16 de diciembre de 2025
16 de diciembre de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Interviene el fiscal Oscar Ciruzzi
Continúa el juicio a tres acusados de secuestrar a un hombre y robarle 19 mil dólares
El hecho ocurrió en mayo de 2016, en Caballito. Uno de los acusados era la pareja de la hija del damnificado. El juicio comenzó el viernes pasado y antes del fin de semana se realizarían los alegatos.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº7 continúa el juicio -que comenzó el viernes pasado- contra tres hombres acusados de asaltar a una persona en la puerta de su casa en Caballito, cuando estaba por subir a su auto. Antes, la víctima había colocado en el baúl del vehículo un maletín con 19 mil dólares. Los hombres también están también acusados de haber privado de su libertad a la víctima por aproximadamente media hora, hasta que lo hicieron bajar en el barrio de Villa Lugano. En el debate, interviene el fiscal Oscar Ciruzzi.

Según el requerimiento de elevación a juicio, realizado por el fiscal Marcelo Ruilopez, el 18 de mayo del año pasado el hombre salió de la casa de su hija ubicada en Felipe Vallese al 1900 y fue hasta su auto, estacionado frente al domicilio. Cargó en el baúl un maletín con 19 mil dólares, producto de la actividad inmobiliaria que realizaba, y puso en el piso del asiento derecho una mochila con 38 mil pesos.

En ese momento, fue abordado por Ariel Sosa, de 40 años, quien lo golpeó en la cabeza con el arma y lo obligó a subirse al vehículo del lado del acompañante. Guido Nahuel Zárate (26), quien también tenía una pistola, se sentó en la parte de atrás y le dijo: “quedate quietito, te voy a cagar de un tiro, te haces matar al pedo”.

La víctima fue obligada a mirar hacia abajo mientras Sosa manejaba. En un momento, pudo escuchar que el conductor hablaba por un celular tipo radio y decía: “ya lo tenemos”. Zárate comentó también que habían tenido acceso a lo que había guardado el hombre en el baúl. Media hora después, el vehículo se detuvo. Le indicaron al hombre que no mire y se dieron a la fuga. Instantes más tarde, el damnificado se encontró con un patrullero de la Comisaría 48, que estaba ubicado casualmente a la vuelta de donde había sido dejado por los ladrones.

Sosa y Zárate fueron detenidos minutos después por personal de la División Delitos contra la Salud de la Policía Federal. Los efectivos observaron cómo dos personas bajaban de un auto, con la particularidad de que uno de ellos lo hacía con un arma en la mano. Al darle la voz de alto, los acusados corrieron pero de todas maneras fueron alcanzados. En ese momento, se les secuestró una pistola, 2500 pesos y una linterna que funciona como picana. El otro arma había sido descartada debajo de un auto durante la corrida. Por otra parte, en el automóvil de la víctima se encontraron la mochila con los 38 mil pesos y el maletín, éste último sin los dólares que habían sustraído.

Emiliano Zalazar, de 33 años, era en aquel momento pareja de la hija del damnificado. Para el fiscal de instrucción, la realización del asalto pudo concretarse "gracias a su fundamental colaboración". Explicó que el imputado aprovechó el conocimiento de los movimientos personales que tenía sobre la víctima: su actividad profesional, la hora en que iba a salir del lugar y los bienes que iba a llevar consigo.

Indicó que ese día, los tres hombres se reunieron 45 minutos antes del hecho, a tan sólo cuatro cuadras de donde comenzó el asalto, para ultimar los detalles. Sosa y Zárate están acusados de ser los autores de los delitos de “robo agravado por haber sido cometido con armas de fuego; portación de arma de guerra sin la debida autorización legal; y privación ilegítima de la libertad".

Zalazar, por su parte, está imputado por ser “partícipe necesario del robo y la privación de la libertad. En su indagatoria ante los jueces Gustavo Rofrano, Gustavo Valle y Gabriel Vega admitió haber participado del hecho: “pido perdón a la familia, me hago cargo de lo que hice”, aunque luego sostuvo que su ex pareja había mentido en su declaración.

En el transcurso de esta semana se espera que el juicio finalice la etapa de prueba y se lleven a cabo los alegatos de las partes.