En línea con lo solicitado por los titulares de la Fiscalía Federal N°2, Carlos Rívolo, y de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), Santiago Marquevich, el juez federal Claudio Bonadío procesó a tres miembros de la Brigada de Investigaciones de la Comisaría 12ª por el secuestro extorsivo y otros delitos de los que fue víctima un comerciante en la madrugada del 26 de junio de este año. La resolución alcanza también a la pareja de la víctima, quien habría intervenido en el hecho como coautora.
Los tres efectivos -el inspector y jefe de brigada, Gonzalo González, y los cabo primero Antonio Ezequiel Vecchio y Carlos Arnaldo Molas- y la mujer están detenidos desde el 12 de diciembre, cuando se realizó un procedimiento en la seccional ubicada en el barrio porteño de Caballito. En la resolución, se dispuso, además, que la detención se convierta en prisión preventiva.
Asimismo, el magistrado coincidió con la calificación legal propuesta por los representantes del Ministerio Público para las conductas investigadas, es decir secuestro extorsivo agravado en concurso ideal con el delito de robo y en concurso real con extorsión en grado de tentativa. En el caso de la pareja de la víctima, Malvina Sasma, su vínculo agrava doblemente la imputación.
El hecho
En el pedido de procesamientos oportunamente formulado, Rívolo y Marquevich explicaron que de los elementos de prueba reunidos durante la investigación surge que los imputados “actuaron de común acuerdo y en forma coordinada en la privación ilegítima de libertad para sacar rescate” a cambio de la liberación del hombre, que se produjo tras la entrega de 17 mil dólares. En el ínterin, también le habrían robado un reloj marca Rolex y una pulsera de oro blanco. La intercepción se produjo cuando estaba por ingresar a su domicilio, ubicado sobre la Avenida Directorio. Tras ello, fue retenido y ocultado en el interior del vehículo -un Chevrolet Corsa de color gris- en el que se desplazaban los policías, adonde lo hicieron ingresar mediante la intimidación con armas de fuego.
Luego de la liberación de la víctima, los autores del hecho simularon la privación ilegítima de libertad de Malvina Sasma -coimputada- y, bajo la amenaza de matarla, le exigieron a la víctima la entrega de una suma considerable de dinero. Una vez recobrada la libertad, el hombre efectuó la denuncia correspondiente, razón por la cual tomó intervención primero la Comisaría 4ª y luego el personal de la División Operativa Central de la Policía Federal Argentina. Dicha circunstancia fue inmediatamente transmitida mediante frecuencia policial, novedad que también conocieron en el momento los captores porque contaban con un trunking que reproducía las modulaciones policiales. Acto seguido, la mujer fue “liberada” sin que se pague el dinero y con todas sus pertenencias.
Comunicación previa entre la mujer y los integrantes de la brigada
Los fiscales federales consideraron que el descargo realizado por los acusados en sus declaraciones indagatorias “no resulta suficiente para desvirtuar el cúmulo de elementos probatorios reunidos”, que colocan “a los integrantes de la Brigada N°12 en el momento y lugar de los hechos”. En ese sentido, señalaron que “quedó debidamente acreditado que los tres imputados conocían a Malvina Sasma con anterioridad a los eventos investigados y que le habían dado el número telefónico de la brigada con anterioridad al hecho”. Ese número, además, coincide con el utilizado por los secuestradores para realizar las llamadas extorsivas en las que se reclamó el dinero.
Por otra parte, Rívolo y Marquevich solicitaron que el procesamiento se dicte con prisión preventiva, en virtud dela gravedad de los hechos imputados, las diligencias de prueba en curso y las medidas pendientes de realizar, lo que así dispuso el magistrado interviniente. La investigación, que se realizó en forma conjunta por los equipos de trabajo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°2 y la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos, insumió un esforzado trabajo dada la complejidad de la banda, integrada por oficiales y suboficiales que desempeñan funciones en la Brigada de la Comisaría. Además, se contó con la colaboración y coordinación de distintas fuerzas de seguridad.
Finalmente, el juez Bonadío resolvió extraer testimonio de las partes pertinentes para que se investigue si el comisario y un integrante de la seccional incurrieron en el delito de encubrimiento.