Ayer, en línea con lo solicitado por la fiscal Vivian Barbosa en sus alegatos, el Tribunal Oral de Posadas condenó a 12 años de prisión a un ex policía acusado de engañar y trasladar a una joven menor de edad con fines de explotación sexual en agosto de 2011. El condenado llegó a la instancia de debate oral detenido. Además, había otros dos imputados pero la Fiscalía había pedido su absolución y un tercero quien se encuentra prófugo con declaración de rebeldía.
La instrucción del caso estuvo a cargo de la Fiscalía Federal de Posadas y durante el debate oral, que se inició el 10 de junio, intervino Barbosa. Se espera que el 29 de junio se conozcan los fundamentos.
Origen del caso
La causa se inició el 2 de agosto de 2011, cuando los padres de una adolescente afirmaron ante el Escuadrón 9 “Oberá” de Gendarmería Nacional que su hija se había fugado de su casa con motivo de una supuesta oferta laboral que habría consistido en trabajar en una casa de familia ubicada en Buenos Aires. Luego, se dirigieron a la Comisaría de Campo Grande, donde un agente policial, uno de los imputados en la causa, les recibió la denuncia.
Como el uniformado habría formado parte de la parte de la banda, a las pocas horas conversó con los padres de la víctima y les dijo que había podido localizar a la hija a través de mensajes de texto porque “se conocían de antes” y que irían a buscarla a una estación de servicio que se encontraba la ciudad de Santo Tomé, provincia de Corrientes. Finalmente, pudo reencontrarse con su familia.
El 4 de agosto, el padre amplió su denuncia y declaró que una amiga de su hija le había comentado que tenía planeado viajar hasta la ciudad de Bernardo Irigoyen con un policía, quien resultó ser la misma persona que le había tomado la denuncia. A los pocos días, el hombre volvió a ampliar su denuncia y describió que la adolescente había comenzado a recibir mensajes atemorizantes que tenían como remitente a los cuatro acusados. Uno de ellos era chofer de una empresa de transporte de carga local.
Durante su declaración, la víctima ratificó los hechos denunciados por sus padres y agregó que el policía, con quien mantenía una relación amorosa, le había realizado una oferta laboral para ir a trabajar a una casa de familia en Buenos Aires y que él iría unos días más tarde. Además, dijo que el imputado le sugirió que utilizara un falso documento y que le pegara una foto suya para pasar los controles de la ruta. También, le indicó que debía contactarse con otro de los imputados para coordinar el viaje.
El día del traslado, la joven viajó en un vehículo junto a dos hombres. Según detalló en su relato, entre ellos se hacían señas durante todo el trayecto. Asimismo, refirió que se sintió controlada y privada de su libertad ya que no la dejaban atender su teléfono. Al llegar a la estación de servicio de Santo Tomé, uno de los acusados recibió un llamado y luego le dijeron que debía quedarse allí hasta que la pasaran a buscar.
Luego de ser rescatada, el uniformado continuó enviándole mensajes y diciéndole que la propuesta laboral seguía en pie y, posteriormente, se determinó que la joven también habría recibido mensajes de otro hombre, también imputado, quien vivía en Merlo, provincia de Buenos Aires, y que trabajaba como chofer de colectivos urbanos.
A partir de la investigación, se comprobó que el efectivo policial se encontraba involucrado en una causa por la falsificación de documentos de identidad con la finalidad de contribuir al traslado de mujeres menores de edad que eran captadas en diferentes localidades de Misiones como Bernardo de Irigoyen y trasladadas a la provincia de Córdoba facilitando la tarea los presuntos tratantes.
Para el Ministerio Público Fiscal, cada uno de los imputados "llevó adelante acciones dirigidas a captar, trasladar y acoger" a la víctima. Para eso, "el primero la sedujo bajo engaños y artilugios y le facilitó los medios. El segundo y el tercero la sacaron de su hogar a escondidas en horas de la madrugada y la trasportaron con destino a Buenos Aires, donde hubiera sido acogida por el cuarto imputado" de no haber sido por la denuncia efectuada por sus padres. Una vez en el destino final, para el MPF “no caben dudas” que la joven sería entregada a un quinto imputado, de quien no se pudo obtener mayores datos.
A lo largo de la investigación, también se determinó que el policía le habría hecho similares propuestas laborales a otras mujeres.