El titular de la Fiscalía Federal N°1 de Morón, Sebastián Basso, solicitó al Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Morón N°3, subrogado por Juan Pablo Salas, que se eleve a juicio oral y público la causa contra una organización criminal que había conformado una asociación ilícita “dedicada a la receptación de automotores, autopartes, repuestos, piezas y accesorios de diferentes vehículos con pleno conocimiento de su origen ilícito y con ánimo de lucro”.
Los imputados son Daniel Enrique Frade, Jorme Omar Ayala, Aurelio Oscar Riveiro, Cristian Fabian Riveiro, Sergio Javier Riveiro y Jonatan Emmanuel Bento, y están acusados por haber integrado la banda “desde fecha incierta y hasta el día 12 de mayo del año 2015”. Esa organización, indicó Basso, “estaba conformada por los encartados que cumplían diferentes roles en la cadena delictiva desde que adquirían productos de origen ilícito (automóviles, piezas, accesorios o repuestos, nuevos o usados) hasta su comercialización ilegal; entiéndase: adquirirlos, receptarlos, resguardarlos, desarmarlos, camuflarlo en bolsas y cajas con etiquetas, hologramas y logos (‘stickers’) falsificados de las firmas automotrices ‘General Motors’, ‘Renault’, ‘Bosch’, ‘Gates’, ‘PSA Peugeot - Citroën S.A.’, ‘Volkswagen’ y ‘SKF Argentina’ y venderlos a comerciantes del rubor automotor o bien a particulares interesados”.
El fiscal federal precisó que “los hechos ilícitos […] son el resultado de un cúmulo de tareas investigativas que se fueron llevando a cabo desde el inicio de la pesquisa, con fecha 15 de septiembre del año 2014, motivada por una denuncia anónima recibida en la División Sustracción de Automotores de la Policía Federal Argentina dando cuenta que: ‘un sujeto de nombre ‘Daniel’ […], junto con su padre se dedicaban a falsificar repuestos con la marca ‘Renault’ y un sujeto de nombre ‘Jorge’ […] se dedicaban a su distribución”.
En base a los hechos denunciados, la Fiscalía a cargo de Basso “impulsó la acción penal y requirió que se lleven a cabo tareas investigativas tendientes a corroborar la comisión del ilícito descripto por el denunciante, se localicen los lugares utilizados para tal fin y se identifique a las personas que formarían parte de su ejecución”.
De esta manera, “con las diversas diligencias investigativas adoptadas por personal avocado de la División Sustracción de Automotores de la Policía Federal Argentina (seguimientos, informes diversos, intervenciones y escuchas telefónicas, entre otras) se recolectaron elementos de prueba contundentes que condujeron a la identificación de un grupo de sujetos que conformaban una organización ilícita”, en la que ocupaban diferentes roles, agregó el representante del MPF. En efecto, estaban quienes recibían las autopartes para prepararlas para su posterior reventa, quienes las conseguían y comercializaban y quienes desarmaban autos robados.
Por otra parte, Basso destacó que, “luego de una ardua y profunda pesquisa, se llevaron a cabo los allanamientos de las viviendas donde se suponía con pruebas fundadas, que la organización ilícita investigada llevaba a cabo sus conductas ilícitas. Sus resultados no sólo confirmaron dicha hipótesis sino que permitieron conocer en profundidad el modus operandi que implementaban sus integrantes que comprendía también la comisión de otros ilícitos conexos”.
Se allanaron nueve domicilios ubicados en Lomas del Mirador, Ramos Mejía, Monte Chingolo, Temperley, Berazategui, Villa Florida y Lanús. Entre otras cosas, se secuestraron repuestos de autos, máquinas selladoras, hornos, estampadoras, bolsas continuas “Thompson”, “stickers” y cajas para embalar con las leyendas “VW Brasil”, “Renault”, “Peugeot Citroën”, “Bosch”, “G.M.”, “S.K.F.” y “Gates”; autopartes de vehículos, facturas de compras, documentación vinculada con el paso de autopartes por la Aduana, vehículos con pedido de secuestro (algunos ya parcialmente desarmados), entre otras cosas.
Modus operandi
A partir de la investigación y la prueba reunida, Basso dilucidó que la adquisición y recepción de “automotores, autopartes, piezas, accesorios y repuestos en general de procedencia ilícita” se llevaba a cabo en todos los domicilios de los imputados. “En cualquiera de ellos, los integrantes de la organización ilícita recibían y almacenaban las mercadería de origen ilícito, por cuanto en todos ellos en mayor o menor medida se han incautado elementos de tal naturaleza, es decir desde automóviles con pedido de secuestro activo hasta autopartes sin las etiquetas RUDAC o bien prohibidas para la venta y/o con el VIS removido (permite identificar el chasis del vehículo)”, explicó.
Respecto al desarmado de vehículos, el fiscal federal detalló que cuando se conseguían autos robados, eran desarmados en tres domicilios ubicados en Temperley, Villa Florida y Berazategui. Luego, en cuanto al “preparado de autopartes para su comercialización con marca registrada falsificada”, el representante del MPF detalló que esta tarea era realizada principalmente por el imputado Frade, que, entre otras cosas, hacía “pasar por nuevas las piezas usadas” o por originales a falsas.
Finalmente, en cuanto al destino comercial, “la organización criminal utilizaba dos vías de expendio de las autopartes de origen ilícito, algunas de ellas camufladas como nuevas con marca falsificada: casas de venta al público de repuestos de automotores y la vía informal (talleres mecánicos, clientes ocasionales, etcétera)”, remarcó el fiscal.
Además, Basso subrayó que “todos los integrantes de la organización se solidarizaban unos con otros en la búsqueda y adquisición de las autopartes de origen ilícito para su posterior comercialización. Es por ello que también entre los mismos integrantes se compraban y vendían este tipo de mercaderías, beneficiándose todos con el movimiento comercial de autopartes de origen ilícito”.
Así, concluyó que “estas eran las cuatro funciones principales que llevaban a cabo, en mayor o menor medida, los integrantes de la asociación ilícita que en forma mancomunada llevó a cabo las maniobras ilegales durante un tiempo desconocido pero prolongado y hasta el 12 de mayo de 2015”.