El Ministerio Público Fiscal impulsó la investigación de tres establecimientos dedicados a la industria cárnica a raíz de emanaciones detectadas en la zona sur del partido de Moreno y de vuelcos cercanos sobre el río Reconquista. El caso se inició luego de recibir el testimonio de vecinos y vecinas del lugar que habían denunciado olores nauseabundos e irritantes y la presencia de una película grasosa sobre la superficie de los vehículos estacionados, y de reunir informes oficiales sobre irregularidades en el funcionamiento de los establecimientos y el hallazgo de sustancias nocivas para la salud.
En efecto, en un punto de vuelco cercano al predio delimitado por las calles Roberto Koch, Ituzaingó, Pedro Medrano y avenida de la Ribera, en el partido de Moreno, se detectaron efluentes líquidos arrojados al curso del río Reconquista, con acumulación de espuma blanca, olor nauseabundo y temperatura elevada, compatible, en principio, con deshechos incorrectamente tratados de mataderos o industrias frigoríficas.
Los registros del Ministerio de Ambiente (MAPBA) y de la Autoridad del Agua (ADA) de la provincia de Buenos Aires -requeridos por la Fiscalía Federal de Moreno- también dieron cuenta de irregularidades en el funcionamiento de los establecimientos comprometidos.
La situación fue puesta en conocimiento de la Fiscalía Federal N°1 de Morón, a cargo de Sebastián Basso, por su par de Moreno, el fiscal Leonardo Filippini.
Con base en esos elementos, el fiscal Basso requirió la instrucción ante una posible infracción a la ley 24.051, de Residuos Peligrosos. De acuerdo con la investigación, dos de las empresas no contaban con licencia de emisiones gaseosas a la atmósfera (LEGA) ni habían presentado la documentación técnica y/o las declaraciones juradas necesarias para su obtención y generaban efluentes líquidos como parte de sus procesos productivos sin un monitoreo adecuado de la calidad y eficiencia de los sistemas de tratamiento, por lo que habían adherido al Programa Gestión de Efluentes Líquidos con Fortalecimiento Industrial (GELFI). Ante la ADA, dos de las empresas registraban certificados de prefactibilidad hidráulica, de explotación subterránea y de vertido de efluentes líquidos mixtos vencidos.
Una muestra de agua superficial del río a la salida del caño identificado, tomada a mitad del año, determinó valores de nitrógeno total y amoniacal, fósforo total, sulfuros, y DBO y DQO incompatibles con los parámetros. La fiscalía solicitó muestras y registros, entre otras medidas en curso, a fin de determinar las responsabilidades. Según refirieron los habitantes del lugar, esta problemática ambiental es de larga data.