El comisario inspector de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Alberto Penacchietti, y el subinspector de la misma fuerza, Efraín Ignacio Martínez, están acusados de haber armado una causa por tráfico de estupefacientes en la que fueron ilegalmente detenidos los hermanos Diego Hernán y Roberto Carlos Ruiz.
El juicio oral será tramitado desde mañana por el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, integrado por los jueces Roberto Falcone, Néstor Parra y Mario Portela. Se estipulan audiencias para mañana y el miércoles, y que en ellas declaren siete y ochos testigos, respectivamente; dependiendo de su extensión, podría agregarse una jornada más para que se desarrollen los alegatos.
En representación del Ministerio Público Fiscal actuará Julio Alberto Darmandrail, acompañado por el titular de la Procuraduría contra la Violencia Institucional, Abel Córdoba.
A Penacchietti -inspector al momento del hecho- se le imputa haber causado la detención ilegítima de Diego Hernán y Roberto Carlos Ruiz, en tanto que a Martínez -por entonces, teniente primero- se le endilga la participación en calidad de autor en los mismos hechos, sumado a la conducta de falso testimonio agravado por haber declarado en contra de los hermanos en una audiencia testimonial.
La causa contra los integrantes de la fuerza de seguridad bonaerense fue iniciada recién el 21 de junio de 2007 como consecuencia de una denuncia anónima enviada por correo al Juzgado Federal de Dolores, en octubre de 2006. Allí, un supuesto integrante de la Delegación Dolores de Tráfico de Drogas Ilícitas denunciaba que el procedimiento en que fueron detenidos los hermanos Ruiz había sido un “invento” del director y del jefe de operaciones.
En la misiva se detallaba que los imputados le pagaron seiscientos pesos a una persona para que involucre a los hermanos Ruiz en una causa por tráfico de drogas. Y en relación a otra investigación llevada a cabo por los acusados, la carta sostenía que “el día anterior a este procedimiento, hicieron un allanamiento en San Clemente del Tuyú con la Fiscalía común y le pusieron la droga a las personas”.
La denuncia concluía asegurando que “todo esto es sólo para justificarse con la superioridad por falta de procedimientos, pero inventaron y metieron presos a personas que nada tienen que ver”. El fiscal federal subrogante de Dolores, Orlando César Giménez, fue el encargado de intervenir en la instrucción de la causa.
El “modus operandi”
Los Ruiz declararon que un hombre, que se hacía llamar “Rafael”, se comunicó telefónicamente con ellos a su domicilio ubicado en Isidro Casanova, para que realicen un trabajo como techistas en Pinamar. A los cuatro días los pasó a buscar.
Ya en la ciudad balnearia, fueron llevados al café “Green”. Pero inmediatamente “Rafael” salió para hablar por teléfono y cuando volvió a ingresar lo hizo llevando un portafolios. Los hermanos señalaron que la persona se fue nuevamente con la excusa de hacer otro llamado, y que casi inmediatamente ingresaron dos hombres que se presentaron como policías, los revisaron a ellos y requisaron al maletín, después de abrirlo por la fuerza.
En el interior del portafolio había 3 envoltorios, que una vez peritados, se determinó que contenían marihuana por un peso de 573, 675 y 722 gramos, respectivamente. Como consecuencia del operativo denunciado, en un principio los hermanos Ruiz fueron privados ilegítimamente de su libertad entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre de 2006. Sin embargo, recién fueron sobreseídos por falta de pruebas el 20 de junio de 2007.