13 de octubre de 2024
13 de octubre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El hecho ocurrió en septiembre de 2012
Condenaron a 22 años de prisión a un hombre por un homicidio y un intento de asesinato
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº30 consideró que Dante Castiglione Yagua mató a una mujer e intentó asesinar al esposo en el marco de “una operación de intercambio de dinero no autorizada legalmente”. Los jueces absolvieron a otros dos acusados, aunque la fiscal de juicio Alejandra Perroud había solicitado prisión perpetua para los tres.

Los jueces Marcela Rodríguez, Luis María Rizzi y Javier de la Fuente condenaron a Dante Castiglione Yagua a 22 años de prisión por los delitos de “homicidio en perjuicio de Martha Toribio Reyes, y homicidio, en grado de tentativa, en perjuicio de Héctor Meza Hernández, agravados por violencia contra las personas mediante el empleo de una arma de fuego”. Por tener una condena anterior, el acusado recibió una pena única de 25 años de cárcel, con la disidencia de uno de los jueces.

No obstante, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº30 absolvió a otros dos acusados, los hermanos Pedro y Víctor Meza Velázquez, por la muerte y el intento de asesinato de las dos víctimas; aunque el primero de los hermanos sí fue sentenciado por la tenencia de arma de guerra a tres años y seis meses de prisión. La fiscal de juicio Alejandra Perroud había solicitado durante su alegato prisión perpetua para los tres.

El hecho ocurrió el sábado 1º de septiembre de 2012, en Boedo, cuando las víctimas se encontraron con el acusado para cambiar, por fuera del mercado legal, 300 mil pesos por dólares. Héctor Meza Hernández había acordado con Castiglione Yangua que se encontrarían en la Avenida Belgrano al 3900. Alrededor de las 15:30, el acusado subió al auto de las víctimas por el lado derecho y se deslizó hacia el izquierdo para ubicarse detrás del conductor.

En ese momento, otra persona (que dos de los miembros del Tribunal no pudieron identificar) ingresó al vehículo y le preguntó al acusado: “¿Y qué hacemos con el fierro?”. Luego de esa frase, Meza Hernández recibió tres disparos y su esposa salió del auto, llevándose el bolso con el dinero. “Concha de su madre se me escapa”, dijo el hombre por lo que descendió del auto y le disparó por la espalda, en la cabeza y a la altura de la axila derecha. Martha Toribio Reyes falleció en el acto.

La jueza Rodríguez señaló en su voto que “por la forma violenta en que se produjo la muerte y el ataque”, los expertos de la División Homicidios de la Policía Federal dejaron entrever que el hecho podría ser “un tema de “ajuste de cuentas”. A esta afirmación adhirieron sus dos colegas del Tribunal.

En su alegato, Perroud había considerado que la participación de Castiglione en el hecho quedó demostrada a partir del testimonio de la víctima y del entrecruzamiento realizado de los teléfonos celulares. Según consta en la causa, el damnificado recibió cuatro llamadas el día del hecho desde un teléfono que utilizaba Castiglione y que figuraba agendado como “primos”. Ponderó, además, los dichos de un vecino de la zona, quien se encontraba en la vereda cuando ocurrieron los disparos.

Tanto para la fiscal como para la jueza Rodríguez, el hombre no identificado que subió al auto luego del condenado sería Pedro Meza Velázquez. Ambas tuvieron en cuenta que había sido señalado por la víctima en una rueda de reconocimiento. Sin embargo, para los jueces Luis María Rizzi y Javier de la Fuente, las pruebas producidas durante el juicio generaron “una situación de duda que no ha sido posible superar” respecto a su participación en el hecho.