acusados fue “peculiar” y no sirve para refutar las otras pruebas que se demostraron en el debate. El Tribunal marcó que las versiones que dieron los imputados fueron “inverosímiles”. También destacó que les resultaba llamativo que ninguno de los dos tuviera al momento de ser detenidos sus teléfonos celulares.

Con respecto al Peugeot 306, se determinó que pertenecía al hijo de Chipana Panuero, quién tiene pedido de captura vigente en el expediente. Esa investigación está radicada en la Fiscalía Federal Nº10, con intervención del Juzgado Federal N°5.