En consonancia con lo solicitado por el fiscal interinamente a cargo de la Fiscalía Federal N°2 de Lomas de Zamora, Sergio Mola, el Juzgado Federal N°2 de dicha jurisdicción procesó con prisión preventiva a un hombre acusado de participar en el secuestro extorsivo agravado de un joven, ocurrido el pasado 15 de diciembre de 2017, en la localidad bonaerense de Temperley.

Aquel día, alrededor de las 22:00 hs. la víctima llegaba a su domicilio junto a un amigo, a bordo de un Citroën DS3 –propiedad de otro amigo- cuando fueron interceptados por dos Chevrolet Ónix. Del auto plateado descendieron cuatro personas armadas, que vestían chalecos antibala negros con inscripciones en blanco y gorras oscuras, quienes dijeron ser policías y los amedrentaron con las armas para que descendieran del vehículo y subieran al Ónix gris oscuro.

En eso, se activó la alarma vecinal, por lo que el hermano de la víctima salió a la calle y comenzó a gritar. Tal circunstancia fue aprovechada por el acompañante del cautivo para zafarse de los secuestradores. Por su parte, mientras los delincuentes obligaban a la víctima a subir al vehículo, éste tiró su teléfono celular, lo que motivó que lo golpearan en la cabeza con una escopeta.

Una vez en el interior del vehículo gris oscuro, los secuestradores esposaron a la víctima y circularon un rato, hasta que se detuvieron y lo obligaron a trasladarse al asiento trasero el Ónix plateado, donde fue golpeado en su abdomen y piernas. Luego lo obligaron a comunicarse con su madre y le exigieron $500.000 por su liberación. Trascurrida media hora, los secuestradores entablaron nueva comunicación, en la que los atendió el padre del joven a quién éste le indicó –por instrucciones de los captores- que juntara el dinero, no diera aviso a la policía y que cuando tuviera el rescate se comunicara con ellos al teléfono desde donde lo llamaban.

Sin embargo, los secuestradores volvieron a llamar al padre de la víctima y acordaron un rescate de U$S 5.000, $10.000 y algunas joyas. Así, el padre del joven se dirigió al lugar indicado por los captores –mientras hablaba con ellos- hasta que, en la intersección de las calles calle Pio Baroja y Ginebra –en la localidad bonaerense de Villa Centenario- le dijeron que detuviera la marcha y abriera las puertas del vehículo. En eso apareció el Chevrolet Ónix gris oscuro, del que descendió uno de los delincuentes y le exigió el botín, tras lo cual liberaron a la víctima.

En el marco de la investigación desarrollada por el fiscal federal Sergio Mola -que contó con la asistencia de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), que dirige su colega Santiago Marquevich- se logró establecer –a raíz de labores investigativas encomendadas a la Dirección Departamental de Investigaciones de Lomas de Zamora- que el imputado había intervenido en el hecho junto a su hijo y otro sujeto –estos dos últimos, detenidos días después y quedaron a disposición del Juzgado de Garantías N°3 de Quilmes. Además, se determinó que el imputado, su hijo y otro sujeto eran investigados por la Fiscalía Federal de Quilmes, en virtud de una serie de secuestros extorsivos perpetrados durante el mes de agosto de 2017.

En ese contexto, el hermano de la víctima realizó un reconocimiento fotográfico del imputado y uno de sus cómplices, una rueda de reconocimiento en virtud del hijo del encausado, en los que identificó a los dos primeros como parte de las personas que privaron de la libertad a su hermano.

Al ser indagado frente al representante del Ministerio Público Fiscal, el encausado negó tener relación con su hijo, a quien no veía desde que era pequeño y del cual sabía que estaba detenido ya que la madre de éste se comunicó con él para pedirle dinero para un abogado. Además agregó que cuando su hijo tenía tres años, fue detenido por un secuestro extorsivo, a raíz de lo cual su familia lo abandonó. Tras recobrar su libertad, en el añ0 2008, formó una nueva pareja y volvió a la cárcel en el año 2012 tras ser condenado por un homicidio; recobró su libertad en 2016 y trabaja en un kiosco desde entonces. También, para explicó que extravío su documentación personal –la cual fue hallada en el interior de un vehículo que fuera abandonado junto a distintas armas, tras un enfrentamiento con personal policial-.

En virtud de las pruebas colectadas y en consonancia con el requerimiento de la fiscalía, el juez federal interviniente dispuso el procesamiento con prisión preventiva del imputado, al considerarlo coautor del delito de secuestro extorsivo agravado por el cobro del rescate y la cantidad de intervinientes y por haberse cometido mediante el uso de armas de fuego cuya aptitud para el disparo no se ha podido tener por acreditada, al tiempo que trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de $300.000.