Con el alegato del titular de la Fiscalía General N°10 ante los Tribunales Orales Criminales, Carlos Giménez Bauer, se reanudó hoy el juicio oral contra Martín Ríos, acusado de asesinar a Alfredo Marcenac y herir a otras seis personas, el 6 de julio de 2006 en el barrio porteño de Belgrano.

En la jornada de ayer, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°26, Marta Yungano, Patricia Llerena y Eduardo Fernández, escucharon a los dieciséis testigos previstos, quienes declararon sobre la salud mental del acusado, quien permanece detenido en el módulo psiquiátrico del Hospital Penitenciario Central del complejo penitenciario de Ezeiza.

Por pedido del abogado defensor, Ángel Ramallo, el imputado fue retirado de la sala tras cumplir con el interrogatorio personal. Tras ello, comenzó la ronda de testigos con la exposición del médico Guillermo Mendoza, a quien Ríos recurrió, en febrero de 2000, para obtener el certificado de aptitud que le requería el RENAR para portar armas. Mendoza extendió la certificación, pero consignado que el hombre debía ser sometido a un test psicológico, que el Registro Nacional de Armas obvió realizar.

También brindaron su testimonio los psiquiatras y psicólogas del Cuerpo Médico Forense, Walter Miguez, Juan Carlos Romi, Elena Foschini y Adela Orgatti, y la facultativa que atendió a Ríos luego de su detención. Ambos concluyeron que el imputado es un enfermo psicótico esquizofrénico peligroso. En igual sentido, se expresaron los médicos que actualmente trabajan con Ríos, aunque se ampararon en el secreto profesional para evitar dar detalles.

El caso

En el atardecer del 6 de julio de 2006, Martín Ríos extrajo su pistola Bersa calibre .380 y disparó trece veces contra las personas que se encontraban en la esquina de la Avenida Cabildo y José Hernández, en el barrio de Belgrano, y se dio a la fuga. A consecuencia de los disparos, Alfredo Marcenac, de 18 años, falleció, mientras que otras seis personas resultaron heridas.

Al ser detenido, el 14 de julio, en el barrio bonaerense de Munro, luego de que el vigilador de un club deportivo denunciara su actitud sospechosa, Ríos tenía en su poder el arma que utilizó en el episodio y 57 municiones con la punta limada.

Luego, se supo que también era el autor de otros tres ataques: el primero ocurrido en julio de 2005, cuando abrió fuego contra un tren cerca de la Estación Belgrano R; el segundo cuando disparó contra un colectivo de la línea N°67 en marzo de 2006, y el último, en junio de ese mismo año cuando atentó contra las personas que se encontraban en una confitería de Crámer y Juramento.

Ríos fue sometido a juicio en el año 2009, acusado como autor del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido por placer”, en perjuicio de Alfredo Marcenac. Tras escuchar la distintas posturas de los médicos forenses, quienes lo consideraron esquizofrénico e incapaz, el Tribunal Oral en lo Criminal N°12, integrado por los jueces Alfredo Rizzo Romano, Carlos Bruno y Ana Dieta de Herrero, lo declaró inimputable, el 1° de julio de 2009.

Tal decisorio fue recurrido por el fiscal Giménez Bauer ante la Cámara de Casación Penal, cuya Sala III, integrada por Eduardo Riggi, Liliana Catucci y Ángela Ledesma, consideró que ante las dudas respecto a la salud mental de Ríos debía revocarse la sentencia y realizarse un nuevo debate oral para que se analicen nuevamente los aspectos que hacen a la imputabilidad de Ríos, ya que el hecho y la autoría del imputado fueron acreditadas en el primer proceso.