El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°29, con la composición unipersonal del juez Gustavo Goerner, condenó ayer a 11 años de prisión a un hombre por haber abusado sexualmente de su hijo. En el debate intervino el fiscal Sandro Abraldes, en representación de la Fiscalía General ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N°27, que había solicitado en su alegato la imposición al acusado de 12 años y seis meses de prisión.
El hombre de 55 años fue considerado responsable de “corrupción de un menor de 18 años y abuso sexual reiterado en al menos cuatro oportunidades”, ambos delitos agravados por haber sido perpetrados por el progenitor. Además, se lo responsabilizó por el “suministro de material pornográfico a un menor de catorce años”.
En línea con lo solicitado por la fiscalía en el alegato, el tribunal dispuso que, una vez que quede firme el fallo, se proceda a la obtención y extracción del perfil genético del condenado para que sea remitido al Banco de Datos Genéticos, de acuerdo a la Ley N°26.879, que creó el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
El ahora condenado se encuentra detenido desde el año pasado, luego de que la psicóloga del adolescente formulara la denuncia del hecho, tras el relato que le hizo a ella la víctima sobre lo que venía padeciendo.
La acusación
En su alegato, el fiscal Abraldes había sostenido que el hombre promovió la corrupción y abusó sexualmente de su hijo, nacido en 2005, valiéndose de la situación de convivencia que mantenían. Las situaciones abusivas comenzaron alrededor de 2017 cuando el adolescente quedó a su cuidado en una casa del barrio de Floresta.
El representante del MPF afirmó que el ahora condenado había forzado a su hijo a mirar videos pornográficos mientras le realizaba tocamientos en distintas partes de su cuerpo y le afirmaba que “el incesto era una cuestión cultural”. El fiscal valoró el testimonio de la víctima, quien contó los distintos sucesos que atravesó. Entre otras cosas, que debía bañarse con la puerta abierta y que su padre le decía que quería brindarle “satisfacción sexual” y que él “lo provocaba desde chiquito”.
“Tales comportamientos provocaron la afectación del desarrollo regular de la sexualidad del menor de edad”, sostuvo el fiscal. Resaltó también los testimonios que dieron las peritos psicólogas y psiquiatras que analizaron el caso y que dieron cuenta que existía en el adolescente “sintomatología compatible con abuso sexual”, de acuerdo a las entrevistas que llevaron adelante y los antecedentes a los que accedieron.
La fiscalía también mencionó el informe realizado por la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde se concluyó que el adolescente atravesaba una “situación de alto riesgo”. Hizo hincapié también en el informe socio-ambiental que se le efectuó al acusado, donde quedó evidenciado que no reconoce la identidad de género de su hijo, al que menciona en cuatro ocasiones con su nombre femenino.
Al momento de explicar la magnitud y extensión del daño causado, el fiscal recordó la declaración de la madre del chico, que contó las dificultades y consecuencias que atraviesa su hijo hasta hoy. “Hubo un avasallamiento total, no reconoció a su hijo como persona sino que lo convirtió en un objeto sexual”, apuntó el representante del MPF, al mismo tiempo que consideró como agravantes de la pena la proyección en el tiempo de la conducta, la edad de la víctima y la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba.