06 de mayo de 2024
06 de mayo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El fiscal Fabián Céliz había pedido cinco años como pena
Condenaron a tres años de prisión a un remisero que atropelló y mató a una joven
Norberto Porini manejaba a alta velocidad y en contramano por las calles del barrio Villa General Mitre cuando sucedió el hecho, el 28 de abril de 2013. Cuando la condena quede firme, no podrá manejar ningún vehículo por diez años.

En un juicio unipersonal, el juez Nicolás Toselli condenó a tres años de prisión en suspenso a un hombre de 53 años por manejar a más de 100 kilómetros por hora en contramano y atropellar a dos jóvenes, en abril de 2013. Una de ellas murió minutos después a causa de las heridas.

Norberto Porini fue condenado por los delitos de “homicidio culposo agravado por la conducción imprudente de un vehículo automotor” y “lesiones graves culposas“. El fiscal Fabián Céliz había pedido cinco años y una inhabilitación para manejar por diez años, algo en lo que el juez coincidió. Los fundamentos se conocerán la próxima semana.

El 28 de abril de 2013, Norberto Porini manejaba su Volkswagen Gol Country por la calle Tres Arroyos, a contramano y a alta velocidad. Al cruzar Boyacá, impactó con un auto que circulaba correctamente. Instantes después, arrolló a María Luz Rosello, de 29 años y a su amiga, de 22, que estaban por cruzar la calle. Su raid terminó sobre la calle Tres Arroyos tras chocar con un auto estacionado.

Rosello falleció minutos después en una clínica ubicada a pocos metros de donde ocurrió el incidente, en el barrio Villa General Mitre. La otra joven tuvo varios politraumatismos y una fractura de pelvis. En su descargo, Porini dijo que es diabético, que no recordaba nada de lo sucedido y que la situación se debió a una baja en su nivel de glucemia.

Durante el juicio, declararon varios testigos que presenciaron el hecho y la conducta posterior del hombre. Los ocupantes del auto que Porini impactó previo a atropellar a las víctimas aseguraron que manejaba a alta velocidad, más de 100 kilómetros por hora.

En su alegato, el fiscal consideró que nunca se podría saber si Porini estaba habilitado para tener registro ya que había mentido en su condición de diabético y no figuraba en la declaración jurada que tenía la Dirección General de Licencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante la instrucción, a cargo del fiscal Sandro Abraldes, se había marcado que la conducción imprudente de Porini se había iniciado cuando tomó la decisión de manejar sin haberse alimentado antes, algo que por su enfermedad debía hacer ya que reducía el peligro de padecer un cuadro de hipoglucemia.