18 de mayo de 2024
18 de mayo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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En la antesala del 8M
Jornada de reflexión sobre género y violencia de género en la sede del MPF en Mar del Plata
En la actividad participaron representantes de las Facultades de Psicología, Derecho y Trabajo Social quienes abordaron distintos ejes interdisciplinarios.

Con la intención de intercambiar conocimientos, problematizar la realidad y construir nuevos saberes interdisciplinarios, se desarrolló este jueves una jornada de reflexión sobre género y violencia de género que se convocó en la sede marplatense del Ministerio Público Fiscal de la Nación, como antesala del Día Internacional de las Mujeres - 8M.

La actividad se enmarcó en el convenio que el MPF rubricó con la Universidad Nacional de Mar del Plata, por lo que las expositoras fueron representantes de distintas unidades académicas: María Eugenia Hermida, como representante de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social; Paula Muniagurría y Andrea Zarini de la Facultad de Derecho; y María Belén Berruti de la Facultad de Psicología. La moderación estuvo a cargo de Mila Montaldo, a cargo de la Oficina de Coordinación de Asistencia a Víctimas de la Fiscalía General de Cámara.

La jornada se desarrolló con un auditorio completo, integrado por trabajadores y trabajadoras del Ministerio Público Fiscal y el Poder Judicial, representantes del Patronato del Liberado y la UNMdP, estudiantes universitarias y miembros de distintas organizaciones sociales. Además, estuvieron presentes Verónica Hourquebié, secretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad de General Pueyrredon; Daniela Zulcovsky, subsecretaria de Derechos Humanos de MGP; y Daniel Adler, fiscal general ante la Cámara Federal de Apelaciones.

La primera en exponer fue Hermida, quien planteó que “sin interdisciplinariedad estas problemáticas son inabordables” y celebró la instancia de encuentro. Habló de los últimos casos de femicidios que conmocionaron al país y que despertaron incluso en Mar del Plata una marcha el pasado miércoles: en pocas horas, una joven fue asesinada y una mujer permanece desaparecida. Sostuvo, en otro pasaje, la necesidad de discutir las palabras y los sentidos; marcó como “conquistas institucionales”, que haya en las estructuras judiciales áreas específicas para el abordaje, tratamiento e investigación de cuestiones de género. Y mencionó la importancia del “diálogo de saberes del territorio y la academia”.

A su turno, Muniagurría citó a la pensadora y activista francesa Simone de Beauvoir, quien dijo que “no se nace mujer, se llega a serlo”, y desde allí preguntó “quién decide qué es ser mujer”. En este sentido, marcó al Derecho como “un campo de disputas”, y reparó en la Cedaw y la Convención de Belem do Para, que rigen los sistemas interamericanos para que decidan con perspectiva de género. “Es un proceso. Estamos en tránsito”, remarcó.

Enseguida, hizo un repaso del lugar asignado a la mujer a través de las leyes. Recordó el Código Civil de Vélez Sarsfield de 1869, que ubicó a las mujeres casadas entre las personas “incapaces”. A partir de allí trazó un recorrido por distintas normativas hasta llegar a las más recientes leyes contra la violencia hacia la mujer, la ley contra la trata y la incorporación de la figura del femicidio al Código Penal.

Sobre el final, planteó que el país cuenta con “normas aplaudidas por la región”, que Argentina ha sido pionera en la protección de la violencia y de la sexualidad no hegemónica, pero que los números de la realidad contrastan ante los avances legislativos. En este sentido, recordó los más de 250 femicidios anuales que se contabilizan en los últimos años, y recordó a las más de 60 mujeres asesinadas en lo que va del año. “Desde la incorporación de la figura del femicidio en 2012, hubo cientos de casos, de acuerdo a la asociación civil La Casa del Encuentro suman casi 2 mil, ¿saben cuántas condenas hubo?”, consultó. La respuesta fue 54, con los datos registrados hasta 2016. ¿Cuántas de estas sentencias incluyeron una reparación para sus hijos e hijas? Solo tres casos. Y apuntó a la necesidad de un cambio en la perspectiva de la Justicia.

En tercer lugar expuso Berruti, quien llamó a “escuchar con mayor atención las voces de mujeres y disidencias - de quienes ocupan el lugar de lo femenino en la estructura de poder-”, como clave para continuar en el camino de la ampliación de derechos. “Son estas personas excluidas, marcadas como diferentes y subalternas, quienes aportan lo necesario para encontrar claves que garanticen la continuidad de la especie y la afirmación de la vida”, señaló.

En esta línea, sostuvo que “las reflexiones feministas resultan una herramienta poderosa para desarmar las ideas que nos han constituido y con las que reproducimos el mundo”. “Es necesario someter ese contenido a un trabajo de deconstrucción, en tanto, las categorías académicas tradicionales con las que otorgamos sentido al mundo no llegaban a expresar las experiencias vividas, más bien todo lo contrario, las borraban. Esas categorías fueron producidas en contextos y comunidades donde justamente no tenían acceso las subjetividades a las que trataban de comprender. Las mujeres no circulaban por los espacios de disputa por el sentido, o lo hacían en la marginalidad o en el afuera del límite epistémico legitimado para poder hablar en primera persona”, expresó luego.

Y en otro pasaje, interrogó: “El silencio al que durante siglos hemos sido condenadas opera como una suerte de punitivismo muchas veces autoinfligido, interiorizado. Ese silencio ha sido ocupado por voces en conversación, donde las mujeres y disidencias intentan responder a la pregunta de ¿qué tipo de justicia queremos?”.

Por último, Zarini planteó al inicio de su exposición la necesidad de reflexionar ante el cuadro de situación que se vive. Y en una de las reflexiones que compartió, diferenció el acceso a la Justicia formal de la material: “Antes se lo entendía como el acceso a la jurisdicción, a una mesa de entrada, un entendimiento que se aleja de las víctimas. Pero el derecho no se reduce a esto, no sólo se trata de la resolución formal del conflicto”. Y llamó a una revisión al interior de los operadores jurídicos para incorporar nuevos saberes.