28 de marzo de 2024
28 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Los hechos ocurrieron en 2015
Condenaron a 12 años de prisión a un hombre que abusó de dos mujeres luego de asaltarlas
La pena fue fijada por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº24. El fiscal Fernando Fiszer había pedido 14 años de cárcel.

Los jueces Marcelo Alvero, Raúl Llano y María Cecilia Maiza condenaron a 12 años de prisión a un hombre que abusó de dos mujeres luego de asaltarlas. En el juicio, intervino el fiscal Fernando Fiszer, quien había solicitado una pena de 14 años de cárcel para el imputado, actualmente detenido en la Unidad 4 del Servicio Penitenciario Federal en Santa Rosa, La Pampa.

El Tribunal condenó a Ortiz por los delitos de “robo con armas en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido con el empleo de un arma” que concurren materialmente con los delitos de “robo simple en concurso real con abuso sexual simple”.

Cerca de la una de la madrugada del 10 de abril de 2015, Adrián Ortiz, de 29 años, abordó a la víctima y a su pareja cuando estaban por ingresar a su casa, ubicada en la Villa 20, en el barrio del Villa Lugano. Se abalanzó sobre la joven y le apoyó un cuchillo en su cuello y rostro, mientras exigía que le entregaran dinero o cualquier otro objeto de valor.

Cuando advirtió que no tenían muchas cosas, quiso ingresar a la vivienda pero, ante el comentario de que había gente dentro, obligó al joven a que entrara y le trajera sus bienes. Mientras esto sucedía, Ortiz intimidaba a la damnificada, le susurraba “en forma soez” y la manoseaba.

El joven le entregó dos teléfonos celulares, 500 pesos, un reproductor de DVD y un buzo de color oscuro que Ortiz había exigido especialmente, ya que les había dicho que había matado a una persona esa noche y necesitaba que no lo reconocieran. También, afirmó que habían matado a su hermano, que “no le importaba nada” y les mostró una gran cicatriz en su abdomen.

Luego de robarles, el ahora condenado le dijo al joven que iba a llevarse a la víctima y lo dejó encerrado. Mientras la amedrentaba con el cuchillo, la hizo caminar hasta el final del pasillo, la tiró al piso y quiso abusar de ella, situación que no se concretó por el comentario de la joven sobre que tenía “una enfermedad contagiosa”. No obstante, el imputado la manoseó y después la obligó a que le realizara sexo oral, que “le dijera cosas lindas y excitantes” pues le indicó que hasta tanto no eyaculara no la dejaría irse.

El otro hecho ocurrió casi dos meses después, el 7 de junio, cerca de las cinco de la mañana. Ortiz interceptó a una joven en la calle Unanue, dentro de la Villa 20 y, exhibiéndole un objeto en su cintura, le exigió que le entregue todas sus pertenencias porque tenía un arma. La víctima le dio su celular y luego fue empujada violentamente hacia uno de los pasillos. Ortiz la manoseó pero, ante los gritos de la joven, una vecina abrió una ventana del pasillo y la damnificada aprovechó para escapar de lugar y refugiarse en una remisería de la zona.

Algunas semanas después, el hombre fue identificado por unos vecinos del barrio, quienes le acercaron la información a la segunda víctima. Según la instrucción realizada por el fiscal Sandro Abraldes, ella lo buscó en la red social “Facebook”, logró identificarlo y luego, con ayuda de un delegado del barrio, compartió el hallazgo con la pareja que fue víctima del primer robo, quiénes también reconocieron a Ortiz.

En línea con lo expresado por el fiscal durante su alegato, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº24 calificó a los testimonios de las víctimas como “ sinceros, espontáneos y sentidos” y agregaron: “todavía traducían el inmenso dolor que les provocaba el recuerdo el hecho”.

Fiszer destacó en su exposición la situación particular que sufrió la primera mujer abusada, quién a raíz del momento traumático sufrido, abandonó el país. Los jueces tuvieron en cuenta la actitud de la mujer, quién se presentó en la audiencia y se expresó “con claridad y fluidez respecto del hecho que le tocó sufrir, reclamando una imposición de pena y que se castigue al responsable”.

Los magistrados tuvieron en cuenta, además, las características de Ortiz que brindaron las damnificadas durante la instrucción, incluso antes de presentar la fotografía y el detalle de la cicatriz que mencionaron.

La descripción detallada de las características fisonómicas de Ortiz y de su vestimenta se vio coronada en el reconocimiento en rueda de personas; la cicatriz que poseía en su abdomen, en el examen médico practicado y las fotografías acompañadas; el detalle de la marca, herida o tatuaje, también en la mencionada experticia y finalmente el relato de la trágica muerte del hermano de Ortiz se corrobora en el informe socio-ambiental agregado a fojas 10 de su legajo de personalidad donde el propio imputado se lo relata a la delegada inspectora.