El 15 de junio de cada año se celebra el Día Internacional Contra el Maltrato al Adulto Mayor. La fecha fue establecida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en marzo de 2012. La resolución del organismo internacional insta a todos los pueblos y estados a orientar sus esfuerzos en lograr que la población global de esa franja etaria disfrute de los derechos del bienestar y del reconocimiento social que le corresponden. Sin embargo, a veces los integrantes de organismos estatales y privados obligados de hacer valer esos derechos en materia de salud, no brindan respuestas con la inmediatez necesaria y son otros actores del estado los que deben intervenir. El 7 de marzo, la Unidad Fiscal para Delitos Cometidos en el Ámbito de Actuación del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (UFI-PAMI) tomó conocimiento de la situación de Luis Re, un jubilado de 76 años quien desde septiembre esperaba asistencia por una fractura expuesta que no había sido tratada.
Luis había acudido a una radio de Quilmes como último recurso para que trascendiera la falta de respuestas a su delicado estado de salud. Los representantes del Ministerio Público Eric Deuteris, Juan Barreiro y Federico Bocking tomaron conocimiento del caso. Desde hacía siete meses, el hombre estaba postrado luego de una caída en su casa de Bernal.
Después del accidente, el jubilado llamó a al Servicio de Emergencias del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSJPP), un médico se presentó en el lugar, lo revisó y le recetó hielo y diclofenac, por una torsión de tobillo. Pero un rato más tarde, al intentar ponerse de pie, sufrió una fractura expuesta a la altura del tobillo. Esta vez, lo trasladaron al Sanatorio Urquiza de Quilmes, donde quedó internado.
La gravedad de la herida requería que se le practiquen dos intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, sólo se programó y realizó la primera el 14 de noviembre. El cuerpo de Luis rechazó los cuatro clavos que le colocaron. Según el testimonio del jubilado, que consta en la investigación preliminar elaborada por la UFI-PAMI, antes de la operación no se realizaron los estudios de compatibilidad.
Luis fue dado de alta y volvió a su casa para aguardar la segunda operación. Mientras tanto, acudía al Sanatorio para recibir las curaciones. En una de esas visitas, le dijeron que no podrían operarlo de nuevo porque habían despedido al médico capacitado para hacerlo. Para no tener que cambiarle el yeso semanalmente, le dieron una bota que le produjo una reacción alérgica y posterior infección.
Además del centro médico, iba dos veces por semana a la Unidad de Gestión Local (UGL) XXXVII -Quilmes- del PAMI para reclamar el pronto trámite y ser operado. Luis contó que las personas que lo atendieron “nunca mostraron interés en solucionar el problema”, y que prometieron en reiteradas oportunidad que estudiaban la posibilidad de cambiar el prestador para que se realice el procedimiento. El trámite nunca se concretó.
Dentro de ese cuadro y con un avance de las infecciones en el tobillo, el Sanatorio Urquiza no contaba con el equipo de profesionales ni los recursos para realizar una operación de la complejidad que la patología de Luis requería. Es decir, cuando Luis fue contactado por la UFI-PAMI todavía estaba con la fractura al aire y sufría un dolor insoportable, desde septiembre del año pasado. Durante uno de los encuentros con los representantes del Ministerio Público, el hombre de 76 años afirmó que temía perder la pierna.
Entretanto, había realizado una interconsulta por su cuenta en otro hospital, en donde le informaron que tampoco tenían los especialistas para la operación y que probablemente le tendrían que amputar el pie. El único centro asistencial que podría intervenirlo, le dijeron, era el Hospital Italiano de la Capital Federal.
Intervención de la UFI PAMI
“Me salvaron”. En diálogo con Fiscales, Luis expresó su agradecimiento por la intervención de la UFI-PAMI en su caso. Es que la dependencia del Ministerio Público puso en conocimiento de los hechos a la Coordinación Ejecutiva del INSSJP el 21 de marzo, el mismo día en que habló con él.
Recién entonces, se dispuso el ingreso/derivación al Hospital Italiano. Por el delicado estado de salud, debió quedar internado y todavía no pudo ser operado, porque antes tiene que culminar el tratamiento de antibióticos para curar las infecciones sufridas en la pierna y hacerle los estudios que determinarán cuándo realizarse la intervención. Mientras tanto, aguarda por una internación domiciliaria, para lo que la INSJJP debe asignarle un enfermero que acuda a su casa tres veces al día para inyectarle los medicamentos.
Los representantes del MPF le requirieron al PAMI copia de todas las constancias de llamados y de atención, así como de los informes elaborados entre septiembre de 2013 y abril de este año. Lo mismo le solicitó a la UGL de Quilmes, junto a la copia del contrato entre el INSSJP y el Sanatorio Urquiza, y a la Unidad de Respuesta Inmediata del INSSJP.
Con esa información, inició una investigación preliminar para evaluar posibles responsabilidades penales por mala atención.
Un hombre activo
A sus 76 años, Luis llevaba una vida muy activa antes de la lesión. Era director Ejecutivo para el área de Américas y el Caribe de la Federación Canina Internacional, administraba un criadero de perros caniche y se desempeña como director del Curso de Cinofilia de la Asociación Canina Argentina. “Voy a andar bárbaro”, afirmó, esperanzado y agradecido, a Fiscales.