El titular de la Fiscalía General Nº4 ante la Cámara de Casación Penal, Javier De Luca, rechazó el recurso de casación de la defensa oficial de Delina Mercado Martínez y Ricardo Zolano Rocabado, contra la resolución dictada por el Tribunal Oral Federal de La Plata Nº1 que había condenado a Martínez a tres años de prisión por considerarla coautora del delito de reducción a la servidumbre, y a Rocabado a ocho años de prisión por el mismo delito, y además por el abuso sexual de una menor de edad.

El representante del Ministerio Público solicitó en su dictamen que sean rechazados diversos planteos de nulidad de la defensa porque en la sentencia del tribunal quedó acreditada la situación de “sierva” a la que fue sometida la niña de 12, nacida en Bolivia, durante su estadía en Argentina.

Según el fiscal, “el Tribunal brindó sobrados motivos de por qué en el caso se configuraba esa situación de dominio y sometimiento, tales como la edad de la víctima, y su evidente estado de vulnerabilidad (sin sustento económico, inmigrante, con poco conocimiento de idioma y sin instrucción formal) que le impidieron a la menor oponerse a la situación de domino a la que era sometida y facilitaron su reducción a la servidumbre”.

Asimismo, el representante del MPF refirió que los imputados tenían conciencia de que la vida que llevaba la chica “no era la deseable porque a sus hijos les deparaba otra suerte. Sus hijos iban al colegio y no se encargaban de las tareas domésticas, las cuales le eran asignadas exclusivamente a la niña”.

Y agregó, “tal era la comprensión de la ilicitud de la conducta de los imputados que, al haber ellos mismos trabajado desde muy pequeños (y haber vivido la deserción escolar y el trabajo temprano, sea o no esclavo) se condujeron de tal modo de evitar que tal situación se replicara en sus hijos y, por ello, buscaron una sierva”.

Otros imputados

Entre los acusados figuran también Jaime Bedamil Rueda Flores y Evelia Mercado Martínez, el primer matrimonio que recibió niña. A ellos, se les imputó haber acogido en su domicilio a la víctima, a la que sometieron a una situación de explotación con trabajos forzosos y la redujeron a la servidumbre, en abuso de su situación de vulnerabilidad. En este caso, los imputados no recurrieron la sentencia. Por su parte, a Juan Pablo Hoyos, a quién se le imputó el haber llevado a cabo el traslado de la víctima desde la ciudad Tarija del Estado Plurinacional de Bolivia hacia la localidad bonaerense de La Plata, los jueces le dictaron la absolución.

La historia

Hoyos Noguera fue quién llevó a cabo el traslado de la víctima de 11 años desde Tarija. La niña, en un primer momento, fue llevada a la casa del matrimonio integrado por Jaime Bedamil Rueda Flores y Evelia Mercado Martínez, donde fue obligada a trabajar con una extensa jornada laboral, que comenzaba a las 5:00 y finalizaba a las 20:00. La pareja obligaba a la chica a realizar tareas domésticas (limpieza, cocina, compras) y el cuidado de niños, sin tiempo para el esparcimiento y sin escolarización, mediante agresiones físicas y psíquicas.

Luego de un tiempo en esa casa, la víctima fue entregada a Delina Mercado Martínez, la hermana de Evelia,y a su esposo Ricardo Zolano Rocabado, quien abusó sexualmente niña en al menos una ocasión, mientras su mujer se encontraba trabajando.

En esta nueva casa la víctima realizaba la misma clase de trabajos domésticos que en el anterior hogar, con la diferencia de que cuidaba de solamente a un niño en lugar de a tres. Su día comenzaba muy temprano y acababa por la tarde. Del mismo modo que en el caso anterior, carecía de tiempo de ocio y distracción, y era privada de escolarización.

Pasados tres meses en esta nueva familia, la chica enfermó y fue llevada por los imputados Delina Mercado Martínez y Rocabado al Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de la Ciudad de La Plata en donde permaneció internada. Los médicos le diagnosticaron leucemia. Entonces, las asistentes sociales le buscaron sin éxito a algún mayor que se haga responsable del cuidado. Por ese motivo, fue trasladada a un hogar de menores “Cervantes”, y una vez que alcanzó la edad de los 13 años fue trasladada al “Instituto Constancio Vigil”, en donde permaneció hasta el momento del juicio.