26 de octubre de 2024
26 de octubre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El hecho sucedió entre abril y mayo de 2015
Condenaron a tres años de prisión efectiva a un hombre que privó de la libertad a su ex pareja durante un mes y medio
Cristian Vallejos reconoció los hechos en un acuerdo realizado con la fiscal Dafne Palópoli. Como tenía snetencias anteriores, le fijaron la pena única de siete años y siete meses de prisión. Los jueces consideraron que se trataba de una “situación constante de extrema violencia”.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº25 condenó a un hombre que mantuvo privada de su libertad durante un mes y medio y bajo amenazas a su ex pareja desde principios de abril de 2015 hasta el 28 de mayo de ese año. Cristian Vallejos reconoció su culpabilidad en un acuerdo firmado con la fiscal Dafne Palópoli. Como registraba condenas anteriores, los jueces Ana Dieta de Herrero, Gustavo Goerner y Rodolfo Bustos Lamber unificaron las penas, por lo que fue finalmente sentenciado a siete años y siete meses de prisión. Vallejos se encuentra detenido en el Complejo Penitenciario Federal ubicado en el barrio de Devoto.

Los delitos por los que fue condenado el hombre de 33 años son: “Privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida mediante amenazas y con fines de venganza, y por haber durado más de un mes; lesiones leves agravadas por haber sido contra una persona con quien ha mantenido una relación de pareja y haber mediado violencia de género; y desobediencia a funcionario público”. También, reconoció ser autor de un “hurto simple” y un “robo simple en grado de tentativa”.

Los jueces le fijaron la obligación de abstenerse de cualquier tipo de contacto o relación con la víctima. Tampoco, puede acercarse a menos de 300 metros de ella, de su domicilio o cualquier lugar al que habitualmente concurra.

Los hechos

Según el fallo, Vallejos privó de la libertad a su ex pareja y madre de su hijo entre el 10 de abril de 2015 y el 28 de mayo de ese año, cuando la mujer dijo que iba a ver a sus hijos y logró irse. En ese momento, se refugió en un hotel del centro de la ciudad y concurrió a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para realizar la denuncia.

Allí, expresó que el imputado la amenazaba constantemente, la agredía y la insultaba: “Te voy a romper la cabeza a fierrazos”. También, le contó a las profesionales que tenía miedo, que no quería estar sola en la calle y que incluso Vallejos llegó a prenderle fuego su casa. Expuso que en ese tiempo que estuvo privada de su libertad, el hombre utilizó una rejilla afilada para cortarle la cara, la golpeó con una botella de vidrio en sus piernas y brazos y también la agredió con un control remoto en su cabeza.

La víctima consideró que las agresiones se dieron por venganza, ya que cuando el hombre estaba detenido, ella mantuvo una relación sentimental con otra persona. Para los jueces, “se pudo verificar que Vallejos estaba con ella ‘a sol y sombra’ y no la dejaba siquiera entablar comunicaciones telefónicas con su madre en soledad”.

La situación se dio desde el momento en el que el hombre recuperó su libertad: se “apegó" a ella e incluso le retuvo su DNI. El Tribunal consideró que la mujer no intentó “evadir la custodia ejercida” por Vallejos por temor tanto a su integridad física como a la de su madre y sus hijos, quienes eran constantemente amenazados por el hombre.

En el informe elaborado por la Oficina de Violencia Doméstica, se calificó la situación como de “altísimo riesgo” en base a la agresión física sufrida por la víctima; la violencia psicológica y física ejercida por Vallejos y las amenazas que ejercía, entre otras cosas. A la víctima, se le realizó también un peritaje médico donde constan las lesiones en la cara, la rodilla, el muslo y el brazo, compatibles con los golpes que relató.

El hombre fue condenado, además, por desobedecer la prohibición de contacto por cualquier vía que había dictado el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil de Familia Nº38 en diciembre de 2014. Vallejos, a pesar de la resolución judicial, llamó en reiteradas ocasiones y desde la Unidad Penitenciaria de Devoto, a la madre de la víctima, lo que fue verificado a través de los distintos listados telefónicos.

Para los jueces, los hechos cometidos generaron en la víctima una “situación constante de extrema violencia”, lo que le causó un “temor especial”, aún cuando Vallejos estaba detenido. Como agravantes, tuvieron en cuenta los antecedentes condenatorios.