El fiscal federal de San Ramón de la Nueva Orán, José Luis Bruno, pidió al juez federal subrogante de esa localidad salteña, Gustavo Montoya, la elevación a juicio de la investigación iniciada en diciembre de 2014 cuando cinco hombres, quienes transportaban en dos camionetas con el apoyo de una moto de 221 kilos de cocaína distribuida en paquetes escondidos dentro de los vehículos. El representante del Ministerio Público consideró completa la investigación por el hallazgo de 216 paquetes ocultos en paneles especialmente acondicionados de una camioneta Toyota Hilux y una Ford F100 que fueron detenidas en un control realizado por el Escuadrón N°52 Tartagal de la Gendarmería Nacional en el Paraje Campo Libre.

Durante un procedimiento de rutina, el 22 de diciembre de 2014, los uniformados advirtieron "que uno de los rodados presentaba anomalías en la carrocería", como soldadura, masillado y pintura fresca. Además, notaron "signos evidentes de nerviosismo" en los ocupantes. Entonces, trasladaron las dos pickups y la motocicleta al asendo del control de ruta fijo "Senda Hachada", ubicado en la intersección de las rutas nacionales N°34 y N°81. Allí, una perra adiestrada llamada "Pituca" presentó "signos de exaltación como lo hace habitualmente ante la presencia de estupefacientes".

Los efectivos de Gendarmería procedieron entonces a revisar en profundidad la camioneta Toyota y secuestraron un total de 102 paquetes "envueltos en cinta de color ocre", que arrojaron un peso total de 104.794 gramos de una sustancia que reaccionó como cocaína en el Narcotest realizado en ese momento. El siguiente paso fue inspeccionar la Ford F100, donde encontraron otros 98 bultos similares a los anteriores que pesaron 100.695 otros gramos.

Faltaban 16 kilos

Hasta el 14 de enero de 2015, el expediente tramitaba por casi 205 kilos y medio de cocaína. Sin embargo, ese día, cerca de las 11:15 integrantes del Grupo de Tracción Mecánica del Escuadrón N°54 Aguaray de Gendarmería se encontraba en el estacionamiento del predio realizando tareas de mantenimiento en la camioneta Ford F100 que había sido secuestrada y entregada una semana antes por el Juzgado Federal de Orán "en calidad de depositario judicial".

Uno de los efectivos observó que debajo de la alfombra de la cabina había una tapa de chapa atornillada al piso. El fiscal Bruno detalló en su requerimiento que esto llamó "la atención del personal actuante ya que no es un habitáculo que trae de fábrica el rodado en cuestión". Junto a dos testigos, el comandante principal del destacamento, dos efectivos de la Policía de la Provincia de Salta y un funcionario de AFIP-DGI, se abrió el compartimento y se retiraron otros 16 paquetes. Esta vez, envueltos en cinta de color rojo y ocre y separados entre ellos por bolsas de nylon. Los peritajes posteriores devolvieron un peso total de 16.372 gramos de cocaína.

Este último hallazgo, se incoporó al expediente que ahora el representante del Ministerio Público solicitó que se eleve a la instancia oral para tratar de determinar la responsabilidad penal de todos los imputados por infracción a los artículos 5°, inciso "c", de la ley N°23737 que prevé penas de cuatro a quince años de prisión a quien "comercie con estupefacientes, precursores químicos o cualquier otra materia prima para su producción o fabricación o los tenga con fines de comercialización, o los distribuya, o dé en pago, o almacene o transporte". Además, el fiscal Bruno pidió que se agrave el monto de la pena conforme al artículo 11°, inciso "c", de la misma norma, que lo aumenta si participan tres o más personas.